Cruzarán datos de celulares para buscar vínculos de Ojeda con ladrones

Se dispondrán medidas en las próximas horas para determinar si hubo contactos entre el uniformado y delincuentes que cometieron atracos en la ciudad de Puerto Iguazú. Sus colegas apuntan a que “liberaba” la zona para los robos.

El juez Juan Fernández Rizzi se dispone a ordenar el cruzamiento de datos de teléfonos celulares para determinar si el que pertenecía al comisario Carlos Alberto Ojeda tuvo contactos con delincuentes en momentos previos a un robo y si mantenía diálogos que permitirían dilucidar que haya cobrado dinero producto de robos y venta de estupefacientes.


El magistrado, que ordenó la detención del ex jefe de Investigaciones de la Unidad Regional de la Policía de Puerto Iguazú, dispondrá de equipos de última generación para el cruzamiento de datos que echen más luz sobre las acusaciones que pesan sobre el uniformado.

Hasta ahora la investigación cuenta solo con testimonios y relatos que inducen a pensar en un vínculo entre el policía y grupos de delincuentes. Lo más fuerte que tiene la causa es que habría facilitado el robo a Western Union, ocurrido el 6 de abril pasado. Por el caso fueron detenidos Lucas R, más conocido como el hombre Araña por su habilidad para trepar paredes y Diego B., ambos de 23 años.


El día del robo, Ojeda era el jefe de Guardia de la Unidad Regional en Iguazú y minutos antes del atraco, había modulado por radio preguntando dónde estaban los móviles de la Unidad I. Supuestamente, al comprobar que estaban lejos de la oficina de Western, en pleno centro de la ciudad, dejó la zona liberada para los ladrones. La comunicación radical fue pasadas las 5.30 de la mañana y a las 5.50 se produjo el robo que quedó filmado. A raíz de las grabaciones, se pudo dar rápidamente con los cacos y recuperar parte del dinero, primero en un allanamiento en el barrio Villa 14 propiedad de Lidia O., pareja de uno de los sospechosos, donde se incautaron 40.000. Más tarde en la vivienda de otro familiar sobre la intersección de las calles 1º Mayo y Marta Schwartz se hallaron 41.000. El tercer allanamiento fue en Villa Tacuara en la vivienda de Diego B. donde se secuestraron cerca de 33.700 y finalmente se incautaron 11.100 en billetes y monedas en otra vivienda.


Días antes, había ocurrido otro robo, en el supermercado Par-Bras. Ojeda habría alertado a los delincuentes que la Brigada estaba tras sus pasos. Ante las sospechas de filtraciones y atando cabos, los integrantes de la Brigada comenzaron a sospechar de sus propias filas. Así señalaron a Ojeda, quien aparecía en algún eslabón de cada hecho. Lo separaron de la investigación del robo a Western y su situación comenzó a complicarse cuando un imputado lo señaló como contacto frecuente para “arreglar las cosas”. Incluso, habría un mensaje de texto -que se pretende recuperar- que menciona específicamente a Ojeda como «que va a venir a cobrar» su plata.


Fernández Rizzi advierte que “vamos a investigar todos los datos” que aparezcan. En paralelo, se abrió una investigación federal por supuestos vínculos de un oficial de esa fuerza, además de otra causa por enriquecimiento ilícito de algunos integrantes de ambas fuerzas.

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