Caprice del Monte, el movimiento Slow Food con mirada misionera

Luciana Berggise y Nahuel Delgado de Caprice del Monte.

Luciana Berggise y Nahuel Delgado de Caprice del Monte.

Luciana Berggise y Nahuel Delgado son chefs y desarrollan la tendencia Slow Food (lo contrario de fast food) con productos y platos misioneros. Desde Aristóbulo del Valle promocionan al mundo la nobleza de los alimentos producidos en la tierra colorada en el marco de la tendencia que busca “volver a las recetas caseras”. 

 

Carpice del Monte, que en francés se traduciría como “antojo del monte” busca tiene como objetivo desarrollar la cocina regional en el marco de la tendencia Slow Food cuyo sello distintivo se opone a la comida rápida y post de “el regreso de las comidas que hacía la abuela”. La propuesta de los jóvenes profesionales se presenta como comida regional fusión, que mixtura recetas típicas de la tierra colorada con toques de la cocina francesa e italiana.

 

Luciana y Nahuel, ambos egresados del ICET, contaron que hace un par de meses descubrieron una veta que hasta ahora no había sido explotada en la gastronomía misionera y que a raíz de ello se lanzaron al mercado con una propuesta diferente que también dio lugar a charlas y capacitaciones.

 

“Nosotros organizamos charlas de gastronomía regional misionera orientada al turismo actual en Alem y Aristóbulo del Valle. Presentando diferentes propuestas que fueron muy bien aceptadas por el público”, explicó Luciana. En tanto Nahuel sostuvo que la idea es seguir con este tipo de encuentros dándole el valor que en algunos sitios han perdido los alimentos naturales que son característicos de la zona.

 

“El movimiento Slow Food tuvo sus inicios a finales de los años 70 y principios de los 80 rechazando la comida rápida, los elementos como conservantes y aditivos que se sumaron a los alimentos en las grandes cadenas de producción. Fue una iniciativa que comenzó en Italia y se extendió a varios países. En Misiones hay dos convivium, que serían los referentes del movimiento argentino, uno está en Oberá y el otro en Posadas. Esperamos poder concretar uno en Aristóbulo del Valle”, dijo Nahuel.

 

 Entre los platos destacados por mencionar algunos se encuentran los profiteroles de mandioca rellenos con queso y charque, los mbeyú con crema de palta y la bondiola con un salteado de chuchú e higos caramelizados, entre otros.

 

Pero la historia no termina allí, ya que los representantes de Carpice del Monte pudieron participar de la feria nacional Caminos y Sabores que se realiza en Buenos Aires en dos oportunidades, junto a Carlos Heber Carson y en sus charlas sobre la gastronomía relacionada al turismo cuentan con el aporte del profesor de Filosofía, Juan Tresols quien presenta los aspectos relacionados a la historia de la cocina regional y sus mutaciones a través de los años. En ese aspecto también ahonda en los orígenes de las variaciones en el arte culinario misionero en contacto con las distintas culturas de inmigrantes.

 

Los interesados en obtener más información pueden ingresar a la página https://www.facebook.com/CapriceDelMonte o comunicarse telefónicamente al 03755-15601046 / 15308669.

 

 

Sobre el Slow Food  

 

Slow Food nació en 1989 en oposición al «fast food» y a la «fast life», para recuperar las tradiciones alimentarias locales, luchar contra la pérdida de interés por nuestros alimentos, su sabor y sus orígenes, y para demostrar cómo nuestras decisiones alimentarias influyen en el mundo.

 

Hoy Slow Food es un movimiento presente en 150 países con una red de 100.000 socios agrupados en asociaciones locales llamadas conviviums que trabajan para defender su cultura alimentaria local.

 

Slow Food defiende la biodiversidad en la oferta alimentaria, impulsa la educación del gusto y pone en contacto a productores de alimentos de calidad y a coproductores a través de múltiples iniciativas. Creemos que todos tenemos el derecho fundamental al placer, y que somos responsables de proteger un patrimonio alimentario, tradicional y cultural que hacen parte de ese placer posible. Nuestro movimiento ha sido fundado en torno al concepto de ecogastronomía: reconocimiento de la fuerte conexión entre la comida, el terruño y el planeta. Según Slow Food la alimentación debe ser buena, limpia y justa. Los alimentos deben tener buen gusto, deben ser producidos sin dañar el ambiente, las especies animales y nuestra salud, y los productores deben ser retribuidos justamente. Nos consideramos coproductores y no consumidores. Queremos ser informados sobre los modos de producción de lo que comemos, y el apoyo a quienes lo producen hace de nosotros un socio activo de todo el proceso.

 

En nuestro país la Red de Cocineros Slow Food Argentina fue fundada por Otilia Kusmin, en 2007, quien desde ese momento fue la Coordinadora Nacional de la Red de Cocineros. Fueron Miembros fundadores también Alejandra García Hauw  y Andrés Brunero. Así comenzó la promoción en el país apoyada por numerosos eventos temáticos más visitas a mercados.

 

En 2009 se renueva el cargo y pasa a ser la Coordinadora Nacional de la Red de Cocineros Slow Food, Alejandra Garcia Hauw, quien lo fue hasta julio de 2012.

 

El nuevo coordinador Nacional de la Red es Juan Pablo Carrera, cocinero y socio del  Convivium Mar del Plata. (Más información en http://slowfoodargentina.com ). 

 

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