En la terminal de Posadas no operaron servicios de larga distancia el fin de semana y hubo pasajeros varados. Multarán a empresas y al sindicato por el paro de choferes
A pesar de que el Gobierno nacional impuso el sábado un aumento salarial de 23 por ciento para los trabajadores del volante, tal como venían reclamando en paritarias, el sindicato que los representa no levantó el paro nacional que desde la tarde del jueves mantiene paralizados a los servicios de transporte de pasajeros de larga distancia de todo el país.
En la terminal de Posadas el movimiento durante todo el fin de semana se redujo a menos de la mitad, ya que los únicos servicios que operaron fueron los de media distancia. Pasajeros que habían comprado sus boletos para viajar a distintos puntos del país quedaron varados y debieron procurarse otro medio de transporte para volver o buscar alojamiento a la espera de que se resolviera el conflicto.
Desde la Gerencia de Fiscalización de la CNRT informaron que 130 empresas fueron sancionadas (228 actas de infracción) por dos motivos principales: incumplimiento de servicios y no atención a los usuarios (boletería cerrada).
Las empresas denunciadas fueron conminadas a la devolución de los pasajes. El lunes se las notificará y en caso de no responder serán sancionadas con el pago de una multa de 7.500 pesos por desobediencia y de 1.500 pesos por no devolver el pasaje.
El Gobierno aseguró que existe una “complicidad” para mantener la suspensión del servicio de larga distancia, “No quiero pensar que hay complicidad entre empresarios y algunos dirigentes sindicales para volver al sistema de subsidios”, expresó el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien remarcó que «no se entiende que siga el paro de la UTA si el Ministerio de Trabajo y del Interior ya resolvieron un aumento salarial del 23 por ciento”.
En tanto, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, sostuvo que «está claro que la UTA está de acuerdo con el sector empresario y que la situación permite que la patronal se escude en el paro para no otorgar el incremento salarial y además poder presionar al gobierno en función de volver a los subsidios».
