Reflexión dominical del pastor Guillermo Decena

La gracia de Dios no saca ni anula la poderosa moralidad de la Palabra de Dios. Estas leyes morales son directivas, pues nos dirigen hacia la victoria en todos los órdenes de la vida. Jesús habla de ser grandes o pequeños en el Reino de Dios, eso depende de nuestra comunión con Él y nuestra obediencia. Por eso hoy veremos: La maldición del Legalismo.

Gálatas 3:10  Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas.

Es este un tema serio, pues hace que muchos creyentes no vivan en plena bendición.

Tendríamos que entender tres cosas importantes:

1). LA EXISTENCIA DE DOS PACTOS DE DIOS CON EL HOMBRE.

El antiguo testamento o pacto antiguo que Dios hace con Israel a través de la ley dada a Moisés. Donde se traza las formas como Israel debía presentarse ante Dios, y como los pecados del pueblo serían perdonados. Este pacto antiguo tenía varias simbologías que fueron importantes para la época y que eran un mensaje poderoso para Israel. Señal del pacto era el sábado, para cumplirlo se debían hacer ritos, como sacrificar un animal, y muchas cosas más, además de condenar a pena de muerte a los que no observaban. Éxodo 31:13. Dice el sábado es claramente  señal del pacto entre Dios e Israel.

También la circuncisión era una señal que debían llevar los hombres pertenecientes al pueblo de Israel. Otra de las señales del pacto viejo era la observancia de las comidas y el no comer sangre. Poderosos símbolos de un pacto que caducó. Y para no estar en maldición había que cumplir todo, no una parte.

El Pacto nuevo es a través del sacrificio de Cristo,  una vez y para siempre fue derramada su sangre  por la humanidad. Trae consigo un cambio interior, en el corazón, dado por el advenimiento del Espíritu Santo a la vida de la persona. Los símbolos viejos pasaron, por eso Pablo el apóstol le enseña a la Iglesia que:

Colosenses  2:14  anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

2:15  y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

2:16  Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,

Esto marca una poderosísima verdad, nadie te puede acusar de no cumplir esas prácticas rituales del viejo pacto pues ya estás bajo el superior pacto de la sangre de Cristo!

 

2) CUIDADO CON EL LEGALISMO.

Gálatas 2:16  sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

Justificar es demostrar su inocencia con algún tipo de papel o documentación. Como cuando alguien no va a trabajar, pero presenta un certificado médico que atestigua su enfermedad. Asimismo delante de Dios nadie podrá presentar a las obras de la ley, como un documento, para poder salvarse en el juicio de Dios.

Pero el legalismo que trae la maldición es pretender demostrar mediante una obra que soy tan bueno para merecer la salvación. “Dios soy tan bueno que debes hacer una excepción!!”, eso es presunción y soberbia. Dios lo dice en su palabra, todos somos pecadores y estamos destituidos de la presencia de Dios (Romanos 3:23). Y esto incluye también a todos los seres humanos con reputación de santos, como por ejemplo María la madre de Jesús, o todos los apóstoles y demás personas que con vidas consagradas e inmensas virtudes han creído en Jesús. Todos, inclusive ellos, necesitamos de la gracia de Jesús, pues nadie podrá ganarse la salvación de otra manera. Porque si fuera de otra manera, estas personas hubieran muerto en la cruz del calvario, y Jesús no hubiera tenido la necesidad de venir al mundo…

El legalismo que trae maldición es pensar que si hacemos las cosas que imaginamos “SALVADORAS” entonces mereceremos la salvación, por ejemplo vestirse de una manera o de otra, o pensar que ir a una iglesia en particular me trae la salvación, o hacer alguna practica o acción especifica. Esto es salirse de la gracia de Dios.

O también una idea legalista es “si te bautizas y serás salvo”. Una idea legalista que trae maldición es “somos la única iglesia que puede darle salvación”. Pero déjame decirte algo, no hay nada que puedas hacer que te de acceso al cielo, sino solo creer en Cristo y tener fe en Él.

Gálatas  5:4  De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.

5:5  Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia;

5:6  porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión (señales del viejo pacto), sino la fe que obra por el amor. 

 

3) ¿SOMOS HOMBRES SIN LEY?.

Romanos_6:15  ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.

Esta pregunta es la misma que se hacen muchísimas personas. Pero debemos entender muy bien. Nada de la antigua ley nos puede ayudar para justificarnos delante de Dios, pero todo lo que enseña es bueno y marca una dirección para poder crecer espiritualmente y tener felicidad en la vida. Cumplimos la ley no para salvarnos, sino porque ya hemos creído en Cristo, porque somos salvos.… porque estamos bajo la sangre de Cristo y tenemos la ley escrita en nuestro corazón y sabemos cómo agradar al Padre Celestial. Dios espera que cumplamos sus directivas. Todo lo que hacemos de bueno no lo hacemos para salvarnos, sino que lo hacemos porque somos salvos y amamos a Dios, y ese estado de relación con Dios nos da luz para entender la mente de Dios, y tratar de obedecerle.

Mateo 5:19  De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

La gracia de Dios no saca ni anula la poderosa moralidad de la Palabra de Dios. Estas leyes morales son directivas, pues nos dirigen hacia la victoria en todos los órdenes de la vida. Jesús habla de ser grandes o pequeños en el Reino de Dios, eso depende de nuestra comunión con Él y nuestra obediencia. Dios te bendiga. 

 

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Predicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través dewww.centrofamiliarcristanoweb.org

 

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