Militares de Paraguay y Brasil entrenan para combatir vuelos ilegales

El Parbra III, tercer ejercicio conjunto de las fuerzas aéreas paraguaya y brasileña de interceptación de vuelos ilegales, optimiza el entrenamiento del personal militar y civil paraguayo, destacaron responsables de la operación.

El ejercicio militar, que Paraguay aceptó por ley en el 2001, tuvo ayer un capítulo especial con los periodistas, dado que fueron parte del entrenamiento al volar en los aviones que sirvieron de blanco a las aeronaves militares interceptadoras, como los T-27 Tucano, lado paraguayo, y los A-29 Super Tucano, en el lado brasileño. En una primera etapa, la práctica fue en Concepción y luego en Campo Grande.

Los militares de ambos países, responsables de la práctica, destacaron que estas simulaciones son muy útiles porque optimizan la transferencia mutua de información y el empleo de recursos humanos y materiales. Un militar paraguayo aseguró en Concepción que ahora se puede afirmar que el personal militar y civil paraguayo están convenientemente entrenados para custodiar el espacio aéreo nacional. El Parbra III involucra a unos 150 militares y 10 civiles, indicaron.

Los uniformados brasileños, como el comandante de la Base Aérea de Campo Grande (BACG), Cnel. Mendonca, enfatizaron en que el entrenamiento mejora la capacidad de ambos países en la detección e interceptación de vuelos irregulares, sobre todo en las zonas fronterizas. Brasil, desde el 2004, puede derribar los aviones irregulares, no así nuestro país, que únicamente por las leyes internacionales puede hacer disparos intimidatorios. Los uniformados brasileños consultados reconocieron que hay un fuerte flujo de vuelos irregulares desde nuestro país.

La BACG está ubicada en el predio del aeropuerto de Campo Grande y ocupa un espacio de 530 hectáreas. En el lugar operan unos 20 Super Tucano y varios aviones de carga y helicópteros. Es considerada una de las sedes aéreas más importantes del Brasil. Los militares brasileños explicaron que las intercepciones de aeronaves en la frontera con Paraguay son frecuentes, pero no siempre los aviones transportan droga o armas. Muchas veces son auxiliados por los aparatos militares brasileños por diferentes inconvenientes técnicos, según indicaron.

El Parbra III comenzó el lunes y concluye mañana. (Campo Grande, capital de Mato Grosso do Sul, Brasil, Roberto González A., Aldo Rojas y Gustavo Báez, enviados especiales ABC-Color)

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