El investigador Nelson Bracesco asegura que la yerba es capaz de proteger el ADN y favorece su recuperación, lo que previene mutaciones potencialmente cancerígenas. Señala además que trabajos realizados en Estados Unidos revelaron que se comportaría como un antiiflamatorio natural que actúa a nivel molecular.
Nelson Bracesco es un científico uruguayo cuyo principal objeto de investigación es la yerba mate y como incide su consumo en la salud. Asegura que nunca se propuso promocionar al producto, sino conocerlo mejor. En ese camino, pudo determinar que tomar mate ayuda a preservar el ADN y con ello, a prevenir el cáncer.
“En el laboratorio de radiobiología de la Facultad de Medicina (de Montevideo) estudiamos la protección de productos naturales, en particular hacemos hincapié en derivados de la yerba mate frente a radiaciones. Vimos que la yerba es capaz de proteger el ADN, el genoma, no solo por su efecto antioxidante sino por interacción con cadenas de trasducción, expresando distintos genes que colaboran en la reparación. Estamos yendo un poquito más fino y hemos encontrado que hay una modulación a nivel genético por componentes de la yerba mate”, aseveró.
Indicó que el origen del cáncer está una lesión a nivel del ADN, cuando este tiene un daño y no se repara correctamente se genera una mutación. “Las mutaciones acumuladas se transforman en un posible cáncer, entonces si agregás sustancias que mejoren la reparación disminuís la probabilidad de que ocurra el cáncer”, sintetizó.
Otra de las propiedades de la yerba mate sería la de combatir las inflamaciones. Según Bracesco, en estados Unidos descubrieron que la infusión “apaga” genes relacionados relacionados con la inflamación. “Se estudió con una de las técnicas más modernas que existen en biología molecular, viendo como se expresan distintos genes. Se pudo determinar componentes de la yerba apagan genes relacionados a la inflamación. Actuaría como un antiinflamatorio natural”, dijo.
Con el humo a otra parte
El científico advirtió que se publicaron informaciones confusas que señalaban a la yerba como posible causante de cáncer por ingesta de benzopireno, un tipo de compuesto químico cancerígeno que se forma durante la combustión de materia orgánica como carbón, leña o petróleo.
Bracesco reconoció que la yerba tiene ese tipo de componente, que se incorpora al producto durante el proceso de secado, pero advirtió que es muy poca la cantidad que pasa a la infusión, es decir al líquido que ingiere el tomador de mate. “Esta sustancia se diluye muy poco en el agua entonces hay que separar los tantos, una cosa es la yerba y otra es la infusión. Si se analiza el agua que uno ingiere cuando toma mate, se encuentran cantidades ínfimas de benzopireno, muchísimo menores a las que uno se expone cuando sale a la calle y respira el humo de los autos por ejemplo”, aseguró.
Recordó que también se publicaron artículos que relacionaban al consumo de mate con el cáncer de esófago, pero los nefrólogos revisaron esa cuestión y determinaron que no hay elementos para decir tal cosa. Determinaron que el mate puede provocar un cáncer de esófago solo si se lo consume muy caliente, por encima de los 70 grados, pero ocurre que la ingestión de cualquier bebida a esa temperatura provoca lo mismo.
