Eldorado: El 18 de marzo comienza el juicio oral del empresario que abusaba de sus pequeños hijos

Una de las marchas donde se reclamó por justicia

Una de las marchas donde se reclamó por justicia

Un conocido empresario de la ciudad de Eldorado (Carlos D.) procesado en 2009 por abuso sexual con acceso carnal reiterado, agravado por el vínculo en concurso real, con el delito de amenazas y suministro de material pornográfico a menores de 14 años, será juzgado en debate oral en el tribunal penal de Eldorado, desde el 18 de marzo.

La causa se inició en 2007 por la denuncia de Emilce Q., ex esposa del comerciante Carlos Ángel D., quien denunció que su ex marido y el hijo de éste con una pareja anterior, violaron de manera reiterada a la nena que ellos habían adoptado estando casados.

 

Actualmente, Carlos D. se encuentra en libertad bajo caución, lo que fue autorizado por la certificación de bienes por 180 mil pesos. El juez subrogante Ricardo Gerometta dio por finalizado el proceso de instrucción, rechazó el sobreseimiento del acusado y elevó el pedido de debate oral en el Tribunal Penal de Eldorado que tendrá lugar desde este 18 de marzo.

La escalofriante historia se conoció en el 2007, cuando la madre de los pequeños hijos de la pareja, denunció a su ex marido luego de que sus hijos (la nena en ese entonces tenía 7 años y su hermano 8 años) le relataran a ella parte del calvario que vivían en manos de su padre y el hijo de este.

 

En la causa por la que Carlos Ángel D. fue procesado en 2009 por “abuso sexual con acceso carnal reiterado, agravado por el vínculo en concurso real, con el delito de amenazas y suministro de material pornográfico a menores de 14 años”, los menores denunciaron los hechos perversos a los que fueron sometidos durante años por su padre y hermanastro. “Los relatos fueron tomados como declaraciones en Cámara Gessel, y mis hijos fueron sometidos a exámenes físicos y psicológicos que determinaron la veracidad de los hechos” manifestó Emilce Q.

 

La madre de los pequeños abusado, que hoy son adolescentes, también dijo que hace años está reclamando justicia por los aberrantes hechos que pasaron sus hijos, “la causa pasó por muchos jueces que se inhibieron del caso, hasta que hice una denuncia con el procurador de la Provincia y empezaron a escucharme y por suerte encontré jueces que no tienen miedo de defender los derechos de los niños”.  

 

Emilce Q., quien hizo marchas en reiteradas oportunidades reclamando justicia, señaló además que “las pruebas están, hay exámenes del médico forense, psicológicos y testigos, además de las terribles secuelas que tienen hoy mis hijos por culpa de ese degenerado”.

 

Y agregó “yo confío en la justicia y espero que estas personas que han hecho tanto daño paguen por sus atrocidades, y este caso tiene que ser un precedente para que todos los indefensos e inocentes que hoy son abusados, reciban justicia. Como sociedad, no podemos dejar que los violadores y pedófilos sigan sueltos atormentando y matando niños, no puede ser esto, tenemos que hacer algo”.  

 

Cabe recordar que Emilce Q., y el comerciante Carlos Ángel D. se casaron en 1992 y con posterioridad decidieron adoptar los dos hijos. En el 2003 Carlos D. trajo a vivir a la casa de su nueva familia (conformada por Emilce Q., los dos hijos adoptivos y Carlos D) a su otro hijo, producto de su primer matrimonio. En primera instancia, los menores, relataron los abusos de su hermanastro (Jonathan D.), quien en diciembre de 2009 con 23 años de edad, fue condenado a 4 años de prisión con cumplimiento efectivo por el delito de abuso sexual simple, por abusar de su hermanastra cuando ésta tenía 6 años. “Pero actualmente Jonathan está en libertad, por las apelaciones que presentaron y que dejaron la sentencia en suspenso desde entonces” señaló Emilce Q.

 

La madre de las victimas recordó además que el debate oral tuvo lugar en el Juzgado de Puerto Rico, y fue presidido por el juez correccional y de menores Osvaldo Lunge. “En el juicio se presentó el médico forense, la psicóloga nombrada por el juzgado de Instrucción, otros testigos, Jonathan, su papá y yo, claro. Pero bueno, yo no pierdo las esperanzas y voy a luchar hasta las últimas instancias por mis hijos, porque nadie se merece el calvario que ellos pasaron y los culpables tienen que pagar”. 

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