El Colectivero le ganaba 1 a 0 a Rosario Central a los 42 del primero. Minutos después el árbitro vio un penal inexistente que atajó Gaona. En el segundo tiempo, el hijo de Pancho cobró infinidad de faltas y de una de ellas llegó el empate, casi sobre el final del partido. El triunfo del puntero de la B Nacional llegó en tiempo de descuento gracias a un tiro libre dentro del área del conjunto misionero que se fue en medio de fuertes protestas. El representante de Misiones perdió una gran chance de volver a soñar con la permanencia.
Tremendo final en Rosario: con un tiro libre indirecto a ¡tres metros! del arco de Crucero, Central convirtió con Carrizo y lo dio vuelta. Fue 2-1 a un Crucero del Norte que se fue en llamas contra el árbitro Lamolina.
A segundos del final, Carrizo metió un bombazo a la salida de un tiro libre indirecto adentro del área y Central le ganó 2-1 a Crucero en un partido polémico. El Canalla festejó con todo: le lleva 15 puntos al cuarto.
«Serán pequeñas batallas de aquí al final», había vaticinado el entrenador Miguel Angel Russo luego de empatar con Douglas Haig en Pergamino. Y vaya si sufrió Central, si tuvo que pelear, si transpiró un partido que, en la previa, se avizoraba más sencillo. Y vaya si lo festejó: en la última jugada del partido, el Canalla gritó bien fuerte el gol de Carrizo y le ganó 2-1 a Crucero del Norte para mantener la distancia en la punta.
Y la batalla de Arroyito tuvo de todo. Porque Crucero del Norte se aprovechó de un Central apático, que entró confiado a la cancha y que, ya en desventaja, tuvo más nervio que claridad para ir a buscarlo. Porque el árbitro Lamolina fue protagonista del partido, cobrando un penal que no fue que Gaona le tapó a Encina y pitando constantemente faltas cerca del área misionera.
Y porque el Canalla, a pesar de todas sus falencias, no se rindió. Y la única batalla que se pierde es la que se abandona, dicen.
Central encontró el empate de un centro, de una pelota parada muy mal marcada por Crucero que dejó solo a Toledo para poner el 1-1. Con el empuje de su gente, con la histeria del rival y el corazón en la mano, el equipo de Russo fue a buscar los tres puntos. Y los consiguió en uno de los pocos raptos de lucidez que tuvo en el partido: en un tiro libre indirecto a tres metros del arco rival, Méndez hizo un toque exquisito para que Carrizo metiera un bombazo imparable arriba del arco de Crucero.
Los misioneros se fueron en llamas contra Lamolina, y también con bronca por puntos importantes que se le escaparon: esta fecha continuarán en zona de descenso. Mientras todos los jugadores de Crucero le reclamaban al juez, el estadio era una fiesta. No es para menos: Central ganó un partido perdido, le sacó quince al cuarto, Sarmiento de Junín (juega el lunes ante Almirante), y cada vez acaricia más la Primera. Quedan un par más de batallas, pero el fin de la guerra se acerca.
Fuente: Diario Olé…
