Reflexión dominical del pastor Guillermo Decena

Si tu vida se caracteriza por confusión, conflicto, frustración o falta de dirección, significado o perspectiva, es una indicación de que en el área hay problemas en el orden. Donde no hay orden no hay luz, lo primero que hace Dios es hacer la luz, el orden y la luz van de la mano. El desorden siempre va acompañado de tinieblas, por eso hoy vamos a ver “un Dios de orden”.

Génesis 1:1  En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Génesis 1:2  Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Génesis 1:3  Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Vemos que Dios es un Dios de orden por las estaciones, por las órbitas solares y las mareas. Podemos ordenar nuestras vidas porque sabemos lo que sucederá, con que precisión el sol se pondrá y volverá a salir. Dios ha puesto en movimiento leyes que podemos estudiar mediante la ciencia.

Lo que observamos en este pasaje bíblico de la creación es que sin la intervención del Espíritu Santo hay desorden y cuando empieza a moverse comienza a ordenarse todo. Veamos en la Noé, José, Moisés y David. Todos ellos fueron hombres de responsabilidad y orden. Eran disciplinados y dedicados, y algo que siempre se ve en personas ordenadas son respetuosas de la autoridad. Se sometieron a los mandamientos de Dios. Fueron fuertes y valientes, porque entendieron el poder de una jerarquía y autoridad divina. Siguieron órdenes, conociendo el poder que tenían a su disposición al someterse a Dios. En el Nuevo Testamento, Pablo nos insta con respecto a la iglesia de Dios: “Pero todo debe hacerse decentemente y en  orden” (1° Corintios 14:40).

Cuando hay falta de orden, rango o cadena de mando; siempre que la directiva no está presente; o siempre que un código de conducta no se percibe o se entiende, produce vacío, falta de propósito y falta de significado.

Si tu vida se caracteriza por confusión, conflicto, frustración o falta de dirección, significado o perspectiva, es una indicación de que en el área hay problemas en el orden. Donde no hay orden no hay luz: lo primero que hace Dios es hacer la luz, el orden y la luz van de la mano. El desorden siempre va acompañado de tinieblas.

Hay que decidir revertir el perpetuo ciclo de desorden, para no seguir experimentando ciclos de fracaso. Este principio está ilustrado por la ley de la entropía: la tendencia que la energía tiene a disiparse y pasar de un estado de orden a otro de desorden. La entropía puede definirse como una dispersión de energía. A menos que aproveches intencionadamente el tiempo y la energía, a menos que la ordenes con la autoridad que se te ha dado, tu vida se disolverá en un estado de caos, y nunca experimentarás la vida de significado y fruto que Dios quiere para ti. No solo dejes que sucedan cosas al azar; haz que las cosas sucedan. Vemos en el pasaje que Dios el Creador aprovecha tiempo y recursos, el desordenado desaprovecha su tiempo y sus oportunidades.

 

1). Un Dios de Orden Para avanzar

En el libro de Números capítulos 1 y 2, la Biblia muestra que Dios quiere a un pueblo que marche ordenadamente. Todos acampaban alrededor del tabernáculo, pero no de cualquier manera sino como se le ordenaba al líder Moisés.

Los hijos de Israel acamparán cada uno en su campamento, y cada uno junto a su bandera, por sus ejércitos; (1:51-52)

En el capitulo dos Dios le da a Moisés del orden en que acamparía todo el pueblo alrededor del Tabernáculo, cada uno con su estandarte.

E hicieron los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová mandó a Moisés; así acamparon por sus banderas, y así marcharon cada uno por sus familias, según las casas de sus padres (2:34).

Hasta este momento esta es la característica del pueblo, hacían todo conforme a lo que mandó Jehová. ¡Que bendición es hacer las cosas de acuerdo a lo que dice Dios y no de acuerdo a nuestras imaginaciones o buenas intenciones!

 

2). Un Dios de Orden para la batalla.

Efesios 6:13  Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

Sin duda que no hay victoria en la guerra sin una disciplina estricta, y no hay ejercito que gane la batalla sin una férrea preparación, y una dirección clara. Por tanto el ejercicio del liderazgo es importantísimo para pelear la guerra espiritual, y el orden es fundamental, los creyentes desordenados son fácilmente vencidos, los desordenados  que no se alinean a un mando, a un liderazgo, por eso dice la palabra de Dios obedeced a vuestros pastores (Hebreos 13:17) y  es un sano consejo para la victoria.

No hay soldado independiente que termine bien, siempre termina frustrado porque esa independencia hace que su vida esté desamparada y no esté involucrado en los planes para lograr la victoria.

 

3). ORDEN en SU MUNDO INTERIOR.

1. Una buena relación con Dios

Un paso esencial que debe dar toda persona, es tener una buena relación con Dios. Para esto vino Jesús. Crea lo que dice la Biblia que hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: se llama Jesucristo…

2. tenga principios bíblicos.

Para muchas personas, la Biblia es un libro más. Sin embargo, cuando profundizamos en su estudio descubrimos principios prácticos y sencillos, que nos ayudan al crecimiento espiritual, y nos da directrices para que nuestra vida sea ordenada.

Asumir esas pautas bíblicas, nos ayudan a alcanzar y conservar la paz interior: “Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.” (Salmo 119:165). La paz va siempre ligada al orden.

 

4). Jesucristo, la fuente de la paz interior

El amado Salvador es la fuente de la verdadera paz, como lo dijo a sus discípulos: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” (Juan 14:28). Un poco más adelante, dirigiéndose a una multitud, reafirmó que de Él procede la verdadera paz:

“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” (Juan 16.33)

El asunto está en mantenernos unidos a Él. Permitir que Jesús gobierne nuestro ser: lo que pensamos y hacemos. Esa disposición nos lleva a conservar la paz interior que convierte a hombres y mujeres en auténticos vencedores, por encima de las circunstancias.

 

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Predicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través dewww.centrofamiliarcristanoweb.org

 

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