Ecos del 30-J

Escribe Juan Carlos Argüello, jefe de Redacción de Misiones On Line 

El primero de Julio, a media mañana, el gobernador Maurice Closs recibió al diputado nacional Alex Ziegler, candidato a la reelección por el Frente Renovador. Closs casi no había dormido, ya que siguió el resultado de los comicios hasta la salida del sol, mientras analizaba el mensaje de los misioneros en las urnas.

 

 

Ese dato refleja su espíritu, y muestra el curso de sus energías y sus acciones. No se quedará esperando. La misma mañana en que muchos recibían asombrados y estupefactos los datos del escrutinio, él ya analizaba con el candidato cabeza de lista la manera de recuperar adhesiones en agosto y en octubre.

 

 

Se puso la campaña al hombro, y salió a militar como le pide a cada uno de los dirigentes de la Renovación. Que hablen con la gente y le recuerden los hechos. Que se entreveren. Menos cotillón y más acción. Reiteró la necesidad de volver a la militancia del músculo, sangre y lengua y advirtió que no se seduce a la sociedad con “la multiplicación de carteles y pasacalles, que hay que hacerlos en la justa medida”, sino, casa a casa, barrio a barrio para “escuchar mucho al misionero, porque solo se puede defender a un pueblo si se lo escucha”.

 

 

Defenderá al modelo palmo a palmo. Pero también, lo hará escuchando aún más los cambios que sin dudas, pidió mucha gente.

 

 

¿Cuales son las causas por las que el frente Renovador perdió tantos votos?. Se han escuchado en estas dos semanas tantas causas, que permiten considerar fácilmente una multiplicidad de elementos que coincidieron para tan baja performance. Falta de militancia austera, el impacto que tuvo la demora en la llegada del Fondo Especial del Tabaco, el desconocimiento de algunos candidatos, el no aprovechamiento de la Ley de Lemas, las campañas paralelas realizadas por sectores diferenciados… Cada dirigente tiene su análisis. “En la costa del Uruguay, en San Javier y en Alba Posse, hasta nos impactó la relación que hizo la gente que votarnos a nosotros es votar a Garabí y a las represas”, aseguró otro renovador. Y hay más…

 

 

Pero Closs no se quedó esperando. En campaña, el viernes en Montecarlo, volvió a mostrar el camino. Así será de ahora en más. Ya hizo su autocrítica, y está respondiendo a eso.

 

 

Tanto Closs como Rovira habían pedido una autocrítica a todos los dirigentes, y que redoblen el trabajo.

 

 

No fueron entendidos por todos. Aún en plena turbulencia, el titular de Yacyretá, Oscar Thomas, imputó de manera baja y grosera una dura acusación a la cabeza de Vialidad Provincial. «Che Vialidad«, iniciaba su tuiter, acusando de ser responsable de una muerte en accidente de tránsito al organismo misionero, y por ende, a sus máximos responsables.

 

 

Nada de autocrítica, ni del escaso impacto electoral que ha tenido en esta oportunidad un presupuesto de 500 millones de pesos en obras que a  juzgar por los resultados en Posadas, no han sido bien traducidos electoralmente. Es que no se juntan votos financiando agravios. Ni paros.

 

 

“Deberían preguntarse cómo queda el tema Garabí en este escenario electoral, y encima, con el Obispo Piña fallecido. Imaginan ir a hablar de Garabí, y que te levanten fotos con la imagen de Piña diciendo No a las represas»?, preguntó un dirigente que supo compartir con Thomas mejores momentos. «Hoy ese tema está muerto, y él también tiene responsabilidad en eso», analizó.

 

 

Otros dirigentes prefieren el silencio. Y otros, descargar la bronca por Twitter, esa fenomenal herramienta tecnológica que inauguró Barack Obama para sumar adhesiones, para pedir apoyo. No para lanzar ironías, facturas o groserías.

 

 

Por suerte, el mundo real, no es únicamente el mundo virtual. Aún vale mucho sentarse a dialogar cara a cara.

 

 

El fuego cruzado que disparan algunos dirigentes apuntando al otro, podría ser simplemente un juego de poder y puja por espacios, que incluso era inocuo durante los momentos de mayor respaldo electoral. Pero ahora, con un resultado más magro y con varios potenciales rivales robustecidos por la lectura de las urnas, puede ser peligroso para la continuidad del todos.

 

 

Más graves son aquellos deslices que ponen en tela de juicio la responsabilidad institucional acusando inacciones o supuestos delitos, cuando el lugar para denunciarlos es la Justicia.

 

 

Flaco favor le hacen a la Renovación desnudando celos y mezquindades, porque la sociedad, alerta y expectante observa, marca y después, decide. Esas actitudes abren interrogantes ¿qué habría pasado ante una eventual derrota? ¿La cohesión sólo se sostiene en los triunfos?

 

 

Las respuestas no se condicen con el mensaje que transmite la Renovación desde su nacimiento. La verdadera fortaleza no se ve con viento a favor. La grandeza se aprecia cuando hay que remontar la cuesta.

 

 

El resultado de las elecciones deja múltiples lecturas y una cosa clara.

 

 

El rumbo de la gestión provincial no fue puesto en duda y goza de una altísima aprobación en buena parte de los municipios. Pero jugaron otros factores, como las realidades locales, las divisiones en la misma Renovación y por primera vez, una caída en la imagen que tiene la presidenta Cristina Fernández en Misiones, que de todos modos, sigue siendo muy elevada.

 

 

El escenario nacional, enrarecido por la pelea central en Buenos Aires y contaminado por las réplicas mediáticas que eligieron a Sergio Massa como el gran candidato ante las pocas ilusiones que despiertan Mauricio Macri o las alianzas efímeras que se arman de cara a octubre.

 

 

También influyó en los electores provinciales, además de la doble jugada del kirchnerismo, de la mano de Martín Sabatellla, respaldando al diputado agrario Héctor Bárbaro.

 

 

Fue un claro llamado de atención en varios municipios, pero también puede ser un momento para retomar impulso, como ya hizo en otras oportunidades la coalición gobernante.

 

 

Pero la Renovación ganó en 60 municipios, en muchos de ellos con comodidad, y donde no lo hizo, fue la segunda fuerza.

 

 

Lejos está de ser una derrota. Hay casi 80 mil votos sobre el segundo, que es la Unión Cívica Radical y 115 mil sobre el tercero, que es el partido Agrario, que finalmente se tuvo que conformar con apenas dos bancas, pese a haber triunfado en diez municipios. La UCR, con sus dos victorias en Iguazú y Eldorado, más el crecimiento en Posadas, le arrebató la tercera y se alzó con cinco escaños. Demasiado lejos quedaron los demás partidos, con pobrísimos resultados y peores expectativas. El Frente para la Victoria apenas pudo ganar en dos municipios, gobernados por sus principales candidatos: Almafuerte, cuna de Darío Pietrowski y Campo Viera, hogar de Juan Carlos Ríos, que ahora se postula a diputado nacional. Pero la cosecha no le permite ilusionarse demasiado siquiera para disputar la interna con los jóvenes Daniel Di Stefano y Adriana Giménez. Fue tan pálida la cosecha que los candidatos del ex senador Luis Viana para las internas nacionales se bajaron de la competencia.

 

 

Otro que sufrió las elecciones fue el debutante candidato Alfredo Schiavoni. Aunque en términos prácticos consiguió el objetivo de colarse en la Legislatura, el PRO apadrinado por Mauricio Macri y Ramón Puerta perdió con el voto en blanco en 74 de los 75 municipios y apenas pudo superarlo en Posadas. Optimista hasta en el más oscuro panorama, Puerta ahora hace campaña para ser reelegido y jura que la gente le promete el voto, pero que teme ir a un acto convocado por él.

 

 

Sin embargo, el ex gobernador y presidente por unas horas, tiene a favor que sus competidores en la interna para definir la lista de candidatos a diputados nacionales, fueron incluso menos votados que él. El partido que conduce Claudio Wipplinger sacó apenas 30889, muy poco para sus aspiraciones pensando en 2015, y Adolfo Velázquez, el tercero en discordia, con su frente obtuvo 24406. Aprovechando el momento, Puerta puso en dudas la capacidad psíquica de la presidenta Cristina Fernández y se ganó un espacio en las páginas políticas de los principales diarios del país. Pero los lectores porteños no votan en Misiones.

 

 

La Renovación encara las PASO y las elecciones de octubre como una oportunidad de recuperar el terreno perdido y fortalecer el modelo nacional, pero con una presencia mucho más fortalecida en el escenario del Congreso. A eso apunta la conformación del bloque propio.

 

 

El Frente Renovador no rompe con el kirchnerismo, pero sí se diferencia del paraguas del Frente para la Victoria, que cobija en Misiones a varios rivales. Oportuna decisión, ya que Massa, la nueva esperanza blanca de la oposición, plagió el nombre y se presenta a sí mismo como el conductor del Frente Renovador. La coincidencia es sólo con el nombre. “Nada sé de sus proyectos. Lo único que sé es que nos copió el nombre del Frente Renovador”, ironizó Rovira. Lejos de haber una ruptura, el objetivo es fortalecer las posiciones misioneras. No hay que pecar de ingenuos: mucho se consigue a veces marcando la cancha y menos cuando se considera un respaldo seguro. Otras provincias tienen esquemas de trabajo similares y nadie pone en duda la pertenencia de sus legisladores dentro del modelo nacional. Pensar en un alejamiento es sólo oportunismo electoral.

 

 

@JuanCArguello

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