«El capitán Beto» ya da vueltas la Tierra y en julio se lanzará un nuevo satélite

El nanosatélite argentino lanzado al espacio desde China ayer viernes a la madrugada, ya está dando vueltas la Tierra cada noventa minutos, envía señales y se está escuchando, dijo el  líder de la misión, Emiliano Kargieman. El capitán Beto, bautizado así en homenaje al Flaco Spinetta y su legendaria canción, es un satélite de demostración tecnológica y además fue planificado para cumplir el sueño de un montón de gente, dijo Kargieman a radio Libertad desde  Bariloche, dode fue desarrollado y fabricado el aparato de dos kilos de peso y 20 centímetros de altura por diez centímetros de lado.


Audio Emiliano Kagierman, Ceo de Satellogic. Radio Libertad.

El ceo de Satellogic, la empresa que ha fabricado el mini satélite contó que el proyecto comenzó a ser trabajado desde el 2010, alrededor de la idea de construir satélites mucho más económicos, más tradicionales y hacerlo de esta manera traeríamos innovaciones.  Una de las cosas fue hacerlo muy chiquito, ponerlo en órbita sin lanzamiento, porque un satélite tradicional pesa dos o tres toneladas, y se necesita un camión con acoplado para trasladarlo, y éste sería como una caja de zapatos, comparó.

 

Emiliano Kargieman precisó que es un satélite de demostración tecnológica, queríamos poner en órbita una primera versión de los componentes de esa plataforma para probar como funciona, registrar información de cuáles son los componentes que andan bien y cuáles cambiar en el futuro.

El lanzamiento desde el centro espacial chino salió todo como estaba planificado, a las 1:15 de la madrugada del viernes fue lanzado y está dando vueltas la Tierra cada noventa minutos, ya fue escuchado y está enviando señales, está funcionando, cargando la batería y desde las estaciones terrenas en Bariloche y aficionados de todo el mundo se están decodificando las señales para ver exactamente los parámetros de cómo está funcionando.

Emiliano, de 37 años reconoce que está muy feliz, desde chiquito me gustó mucho el espacio y siempre he soñado con hacer cosas ahí, algunas veces cuando no se está en países centrales esos sueños se van convirtiendo en imposibles, lo que hemos logrado hacer es poder construir satélites más pequeños y baratos, volvemos a acercar ese sueño de construir tecnología que va al espacio a un montón de gente.

Luego explicó que es un proyecto en colaboración con una empresa privada, lo hemos diseñado, impulsado y hemos tenido mucho apoyo del Estado nacional, sobre todo en ciencia y tecnología y hemos trabajado en colaboración con una empresa de tecnología del gobierno de Río Negro.

El científico adelantó que se trabaja en el próximo satélite similar a ser lanzado en julio, luego se hará revaluación de ambos proyectos, sin duda a partir de este momento contemplamos que vamos a empezar a trabajar con laboratorios nacionales, universidades y empresas, a empezar a traer tecnología de terceros para más misiones, dijo.

 

Más datos

«Uno de estos nanosatélites cuesta menos de 50.000 dólares, y está al alcance de mucha gente, de universidades, pymes, o personas que quieran tenerlo para aprovechar su potencial», detalló Emiliano Kargieman.

Este satélite lleva tres equipos de estudio del propio aparato: una rueda de inercia (para controlar su actuación en el espacio), un startracker (saca fotos para establecer su posición) y una computadora para vigilar su navegación. Cada 15 o 30 segundos envía un paquete de datos, llamado baliza o beacon en inglés.

También tienen casi listo el próximo nanosatélite, que en virtud de su aprecio por la argentinidad y sus íconos se llama «Manolito», en homenaje a Quino, Mafalda y los demás personajes de la historieta, y su lanzamiento está previsto para hacerse desde Rusia en julio próximo.

Kargieman y sus compañeros se definen como «fabricantes de satélites», en desmedro de cualquier otro oficio y profesión.

Estudiaron Matemáticas en la UBA y a mediados de los 90 -tenían 19 años- participaron junto a otros jóvenes emprendedores tecnológicos de la creación de la empresa argentina Cure Securities.

Eran fabricantes de software de seguridad para sistemas, que en poco tiempo superó fronteras y se convirtió en proveedor internacional de la especialidad.

La empresa tiene hoy 200 empleados y continúa su exitosa carrera, y hace algún tiempo Kargieman la dejó para ir a Estados Unidos, trabajar en la base de la NASA estadounidense de Aims, en California, donde le dio forma a la idea de fabricar nanosatélites.

Volvió al país en 2010 se contactó con su amigo Richarte -también procedente de Cure Securities-, y junto a otros jóvenes se radicaron en Bariloche para presentar la iniciativa en Invap.

Tulio Calderón, gerente de Proyectos Aeroespaciales y Gobierno de Invap, dijo a Télam que se interesaron en el acto por la iniciativa y decidieron apoyarlos.

Así Invap se convirtió en la incubadora de Satellogic, le cede laboratorios y oficinas, aporta algún financiamiento y lo más importante, la ayuda de ingenieros especializados en la fabricación de satélites de primera línea internacional.

Satellogic comenzó a trabajar en 2011 y en pocos meses desarrolló varios prototipos de nanosatélites, entre los que se cuentan «Capitán Beto» y «Manolito», y tienen otros en carpeta.

Sus desarrolladores explicaron que buscan abastecer la demanda futura de estos equipos, y abrir los dos primeros a la operación para radioaficionados, investigadores y entidades de todo el mundo que quieran aprovecharlo.

Esta experiencia en el país tiene un «hermano» generacional de Ecuador, «Pegaso» (nombre real NEE-01), que fue lanzado hoy junto a «Capitán Beto», también con éxito, y comenzó su órbita irradiando a todo el mundo el himno de ese país. 

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