El festival rockero se realizó en el Teatrino de la Costanera en una noche marcada por la adrenalina y dejó la esperanza de que, tal vez, las cosas comiencen a cambiar.
A sólo unos pasos de lo que fueron la Estación de Trenes (cuando era un reducto a favor de la contracultura y no un espacio que no) y el río Paraná (cuando era río y no lago), con Pez a la cabeza y Milhonguito, Mainumbi´s Vellocet, Natural Y Ediktos Juveniles poniendo el cuerpo y las vísceras a favor del rock, la primera edición de este festival gratuito que promete convertirse en anual, se convirtió en una ceremonia de rock y actitud.
Actitud, de eso se trata el rock, ¿no? Actitud fue la de Milhonguito, que sin pedir permiso se devoró el escenario cuando todavía la gente comenzaba a llegar. A fuerza de guitarrazos y gritos, los muchachos que remueven los oídos de los vecinos del Barrio Tajamar (y que están en pleno proceso de editar su primer material) derrocharon adrenalina en un set imposible de ser atrapado en alguna de esas tantas clasificaciones musicales que tanto nos gusta usar a la prensa del rock.
Actitud fue la de Mainumbi´s Vellocet. Son pop, son punk, son rock. Psicodélicos, veloces y explosivos. Clásicos, crudos y energéticos. Su solvencia se acentúa a medida que sus canciones recorren el arduo camino de convertirse en hits. Puro mérito propio usando fórmulas históricas. Haz una buena canción, rocíala con carisma e incéndiala con riffs. Ya está.
Actitud fue la de Natural, que sobrellevaron un acontecimiento escabroso y de todas maneras entregaron su acostumbrado set de viaje space, esta vez tocado con sentimiento punk cuando todo apuntaba hacia lo dark. En Facebook/Ntrl Sonico hay info de cómo colaborar para superar el mal trago.
Actitud. Actitud fue, es y será la de Ediktos Juveniles, hoy casi devenidos en patriarkas del rock con huevos. Nihilistas al extremo, gritan sin empacho su desconformidad con todo lo que muchos prefieren callar. Homenajes a Ricky Espinosa, a The Police y a la policía también, demostraron que a medida que pasa el tiempo, se agranda la leyenda pero la música sigue igual.
Pez Rabioso
“Un tren de 50 vagones prendido fuego y en caída libre… y aún así sabias que el viaje era seguro”, palabra de un viejo hombre de rock que concurrió a ver a Pez
Pez arremetió un rato después de la medianoche. Una locomotora que arrancó con “Malambo” y terminó en algo que podríamos llamar prog-core. Si Pez siempre se caracterizó por darle poder y gordura a un rock seminal y sofisticado a la vez, ahora en formato de trío multiplica esa energía como si fuese un pulsar. Un bajista que toca con una tranquilidad que hasta hace parecer sencillo ese colchón sonoro que respalda el desmadre de los otros dos vértices de ese triángulo infernal de rock.
La primera parte de Pez fue bien clásica, casi lo que todos queríamos escuchar. Minimal es un gran anfitrión, canta grita, salta y guitarrea con una solvencia y calidad que no vamos a venir a descubrir acá. Eso de “20 años no es nada” tendrá validez en el tango, porque en el rock se nota, y mucho. Para la segunda mitad el Pez mutó. Gordo, denso y pesado como ballena, pero ágil como tiburón. Lo progresivo se puso psicodélico y lo rockero se convirtió en hardcore. Eclécticos rockeros barbudos, construyen y deconstruyen sus canciones como si fuesen de una plastilina diseñada para el mosh. “Adrenalina marsvoltiana”, se escuchó por ahí.
Misiones Dame Rock, organizado por Cultura y Turismo de la Municipalidad, revolvió algunas neuronas aletargadas y, si cumple la promesa de convertirse en un evento anual, podemos estar tranquilos de que, a río revuelto, ha ganado el Pez y los pe(s)cadores también.
Diferentes actitudes juveniles
1-La Malinche fue una mujer mexicana esclavizada por Cortez durante la cruenta conquista de México. Ella se convirtió en su amante e intérprete, colaborando de manera terminante en el avasallamiento de la cultura mexica. Hoy se utiliza el término “malinchismo” para definir a aquellos que prefieren “lo de afuera” antes que lo propio. Suena muy lapidario, pero resulta aplicable al fenómeno del público local, que demuestra una frialdad notable y se mantiene estoicamente al fondo mientras suenan las bandas de acá. En cuanto Pez subió al escenario todos rockearon como si lo anterior hubiese sido sólo rock documental.
2- Notable el auge de las lentes captando el rock en los escenarios misioneros, especialmente lentes manipuladas por ojos femeninos (según los muchachos de Pez, es un fenómeno que se está dando en toda la Argentina). Tal es así que la organización le otorgó un espacio a estas artistas para realizar una exposición de momentos del rock (aclaramos que no todas las fotos fueron tomadas por ellas, pero no es este el momento de polemizar sobre el género de un arte universal).
