Silvina Molina periodista, técnica en Comunicación Social, diplomada en Derechos Humanos de la Mujer, en la Universidad de las Naciones Unidas, con sede en Caracas, Venezuela, y una de las fundadoras de la Red PAR coordinó el encuentro en el que se reflexionó acerca de la práctica periodística en la actualidad y la necesidad de repensar viejas matrices que están cambiando. El debate giró en torno a las nuevas leyes vigentes que incorporan la temática de la violencia en todos sus aspectos y el discurso reproducen los medios de comunicación.
“Creo que el periodismo tenemos que replantearnos la profesión y siempre vamos encontrando distintas maneras de hacerlo. Cuando hablamos de violencia mediática que es algo específico que tiene que ver con la profesión. Este es el primer foro que se realiza en el país”, contó Molina.
En ese sentido como periodista sostuvo que muchas veces se incurre repiten modelos que reproducen representaciones violentas y que el desafío es analizar en forma permanente cómo mejorar las coberturas e incidir en colegas que no están concientizados. De la misma manera consideró válido y necesario que las distintas audiencias, los oyentes u los lectores interpelen a los profesionales de la comunicación ya que la sociedad toda, en conjunto debe trabajar para modificar estructuras que sostienen distintos modos de violencia en los medios de comunicación.
“Podemos trabajar desde la docencia y tratar de hacer pedagogía ajustando la mirada y enseñar a la gente dentro de las redacciones o en el mismo trabajo diario las otras posibilidades de relatar la realidad cuidando”, dijo Molina, y ello, teniendo en cuenta la legislación vigente como herramientas que hacen a un lenguaje inclusivo, no sexista e igualitario.
Como parte de la temática del foro, se puso en conocimiento de los presentes las actividades realizadas por la RED PAR entre las que se destacan la inclusión en el artículo 3° de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual del inciso M que establece que entre los objetivos de la norma se debe “Promover la protección y salvaguarda de la igualdad entre hombres y mujeres, y el tratamiento plural, igualitario y no estereotipado, evitando toda discriminación por género u orientación sexual”. Éste logro por parte de los periodistas fue el resultado de una campaña nacional que si bien tenía dos extensos artículos, se logró imponer participando en los debates abiertos que se realizaron en todo el país.
A todo ello se suman los principios que establece la ley nacional que adhiere la convención interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer de Belém Do Pará y el decreto presidencial que prohíbe la publicación de avisos de oferta sexual de julio del 2011.
En síntesis se deja en claro que debe haber una responsabilidad certera y conciente en el periodista o comunicador social en el tratamiento de ciertas temáticas relacionadas a la violencia a los efectos de no reproducir estereotipos discriminatorios e incluso en el uso del vocabulario cuando se traten de delitos o situaciones donde haya algún tipo sometimiento contra quien se encuentre en situación de vulnerabilidad.
