La Justicia no los descarta por los fuertes lazos económicos que tenían con Juan Carlos Marín (54), asesinado de un balazo en la cabeza el pasado miércoles 10 de abril.
Sigue siendo una incógnita quién mató de un disparo en la cabeza al carpintero Juan Carlos Marín, en Posadas. Se aguarda la recuperación del joven empleado del occiso, también baleado, quien describirá al asesino. Además la Justicia tiene a su disposición a un herrero sospechoso que podría ser o no reconocido por el herido. No descartan la vinculación de colombianos quienes según testigos, tenían lazos comerciales con Marín.
Se estima que en los próximos días podría recibir el alta médica el joven Enrique Gauna (18), quien milagrosamente sobrevivió al ataque a tiros en el departamento de la calle 121 y avenida López y Planes el pasado miércoles 11 de abril. Es quien vio al tirador y será quien en rueda de reconocimiento tendrá enfrente al herrero detenido por el hecho y que por ahora es un sospechoso del confuso episodio en la zona Oeste.
Aquella noche, testimonios dieron cuenta que el sospechoso habló horas antes con Marín. El encuentro fue admitido por el imputado en sede judicial, aunque aclaró que fue solo por motivos laborales y que no volvió a la noche para matar al carpintero.
Investigan a colombianos
Trascendió que Marín les vendía maderas a colombianos dedicados a fabricar muebles, algunos de ellos luego acusados por explotación laboral.
El carpintero mantenía lazos con los principales referentes de aquel país, dedicados a diferentes rubros en Posadas. En ese sentido suena con menos fuerza la versión de que la víctima estaba vinculado a prestamistas.
Estas conjeturas se suman a la hipótesis del crimen por un ajuste de cuentas, probablemente por una deuda.
