Apostando a la ayuda solidaria de toda la comunidad, el padre Damián Picone, director del pequeño Cottolengo “Don Orione” solicitó tres sillas de ruedas especiales para Brian, Antonela y Blanca, tres personas que viven en el Cottolengo Itatí, en Corrientes, y tienen discapacidad motriz.
El Pequeño Cottolengo Don Orione está ubicado en la localidad de Itatí, Corrientes, a metros de la Basílica de esta ciudad. Es una institución reconocida a nivel nacional que asiste a personas con discapacidades múltiples, tanto físicas como psíquicas de distinta gravedad, cuyas edades oscilan entre los 3 y los 65 años, en su gran mayoría sin familiares, y en algunos casos retirados de la indigencia en la que vivían.
Desde la institución se brinda a las personas con discapacidad; el hábitat, el afecto y la contención que les permite desarrollar al máximo sus potencialidades y capacidades. A su vez realizan actividades para abordar los distintos tipos de discapacidades físicas, motoras y mentales.
Allí viven Brian Ruiz Díaz de 15 años, Antonela Casco de 17 años y Blanca Ruiz Díaz de 51 años. Brian está allí desde que nació, Antonela y Blanca han vivido la mayor parte de su vida en el Cottolengo y tienen discapacidad motriz, por ello necesitan una silla de ruedas de traslado postural para continuar con su tratamiento y contribuir con su salud.
El padre Damián Picone, director del Pequeño Cottolengo “Don Orione”, comenta que “afortunadamente siempre contamos con la colaboración de ciudadanos y algunas empresas de la comunidad que nos ayudan” pero admite que “muchas veces se hace difícil solventar los gastos”. Agrega que “las sillas de ruedas junto a los accesorios necesarios para adaptarse a las discapacidades de los chicos tienen un costo de 25 mil pesos cada una”.
“Con nosotros trabajan también profesionales que integran el equipo interdisciplinario, enfermeros, kinesiólogos, psicólogos, y profesores de educación física” destaca Picone. Todos ellos contribuyen a la realización de actividades preventivas, de rehabilitación y educativas, estimulando el aprendizaje y calidad de vida de los internos.
Aunque en muchas ocasiones, las dificultades motrices son irreversibles, desde la institución se apuesta a que los jóvenes y adultos que viven en el Cottolengo puedan valerse por sí mismos. En este sentido, el uso de una silla de ruedas especial podría contribuir en la vida de Brian, Antonela y Blanca de manera significativa, ayudándolos a tener una mejor calidad de vida.
El aporte solidario, por más mínimo que sea, será de gran beneficio para la institución y para los internos del Pequeño Cottolengo. Los interesados pueden contactarse y hacer llegar sus donaciones a las siguientes direcciones:
Calle Obispo Niella s/n – (CP 3414)
Itatí Ctes.
O telefónicamente (03794) 4493304 / 4493126
Vía mail: [email protected]
