Condenan a proxenetas que explotaron a misioneras

Barrionuevo se casó en el Penal Candelaria con una interna, en 2011.

Barrionuevo se casó en el Penal Candelaria con una interna, en 2011.

Celio Cándido Barrionuevo recibió una pena de 10 años de prisión efectiva y Mercedes Elizabeth Valerio 11, por el vínculo familiar que la une con una de sus víctimas.

En el primer juicio por trata de personas en Santa Cruz, una provincia marcada por ese flajelo, dos proxenetas fueron condenados por someter a la prostitución y al peor trato a dos misioneras, una de ellas menor de edad. Celio Cándido Barrionuevo recibió  la pena de 10 años de prisión efectiva, y 11 años le dieron a Mercedes Elizabeth Valerio. En el caso de la mujer, se aplicó un año más por su vínculo familiar con una de las víctimas.En 2011,Celio Cándido Barrionuevo fue noticia por casarse tras las rejas, con una mujer también detenida, en Misiones. Ahora volvió a sonar su nombre porque fue uno de los imputados condenados por el tribunal Federal de Caleta Olivia, por haber prostituido a dos jóvenes misioneras. Barrionuevo y su ex pareja, Mercedes Valerio, son los autores del delito de trata de personas agravado, por ser el dueño de la whiskería “Le Clab”. En 2010, inscribieron entre sus empleadas a Cristina y Laura, víctimas captadas en Misiones.Las mujeres, ambas madres de un hijo cada una,  fueron captadas en un viaje que realizó Barrionuevo a San José, con el claro objetivo de trasladarlas con engaños a Caleta Olivia a los efectos de obligarlas a trabajar en su local como prostitutas, para luego apropiarse de sus ganancias. Según consta en la requisitoria de elevación a juicio firmada por el fiscal Federal de Posadas, Juan Carlos Tesoriero, quedó demostrado que Cristina fue engañada respecto del trabajo que iba a realizar y Domínguez, si bien conocía que en el lugar donde iba a ir se ejercía la prostitución, le fue dicho que quedaba a elección suya si quería hacerlo. Pero al llegar fue obligada a prostituirse para pagar la deuda que había contraído con Barrionuevo por el viaje, alojamiento y comida, obvia excusa para obligar a las mujeres a ingresar al círculo de la prostitución, del que difícilmente podrían salir. De los dichos de las víctimas surge la violencia verbal y física a la que eran sometidas ante la negativa de hacer “pases”. Ambas víctimas eran sometidas a diario a la esclavitud. Les quitaron sus documentaciones y si se negaban a entregar toda la recaudación eran agredidas físicamente por una mujer. 

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