Profundo dolor y tristeza en la despedida de Lucas, la octava víctima de la tragedia de los tareferos

Lucas Rodríguez Da Silva(14 años) falleció esta mañana, alrededor de las 5 en el hospital Madariaga de Posadas, a ocho días del vuelco del camión que transportaba tareferos de manera ilegal, en el acceso al Salto Encantado y es la víctima fatal número ocho de esta tragedia. Sus restos están siendo despedidos por sus padres, hermanos, sobrinos, tíos, primos y compañeritos de la escuela, en el salón velatorio del municipio de Villa Bonita.

 

 

 

 

Pasadas las 12 del mediodía llegó la camioneta que trasladó los restos del pequeño de 14 años desde el hospital Madariaga de la ciudad de Posadas, hasta el salón velatorio de Villa Bonita. Allí lo estaban esperando familiares y amigos para el velatorio.

Todo era un clima tenso en el que predominaba la angustia, que se desató con la llegada del cuerpo de Lucas, que cuando ingresó al salón velatorio provocó el desahogo y llanto de todos los presentes, que no contuvieron sus lágrimas por la pérdida del jovencito, considerado un hermano, amigo, vecino y un compañero de la escuela.

Desde afuera se escuchaban los gritos de sus familiares, principalmente el de sus hermanos, “ese no es Lucas, no es mi hermano Lucas”, gritaba como negándose a aceptar la realidad Milagros, hermana menor. Luego otros dos hermanos mayores debieron ser atendidos por personal médico que se encontraba en el lugar para asistirlos. Agustín se desmayó, y tuvo que ser intervenido por el personal médico.

En diálogo con Misiones On Line, Jorge, papá de Lucas contó cómo fueron los últimos días de  su hijo en el hospital Madariaga, “desde un primer momento los médicos me dijeron que iba a ser complicado que Lucas quede bien. Anoche hubo corridas, los doctores hicieron todo lo que pudieron pero él ya no aguantó más”.

En medio de esa conversación llegan unos 60 compañeros de escuela de Lucas, todos ellos con sus guardapolvos, con caras de entender poco la situación que se estaba viviendo, los estudiantes fueron acompañados de  cuatro docentes, llegaron a saludar a Jorge y su familia.

Jorge se acercó y dijo “yo voy a cargar nafta en mi moto, y voy a ir a ver dónde fue el accidente que se llevó a mi hijo”.

 

 

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