Cargar combustible en Puerto Iguazú se convirtió en una odisea

La demanda de los extranjeros alcanza su punto más alto de la mano de la revalorización del real y el guaraní y una reducción en el abastecimiento de hidrocarburos. Las colas frente a los surtidores superaron los 500 metros. Proponen definir surtidores separados para vehiculos con patente nacional y extranjera.

Un notorio incremento en la demanda de brasileños y paraguayos, sumado a una reducción en el abastecimiento, hicieron que cargar combustibles en cualquiera de las cuatro estaciones de servicio de Puerto Iguazú fuera una odisea. Desde el miércoles pueden verse colas de vehículos de hasta cinco cuadras frente a los surtidores, a las que se suman largas filas de gente procurando llevarse el preciado líquido en bidones. El Concejo Deliberante analiza disponer surtidores separados para extranjeros, lo que agilizaría la carga de los automovilistas locales.

La demanda de los extranjeros se fue incrementando al mismo ritmo que la cotización de la divisa brasileña aumentaba en los mercados informales de frontera. Con la oportunidad de vender sus reales muy por encima de la cotización oficial, el combustible argentino volvió a ser una ganga para los automovilistas del vecino país y la afluencia de vehículos con patentes blancas y amarillas no tardó en saturar la capacidad de expendio de la capital del turismo misionero, compuesta por solo cuatro estaciones de servicio.

La situación empeoró en las últimas semanas porque el suministro de hidrocarburos se redujo. “En Iguazú se notó una merma de entre el 30 y un 50 por ciento en la provisión de las naftas”, señaló Jorge Florentín, titular de la cámara de comercio local.  El pico llegó esta semana, al punto que durante dos días todas las estaciones de servicio se quedaron sin ningún combustible.

El abastecimiento volvió el miércoles, cuando las expendedoras debieron enfrentar la demanda acumulada, las colas frente a los surtidores alcanzaron dimensiones inusitadas y cargar combustible se volvió en un trámite de varias horas para los vecinos de Puerto Iguazú.

La situación llevó a los integrantes de la Cámara de Comercio local a pedir la intervención de entes federales para que la provisión se haga con mayo frecuencia “acá tenemos solo cuatro estaciones de servicio para atender a una comunidad de 40 mil habitantes junto con los 300 mil con los que cuenta Foz do Iguazú y unos 200 mil en Ciudad del Este y sus zonas aledañas”, indicó Florentín al portal de Radio Cataratas.

Para evitar al consumidor local la creciente demora que lleva cargar combustible, el concejal radical Salvador Morel presentó un proyecto de ordenanza para que definan surtidores exclusivos para automóviles con patente argentina y otros para los extranjeros. “El Concejo tiene atribuciones para establecer esa regla”, aclaró el edil.

 

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