«La clave es amar», dijo el obispo Martínez en la noche de la Misa Popular de las Misiones

Como ya es tradición, este Jueves Santo se llevó adelante la celebración de la recordación de la última cena de Jesucristo, y la institución de la Eucaristía con devoción y fraternidad en la plaza mayor de las Reducción Jesuítica de San Ignacio. La misa estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis de Posadas, Juan Rubén Martínez, junto a sacerdotes de distintas parroquias,acompañados de una presentación de la Misa Criolla a cargo de los Músicos Populares de Misiones, el Padre Julián Zini y Neike Chamigo. La ceremonia comenzó minutos después de las 21:30 y culminó pasada las 23:30. Desde temprano, la comunidad cristiana se acercó a la reducción Jesuítica para compartir la conmemoración litúrgica.

 

 

 

La fresca noche otoñal fue el marco ideal para esta celebración, en el marco de una plaza central de la reducción totalmente colmada de fieles que acompañaron la misa con fe y devoción. La ceremonia estuvo matizada por la representación de la Misa Criolla a cargo de músicos populares y además contó con la participación de un Cacique Mbya Guaraní, quien acompañado de unas niñas de su comunidad interpretó con guitarra varias canciones para deleite del público presente.

El obispo Martínez explicó que esta noche de la institución de la Eucaristía celebramos el amor, celebramos la caridad. La Eucaristía «es celebrar el amor porque el Señor nos enseñó que es amar, amar es dar la vida, y quizás sea esta la gran respuesta para nuestro tiempo marcado por el consumismo, por cierto materialismo indicó el Obispo. Como respuesta a estas actitudes valoró la caridad, el amor, expresado en la Eucaristía con la donación de Él mismo por todos nosotros, es lo que celebramos en la Pascua.

La clave es amar indicó el Obispo, porque cuando muchas vemos dañada la dignidad humana por distintas situaciones, por lo que vivimos, por situaciones de nuestra época, por estos antivalores, tanta gente que no tiene acceso, hablamos de la palabra inclusión y tanta gente que no puede incluirse en la educación, en tantas situaciones de dolor, esto desdignifica a la persona y nosotros estamos convencidos que el amor y la caridad, el poder como servicio eso es lo que nos dignifica como personas, como cultura, como sociedad, por eso la palabra caridad es una respuesta antropológica, es una respuesta de lo que es el hombre como imagen y semejanza de Dios, estamos hechos para amar.

También explicó que cuando entendemos bien el amor, entendiendo el respeto al otro como sujeto, no como objeto de consumo, es como que nosotros empezamos a entender que Evangelizar es humanizar también nuestra cultura, es dignificar a la persona, cuanto necesitamos entender el amor, entender el fundamento y el sentido, el para que estamos y el hacia donde vamos, no podíamos entender que es el servir sin esto previo del amar, porque el amar es lo que nos permite entender y comprender que es el servicio.

Recordó que el mismo Jesús les demostró que es el servicio a sus discípulos al lavarles los pies durante la última cena. El que era el maestro les lavo los pies a los apóstoles, pero solamente podemos entender el servicio, entregarse, el bien común, servir realmente con lo que nosotros podemos realizar y de donde estamos cuando entendemos que el sentido de nuestra vida esta hecha para amar, amar es dar la vida explicó el Obispo.

Luego del oficio religioso,  los músicos presentes ofrecieron parte de su repertorio propio, el cual fue acompañado con aplausos y continuos pedidos de más canciones. 

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