El milagro estuvo con Miguel (19), y se salvó de no morir al efectuarse un tiro en el rostro con un arma de fuego calibre 24. El joven finalmente sobrevivió y terminó detenido por tenencia ilegal de arma.
Miguel G. de 19 años, fue encontrado el pasado viernes alrededor de las 22:30 tendido en un camino de tierra del paraje Inocencio Cué, presentaba una heridas de arma de fuego en la zona del rostro ocasionadas por él mismo con una escopeta calibre 24 que estaba a su lado. El joven fue auxiliado y llevado al hospital donde recibió curaciones y se conoció que no revestían gravedad. Los profesionales también constataron que estaba alcoholizado así que, por orden del juez, terminó en el calabozo por tenencia ilegal de arma de fuego y estar ebrio. Cuando los efectivos se disponían a trasladarlo a la comisaría, el joven habría esgrimido: “estoy borracho, no me hagan caso, pasa que estoy puado”. De todas maneras se le imputó por el delito mencionado.
