El juez se apartará de la causa Taty Piñeiro por amenazas y agresiones

Taty fue asesinada en julio del año pasado en Puerto Esperanza.

Taty fue asesinada en julio del año pasado en Puerto Esperanza.

Los familiares de la víctima y del acusado agredieron al magistrado y amenazaron a su familia. Pero en la causa no hay indicios que avalen las acusaciones o que revelen datos sobre la participación de otras personas en el horrendo asesinato. 

El juez Juan Fernández Rizzi se apartará de la investigación por el homicidio de la adolescente Lieni “Taty” Piñeiro producto de un escenario violentado por las agresiones y amenazas sufridas por parte de familiares que pidieron su recusación pese a haber habilitado todas las acciones reclamadas. Sin embargo, no hay ningún elemento que pueda hacer variar el curso de la causa que conmocionó a Puerto Esperanza, ya que todos los datos obtenidos y la declaración de los testigos, llevan a un único asesino: Hernán Céspedes. Las muestras peritadas por Colegio Oficial de Farmacéuticos y Bioquímicos de Capital Federal, de cuya unidad de análisis de ADN es director Gustavo Penacino, no dejan lugar a dudas. El especialista certificó que no se encontraron muestras de más de una persona, ni de sangre ni de semen. 

 

Los hisopos conteniendo semen coinciden con los datos del joven que fue detenido y murió en la cárcel, en un 99,99 por ciento, lo mismo que los vestigios de sangre en la uña de la mano derecha de Lieni, al igual que con la piedra hallada en el lugar, con la que la golpearon, el trozo metálico de una navaja, el pelo en el casco de Céspedes. En la investigación de más de tres cuerpos, nada indica que haya habido más de una persona al momento del asesinato y que fue violada por uno solo, de acuerdo a las muestras vaginales y anales recolectadas. 

 

También se encontró suciedad y sangre en el pedal de arranque de la moto de Céspedes que coincide con la hallada en la escena del crimen, que además dio positiva para la muestra de Luminol. Otras quince muestras peritadas no muestran datos diferentes. 

Además, en la vivienda del joven y de una de sus hermanas, se encontraron ropas escondidas, el celular de la adolescente asesinada y una navaja pequeña, que coincide con las heridas encontradas en el cuerpo. En la causa hubo seis líneas de investigación abiertas en paralelo y declararon decenas de testigos. Ninguno aportó datos relevantes y hasta la novia del joven admitió que él le pidió que mienta para darle una coartada la noche del crimen. Inicialmente la chica había dicho que pasaron la noche juntos en casa de su abuela. Pero la anciana descartó de plano esa posibilidad cuando fue visitada por la Policía. “Yo soy chapada a la antigua”, respondió a los investigadores. 

 

La jovencita tuvo que admitir que mintió para favorecer a su enamorado, pero que éste le había contado que “alzó a Taty porque ella pidió que pare”.Carolina O., la última que vió con vida a Taty, relató que Céspedes las siguió y que su compañera de curso no quiso subir a la moto con él. “Me anda jodiendo”, dijo que le contó Taty. Después, en rueda de reconocimiento, sin conocerlo personalmente, encontró parecido entre aquel jóven de la noche fatídica y el que estaba detenido. 

 

Las fotos del expediente no revelan que el cuerpo de la adolescente haya sido manipulado, cambiado de lugar o lavado, como denunciaron los familiares. Los horarios impresos en las imágenes no dejan lugar a dudas: fue hallada al amanecer del 12 de julio del año pasado y tres horas después se hicieron las primeras pericias. Las fotografías no muestran siquiera un cambio de posición. Muestran que los cabellos que estaban en una de las manos de la chica asesinada, eran un mechón negro y corto. No rubio ni largo, como dicen los familiares. También se descartó la presencia de alcohol, drogas como cocaína o marihuana o pastillas estimulantes en los restos de la adolescente. Todas las pruebas fueron certificadas por el fiscal y el defensor oficial antes de ser giradas al Cuerpo Médico Forense. 

 

El dueño de FM Imperio de Puerto Esperanza, Daniel Ortigoza, quien se hizo de unas fotos de la chica asesinada en un camino vecinal y había deslizado versiones sobre supuestas participaciones en el crimen, negó ante el juez tener algún dato personal ni conocer a quien sabría algún elemento esclarecedor. En cambio, admitió que había perdido un contrato publicitario de la municipalidad de Puerto Esperanza al poco de haber involucrado a “los hijos del poder”. 

 

Tampoco el abogado Juan Carlos Selva Andrade, quien insólitamente representa a las familias de la víctima y acusado, pudo precisar los motivos de la recusación planteada ante Rizzi, ya que todas las medidas que pidió, incluida la exhumación del cadáver, fueron consentidas. Apenas aduce la “firme creencia” y rumores que supuestamente circulan por el pueblo, de que estarían involucrados “hijos de un grupo acomodado”. “Un convencimiento generalizado”, insiste, sin dar una sola prueba. 

Para el juez, la causa por el femicidio de Taty está esclarecida, más allá de que se abrió una paralela por la muerte de Céspedes, ahorcado en su celda en una comisaría de Iguazú. Pero aquí tampoco hay elementos que despierten suspicacias: catorce presos había en la noche en que se colgó. Ninguno dijo haber visto u oído nada extraño. El chico se habría ahorcado usando un cordón de un buzo. Por esa muerte, Fernandez Rizzi ordenó la detención de toda la guardia y los efectivos siguen imputados. Pero la autopsia no reveló golpes ni otras heridas. 

Violada y golpeada

El 12 de julio de 2012 hallaron el cuerpo sin vida de Lieni “Taty” Piñeiro en un trillo que divide a los barrios El Progreso y Esperanza II. A solo 200 metros de donde residía el único sospechoso de la causa, yacía el cadáver de una estudiante ultimada con mucha saña.La estudiante de 18 años estaba semi desnuda, sobre un enorme charco de sangre. Los médicos certificaron horas después que la joven fue violada, masacrada con golpes y cortes producidos por un arma blanca.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas