Los trabajadores fueron echados de sus puestos que tenían en la empresa Mate Rojo en la ciudad de Oberá, porque se habían negado a trabajar bajo la lluvia. El capataz también fue despedido, Daniel Oscar Da Silva (37) contó que “me ofrecieron 30 mil pesos para que me calle la boca, pero los rechacé porque eso sería traicionar a mis compañeros de trabajo”. Ahora desde la empresa le dijeron que reincorporarían a los tareferos, que trabajan en negro, pero que a él lo van a indemnizar. Tres años trabajó en negro y recién este año lo blanquearon con un suelo de $ 900 mensual.
Audio ex capataz despedido. De "Nunca es tarde" FM 89.9
El capataz relató que por la mañana mantuvo una reunión con los directivos de la empresa, “ellos me tomaron como el cabecilla del reclamo, pero yo como capataz no puedo dejar que los echen así nomás a mis compañeros”.
Según cuenta Da Silva, sus 17 compañeros estaban trabajando en negro, y el martes 28 de mayo no quisieron trabajar bajo la lluvia y al día siguiente fueron despedidos de su trabajo. “estábamos trabajando en la chacra de Mate Rojo en Jardín América, y como llovía mucho no completamos la carga, al otro día me entero que no podíamos seguir trabajando porque la cuadrilla no quiso completar la carga fueron todos despedidos”.
“La empresa me ofreció 30 mil para que yo deje de pelear por mi gente, pero yo no acepté y voy a seguir luchando con ellos porque es el trabajo de ellos, si fuera por mí, yo agarro esa plata, pero no me sirve porque mis compañeros tiene familia y les tienen que dar de comer” contó Daniel a un programa radial vespertino. Además agregó que “como no acepté me dijeron que me echaban también y que me iban a indemnizar, pero yo me tengo que asesorar bien porque estuve 3 años en negro y recién este año me blanquearon con un recibo trucho en el que dice que cobro $900 por mes”.
Ahora Da Silva tendrá que esperar hasta el lunes o martes de la semana próxima cuando los representantes de Mate Rojo lo llamen para arreglar su situación, además le ofrecieron como negocio, volver a incorporar a sus compañeros pero que él ya no regrese a sus tareas habituales, “yo no puedo volver más a trabajar, porque me van a perseguir, cualquier cosita que se haga mal me van a culpar a mi”.
