El candidato a diputado de la Renovación sostiene que el próximo gran paso en Misiones debe venir de la mano de la educación. Y ya tiene en mente un proyecto para formar en carreras de grado a los jóvenes, especialmente en carreras vinculadas al agro y la forestación.
Durante su paso por Salud Pública recorrió una y mil veces cientos de kilómetros por las rutas misioneras preocupado por la fiebre amarilla o el dengue. Pero su mirada se amplió ahora escuchando a cada vecino durante la campaña electoral que lo tiene como segundo candidato a diputado de la Renovación. “Ya recorrió más de seis mil kilómetros en lo que va de la campaña”, dice con seguridad Carlos Báez, actual concejal posadeño y médico de profesión.
Báez siente que la Renovación tiene un rumbo marcado y eso fue lo que lo sedujo para sumarse hace ya siete años. “Esa es la fortaleza, que se mantiene a pesar de que pueda haber momentos que no son del todo favorables. Ahora necesita adquirir más solidez en los cuadros intermedios, que le darán continuidad al proyecto”, indica.
El futuro legislador –su lugar en la lista le garantiza el ingreso- sostiene que su fuerte es el contacto con la gente y su vinculación con lo social. Entiende que el próximo gran paso de la Renovación debe enfocarse en un cambio cultural para posicionar definitivamente a Misiones a la vanguardia del país y la región.
Y tiene en mente un proyecto para apuntalar la educación como uno de los pilares. “Debe ser un escalón superior, que no tenga vuelta atrás y eso se alcanza con la educación. La ley de Educación será el despegue. Pero tenemos que ir a buscar al hijo del colono, becarlo, acompañarlo durante su estudio y que después vuelva a Misiones a ejercer y si no quiere volver, que devuelva un porcentaje de su salario en cualquier lugar del mundo, para que otros chicos puedan seguir estudiando”, explica.
Entre las carreras prioritarias, mencionó a las ingenierías forestales y las que tengan vinculación con el agro, pero el sistema puede servir para cualquier carrera. “Aportaríamos para el estudio de grado de los jóvenes misioneros, especialmente los de las chacras o menores recursos y después deberían ejercer en Misiones o, si quieren irse, retribuir un porcentaje de lo que ganan como derecho formativo”.
“Tenemos que ir a buscar al hijo del colono y así convertiríamos a Misiones en una provincia verdaderamente formadora de recursos humanos, que servirán para las futuras generaciones, pero también para exportar a otras provincias o partes del mundo”, se ilusiona.
