Dormir en la selva es una opción cada día más atractiva para aventureros

El segmento del turismo en lodges crece a pasos agigantados en Misiones. Desde hace algunos años se construyeron varios establecimientos hoteleros en medio de la selva, empujados por una demanda creciente de turistas aventureros dispuestos a pagar el precio de dormir en medio de la naturaleza con el confort y los servicios de un hotel cinco estrellas. 

El segmento del turismo en lodges crece a pasos agigantados en Misiones. Desde hace algunos años se construyeron varios establecimientos hoteleros en medio de la selva, empujados por una demanda creciente de turistas aventureros dispuestos a pagar el precio de dormir en medio de la naturaleza con el confort y los servicios de un hotel cinco estrellas.

Con el incentivo del Gobierno provincial al desarrollo hotelero en las 600 hectáreas de Iguazú, crecieron varios lodges y hoteles en la selvática zona al lado del Parque Nacional Iguazú. La empresaria Patricia Durán fue la pionera hace cinco años.

“Fue una idea que nos surgió porque en Iguazú no había ninguno y había un gran público que buscaba este mercado, sobre todo el francés, con el que estábamos vinculados a través de nuestra agencia de viajes. Fuimos dando forma a la idea y vimos los lugares que había para construir en la selva. El lodge fue adaptado a los árboles y replantamos 1.500 especies para atraer aves, mariposas y animales. El tiempo nos dio la razón”, cuenta Durán, propietaria de La Aldea Lodge, que tiene la rareza de estar en medio de la selva pero a minutos del centro de la ciudad de Puerto Iguazú.

 

 

 “Estamos muy contentos porque la respuesta de la gente es maravillosa. Hospedarse en el lodge es una gran experiencia, porque se pueden hacer caminatas, hay puentes colgantes, la gastronomía está pensada con detalles  misioneros, con dos cheffs muy buenos que le agregaron sabores de la yerba mate y pensaron en bebidas típicas. En general, todo el hotel tiene una composición con temática misionera”, explica.

 

 

También los trabajadores del lugar son misioneros, excepto uno, que ya se considera local después de pasar mucho tiempo en la tierra roja. Pero uno de los requisitos para poder entrar es manejar por lo menos un idioma más, sea inglés o portugués.

 

 

Durán invirtió doce millones de pesos en la construcción del lugar, que tiene 24 habitaciones y respeta todo el entorno selvático. En cada habitación, rodeada de árboles al alcance de la mano, hay una combinación de madera y piedras que se confunde con la selva. En la edificación trabajaron artesanos y aborígenes y ahora espera duplicar la cantidad de habitaciones y habilitar nuevas salas.

 

Su amor a la naturaleza la hizo pensar en otro desarrollo y así nació el Biocentro, que inicialmente iba a ser un mariposario y orquidiario, para devolver especies a la naturaleza. Hoy se reintegran a su hábitat después de cuidarlas en laboratorio donde trabajan tres personas a tiempo completo, unas 300 mariposas por día. Pero lo que iba a ser un espacio para contemplar plantas o aves, creció rápidamente y hoy alberga a diversos animales, lagartos, serpientes y hasta un cocodrilo. Muchos animales fueron donados por Alejandro Urs Vogt, un médico de Oberá, también amante de la naturaleza.

 

 

Además de la Aldea Lodge, hay ocho hoteles más que están funcionando dentro de las 600 hectáreas y tres que abrirán este año. La selva es un poderoso atractivo para el turista más exigente. Por eso, el desarrollo no se detiene en Iguazú. Andresito es otro destino que comienza a abrirse a hoteles de este tipo.

 

 

Yacutinga Lodge es el pionero en Andresito, que ya sumó a Surucuá lodge. Cabure-í, y Carayá biolodge, un hostel en 90 hectáreas, además de San Sebastián de la Selva, un alojamiento rural con enfoque naturalista, creado por Ramón Jenssen, un conocido fotógrafo de aves. También están las Cabañas Don Valentín, sobre Cabureí.

 

La municipalidad de Andresito estableció un régimen de promoción para incentivar la inversión hotelera, con la idea de fomentar el ecoturismo ya que crea muchas fuentes laborales –se calcula que por cada cama hay tres empleados-.

 

 

También busca atraer a un segmento incluso más exclusivo, con safaris de lujo con no más de 24 camas.

 

 

El grupo chileno Latin Quest, planea la apertura de un hotel en áreas de concesión en el parque Urugua-í. Ya han comprado tierras en Andresito y esperan la autorización del ministerio de Defensa –por ser zona de frontera- y del ministerio de Ecología de Misiones.

 

 

“Es un proyecto interesante, no es grande, pero está destinado a un público de alto nivel adquisitivo y de servicios. Nos interesa por el impacto laboral”, cuenta Hugo Cámara, secretario de Planeamiento y Desarrollo Local de la municipalidad de Andresito.

 

 

El lodge se instalaría sobre el río Iguazú, aguas arriba del arroyo Yacutinga, en la segunda península, en un predio de 90 hectáreas.

 

 

Se calcula que el turismo de safaris podría atraer a 30 mil turistas anuales en un plazo no mayor a cinco años. El pernocte de este segmento es de siete a diez días, con un gasto diario de 500 dólares por persona y podría generar ingresos por 110 millones de dólares.

 

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