En su despedida, Ortega agradeció a Dios por hacerlo hincha de River

Ortega se despidió del Monumental con la Banda cruzándole el pecho y las lágrimas corriéndole por el rostro: “Tenía pensado decir mil cosas, pero sólo me sale agradecerles. Y gracias a Dios por hacerme hincha de River”. Más de 61.000 personas le rindieron el merecido homenaje al última Gran ïdolo del club más grande la Argentina.

 

Está en el Monumental, en su casa. Porque ni el lujo de Parma, ni las playas de Valencia, ni las excentricidades de Turquía, ni las montañas de Mendoza: el césped de Figueroa Alcorta es su hábitat, fue donde siempre se sintió cómodo. Ahí tenía que despedirse Ariel Ortega. Y con la Banda cruzándole la piel: “Esta camiseta sagrada que amo”, tiró el Burrito.

Abrazado a sus hijos, sintiendo el calor de toda su gente, a Ortega le costó hablarles: “No tengo palabras. Tenía pensado decir mil cosas pero lo único que se me viene a la cabeza es agradecerles, son ustedes los que generaron esto. Y gracias a mis compañeros por estar”, dijo luego de un emotivo video que se mostró en la pantalla del estadio.

“Gracias a Dios por hacerme hincha de River”, dijo Ortega para hacer explotar el Monumental. Para hacer explotar su casa, su gente, y su corazón, pintado con una banda cruzándole el pecho.

 

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