Afome: La descapitalización del sector productivo primario misionero y su impacto en la forestación

“Una realidad que golpea al sector forestal es que Misiones se ha descapitalizado en bosques implantados, a tal punto que se estima que, a pesar de los bajos niveles de la actividad industrial, el 15% de lo que se consume proviene de Corrientes. Las nuevas plantaciones forestales en la provincia no cubren las talas anuales”, advierten desde la Asociación Forestal Mesopotámica. De esta manera, viveristas y pequeños forestadores analizaron la crisis del sector en particular, y exponen lo que consideran la “descapitalización” del productor primario misionero en general.

 

 

A principios de año se había pronosticado una campaña difícil de plantaciones forestales, al conocerse el recorte en 143 millones de pesos del Presupuesto Nacional 2013 estimado (de 243 millones) destinado a pagar los incentivos forestales (Aportes Económicos No Reintegrables de la Ley 25.080 Inversiones de Bosques Cultivados). Un sector primario ya de por sí descapitalizado y empobrecido -en términos relativos- no iba a tener recursos ni incentivos para realizar siquiera una moderada campaña en lo referente a nuevas plantaciones forestales en 2013.

 

Más allá de las declaraciones de algún legislador nacional al respecto (Revista Argentina Forestal, N°105, pag. 13, Febrero 2013) que intentó minimizar la pésima noticia para los pequeños productores, desde la Asociación Forestal Mesopotámica (Afome) consideraron en un informe sobre la situación actual que atraviesan que “la realidad es la única verdad, y finalizando junio -en condiciones casi perfectas para realizar nuevas plantaciones de coníferas, que son las especies con fines industriales madereros más utilizadas en la región-,todo apunta a que la campaña anual va a ser la más desastrosa de la última década, igualando, o siendo aún peor, que la ya desastrosa del año 2002”, señalaron.

 

 

Deuda millonaria

 

Analizando la situación, sostuvieron que en 2012 el gobierno de Misiones se puso relativamente al día en lo referente a certificación de nuevas plantaciones forestales, trámites que durante años venía con demoras. “De la suma de certificados a término (de dos campañas atrás) y certificados de plantaciones anteriores, algunos incluso del 2001, la Dirección de Producción Forestal de la Nación, estimó un presupuesto de 243 millones de pesos para ponerse al día en lo referente a la deuda de pagos de los incentivos de campañas anteriores por plantaciones logradas para todo el País en 2013”.

 

Desde Afome ya estimaban que serían necesarios algunas decenas de millones más. Misiones generalmente recibe el 35% de total nacional, pero en este caso, debido a la incidencia de los pagos de los viejos planes recién certificados, se evaluaba que le correspondería entre el 40 y 45%, lo que significaba unos 100 a 110 millones de pesos. “Hay que señalar como es el mecanismo de desembolsos del gobierno: El monto total se desdobla en cuatro trimestres, o sea, a junio de este año se deberían haber pagado entre 50 y 55 millones de pesos. Pero, como ya se mencionó, el presupuesto se redujo a solo $100 millones, reasignando los otros 143 millones a otros ítems. La provincia más perjudicada fue Misiones. De los más de 50 millones que deberían haber percibido los productores misioneros, apenas se han pagado 20 millones de pesos”, aseveran desde la asociación.

 

El pequeño productor necesita que los pagos se realicen en tiempo y forma. “Los pagos que llegan a fin de año no se reinvierten en el sector. En otras palabras, la supuesta y utópica reasignación de partidas a fin de año, según las declaraciones del citado legislador, para cubrir en parte la actual expoliación, no tiene efecto alguno. Sin embargo, el daño ya está hecho, es irremediable”, sostienen en su análisis.

 

 

Diversificación golpeada

 

En síntesis, este recorte de fondos de los pagos de los incentivos adeudados, en su mayoría desactualizados (hay productores que recién están percibiendo los incentivos de 10 años atrás), sumado a una descapitalización general de todo el sector productivo primario misionero, es para la Afome lo que “motiva que en la actualidad se plante menos de lo que se corta (se calcula que el 15% del consumo actual de Misiones proviene de Corrientes). Y las pocas nuevas plantaciones que se hacen, son obra de empresas grandes, que destinan recursos de otros ingresos a tal fin”, manifiestan. “Así, contrariamente a la propaganda del gobierno, las actuales medidas están eliminando a lo que era el orgullo de Misiones: sus miles de pequeños productores diversificados. Y Misiones concentra el 90% de los pequeños productores forestales del País, en la provincia no existe el productor forestal “puro” a nivel pequeño y mediano, sino que siempre diversifica entre la actividad agrícola, ganadera y forestal”, agregaron.

 

La forestación con fines industriales forma parte de la diversificación productiva de las chacras, todos los “forestadores” son a su vez yerbateros, tealeros, ganaderos, e incluso, muy pequeños productores tabacaleros. Normalmente, si tienen sobrantes monetarios por la comercialización de otros cultivos, lo invierten en plantaciones forestales, a modo de “cajas de ahorro”.

 

Las estadísticas oficiales publicadas por la Dirección de Producción Forestal del Ministerio de Agricultura de la Nación son alarmantes para la actividad: en la última década y dentro del marco de la Ley 25.080 se han forestado menos de 35.000 hectáreas por año y en todo el País, cifra que coincide con estimaciones de Afome de años atrás, pero muy lejos de las 100.000 hectáreas anuales que divulgaban funcionarios de primera línea de la Nación y algunas direcciones de Bosques provinciales.

 

De esta manera, advierten que el escenario productivo forestal para los pequeños productores es crítico en la provincia: “Las nuevas plantaciones forestales en Misiones no cubren las talas anuales. Se ha descapitalizado en la provincia las plantaciones forestales, a tal punto que se estima que, a pesar de los bajos niveles de actividad del sector industrial, el 15% de lo que se consume proviene de Corrientes. Y el sector foresto-industrial representa el 65% de la actividad productiva económica de la provincia. Por lo tanto, en términos forestales y de macro desarrollo regional, no se puede hablar de una “década ganada”, sino de “la década lamentablemente perdida”, señalaron.

 

Otro dato importante para analizar es que “al no materializarse la fábrica de celulosa en el norte de Corrientes, donde hoy “sobran” decenas de miles de hectáreas de plantaciones de pinos a alta densidad, sin otro destino que el celulósico, motiva no solo a que el precio del raleo y rollo fino sea muy bajo, (especialmente en la zona sur de Misiones) sino que impide que se manejen adecuadamente con raleo las nuevas plantaciones, por transformarse en antieconómico. Y a eso se le suma el peligro de propagación de plagas”, expusieron desde la Afome.

 

 

Descapitalización del sector primario

Para analizar la actual situación del sector forestal provincial, desde Afome evaluaron la situación de todo el sector productivo primario misionero.“Vemos con preocupación cómo año tras año, el sector primario misionero se descapitaliza en forma alarmante, sin que se den voces de alerta ante lo grave de la situación, que tiene un componente inocultable: el permanente éxodo del campo a la ciudad, la proliferación de asentamiento ilegales en las periferias y espacios verdes de las ciudades. Eso se ve, se nota, pero hasta ahora no hemos escuchado voces que lo relacionen con la descapitalización del agro misionero, por la pérdida en valores de intercambio de su producción”, cuestionaron.

 

Entre los ejemplos que expusieron, señalaron que “el  vale menos que el año pasado, $0,30 actuales contra $0,55 en el 2012 para el kilo de hoja verde. Nuestro cálculo es que debería valer $1,10. El tabaco se paga $13 el kilo, cuando se estima deberían tener un valor entre $26 y $31 según los ítems que se consideren. Se calcula que un productor tabacalero produce promedio 1.600 kilos, descontando insumos le quedarían $15.000 de ingresos al año, apenas un tercio de lo que gana un peón rural», indicaron.

 

En tanto, «en el caso de la madera, como rollo en pie, el valor es casi lo mismo que hace 4 años atrás. La ganadería tiene valores de años atrás, pero en ese caso, Misiones no es formadora de precios”, aclararon.

 

Realizando algunas comparaciones, recordaron que “en 1988, con 30.000 kilos de hoja verde de Yerba Mate se adquiría una F-100; hoy se necesitan unos 85.000 kilos para adquirir un vehículo similar. Un camión MB 1517 se adquiría con 22.000 kilos de yerba mate canchada, hoy se necesitan más de 55.000 kilos para adquirir un camión similar. En 1996 con un kilo de hoja verde de yerba mate se adquirían 1,2 litros de gas oil; hoy son necesarios 3,8 kilos de yerba para comprar igual cantidad. Se puede apreciar entonces que, ni siquiera en el caso de la Yerba Mate, donde Misiones y el norte de Corrientes son “formadores de precio”, en términos de intercambio, el productor deja de tener pérdidas cuantiosas. Eso explica la circulación de camiones y tractores obsoletos, sin mantenimiento adecuado. La solución proviene de lograr valores justos para el producto y no paliativos absurdos como agregar más chatarra a la que ya circula por las rutas y caminos de la región”, subrayaron en el documento, que expone varios ejemplos más.

 

Consideraron que “estos ejemplos exponen claramente la pérdida de poder adquisitivo del productor primario misionero. Se descapitaliza. El colono, como llamamos los misioneros, y su familia abandonan la chacra y se refugian en las periferias de las ciudades. Pasa de vivir de su producción a depender de los subsidios del gobierno. Se degrada como persona, en su origen, en su tierra. Esta es la realidad”, manifiestan.

 

En cuanto a las causas, más allá de las medidas políticas, enumeraron varias: “el descrédito de Argentina a nivel internacional, que motiva que hayan desaparecido los préstamos, a tasas accesibles, de bancos extranjeros para financiar las exportaciones (té, tabaco, cítricos, madera); el elevado “costo argentino”. Explicaron que, si bien «son muy lindos los feriados, los días de carnaval, los feriados “puentes”, etcétera, pero tienen un costo y alguien debe pagarlo, lo hace el sector más débil: el productor primario; la inflación y devaluación del peso, excepto para quien exporta, donde el valor de las divisas está desfasado, eso motiva que no se pueda exportar, como las maderas; o bien, si no hay otra alternativa y hay que exportar si o si (tabaco, te) deben pagarse miserias al productor primario para poder vender al exterior; y a todo esto se le suman impuestos “absurdos”, tanto municipales, como provinciales y nacionales, violando un elemental principio de economía: nunca se deben exportar impuestos. (La estabilidad fiscal bajo el amparo de la Ley 25.080 no se cumple)».

 

En este contexto, para que los números “cierren”, la producción primaria debe recibir valores muy bajos (té, yerba, tabaco). “El sector primario misionero se descapitaliza, la vida en las chacras se hace muy dura, la gente migra a las ciudades. Y no olvidemos, que forestal, ocupando solo el 11% del territorio de la provincia, aporta el 65 % de la producción. Hoy no se foresta, mañana no habrá maderas. Entonces, su caída es grave, repercute ampliamente en toda la población. Pero de eso no se habla. Se oculta. Se disfraza con noticias “populistas” de apoyo a actividades menores (huertas, piscicultura, etc), sin dudas importantes, pero de escala ínfima comparada con la forestal”, concluyeron desde Afome, advirtiendo -además- que “en la actividad forestal, los últimos 10 años han sido una “década perdida”, y el 2013 “pinta” como el peor año en lo referente a nuevas plantaciones forestales”.

 

 

Por Patricia Escobar

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