Escribe Juan Carlos Argüello, jefe de Redacción de Misiones On Line
La presidenta Cristina Fernández abrió formalmente el año político en la Argentina. En su discurso ante la Asamblea Legislativa volvió a tomar la delantera en los temas que dominarán el escenario electoral y puso en agenda prioritaria una controversial reforma judicial que ya genera escozor en la oposición y resquemores en los jueces. La idea de «democratizar» la Justicia alerta a los opositores sobre un eventual dominio del Gobierno sobre sus decisiones. Pero lo cierto es que el Poder Judicial lejos está de ser un poder al servicio real del pueblo y muchos de sus fallos benefician antes a las grandes corporaciones o demoran tanto que terminan siendo una no-justicia para víctimas o necesitados de equilibrio en la relación de fuerzas entre poderes, generalmente económicos.
El planteo de Cristina pone en juicio la intangibilidad de los jueces, que va más allá de sus salarios y la independencia judicial que siempre se esgrime para defender privilegios y decisiones que son cuestionadas. Proponerse terminar con la industria de las cautelares le dará dinamismo al aparato judicial siempre demorado en toneladas de expedientes que duermen en algún archivo. Pero juristas y opositores pusieron el grito en el cielo ante la posibilidad de elegir mediante el voto popular a quienes deben seleccionar a los aspirantes a jueces y no dejarlo todo en mano de las corporaciones de abogados, jueces y los propios políticos, aunque éstos sí deben someterse a las urnas.
En cuanto al pago del Impuesto a las Ganancias, del que únicamente los jueces están eximidos, la Presidenta recordó que es la misma Corte Suprema, la que, en años menemistas, la que congeló una ley en ese sentido. También prometió la Presidenta concursos públicos para ingresar el Poder Judicial y nuevas instancias en los fueros Civil y Comercial; Contencioso Administrativo y Previsional, con sendas Cámaras de Casación que filtren las causas que hoy llegan directamente a la Corte Suprema.
La rápida lectura del discurso y del devenir político de los últimos tiempos haría suponer una intención caprichosa en la nueva bandera del kirchnerismo. Pero lo cierto es que el reclamo de una justicia más legítima, no surgió en los últimos meses, ni es únicamente argentino.
En estos días realizó su primera reunión el foro denominado Justicia Legítima, que reunió a jueces, fiscales y funcionarios para mirarse el ombligo y proponer mejoras. Hubo coincidencias en que se deben dar urgentes reformas para oxigenar la familia judicial. El portugués Antonio Cluny, presidente del movimiento Magistrados Europeos por las Libertades, uno de los invitados al encuentro sostuvo que la tan discutida independencia «no es sólo para los jueces y los fiscales, sino para garantizar a los ciudadanos que los funcionarios actuarán con imparcialidad y objetividad».
En 2006 se elaboró un Código Iberoamericano de Ética Judicial, con participación argentina donde también hay señales en sintonía con lo que propuso la Presidenta. La primera es que la independencia judicial no está dirigida a situar al juez en una posición de privilegio. Postula consejos como la exigencia del conocimiento y la capacitación permanente y alude a la imparcialidad que no se ata exclusivamente al riguroso texto de la ley, sino a los tratos con abogados y justiciables, lo mismo que una igualdad ante la ley y la necesidad de justificar patrimonios. Finalmente, dice que «el juez debe tener una actitud positiva hacia los sistemas de evaluación de su desempeño».
El Código Modelo Iberoamericano de Ética Judicial, aprobado durante la XIII Cumbre Judicial Iberoamericana, celebrada en Santo Domingo, en junio de 2006, se considera un instrumento internacional con la suficiente fuerza vinculante para todos aquellos administradores de justicia que se consideran un buen juez. El texto, que se halla sencillamente en internet, contó con la redacción de juristas argentinos, pero nunca se analizó su aplicación en el país, aunque ahora los temas vuelvan al tapete con los anuncios presidenciales.
No fue la única definición de la Presidenta. También reiteró que no tiene intenciones de promover una reforma constitucional que le permita volver a postularse. Aunque la fuerza de la rigurosidad todavía obliga a dejar una hendija, la ratificación desarma uno de los principales argumentos de la oposición en pleno año electoral. Ya no parece haber factor aglutinante para repetir un efecto 2009. Tendrán que esmerarse en propuestas convincentes o apelar al sálvese quien pueda.
En lo que hace a Misiones, el discurso presidencial dejó algunos conceptos, como la promesa reiterada de avanzar con el largamente demorado gasoducto del Nordeste, la instalación de cuatro turbinas en Yacyretá con el brazo Aña Cuála y la posible construcción de represas como la de Panambí y Garabí, sobre el río Uruguay, cuyos estudios de factibilidad se conocerán en los próximos meses.
En cuanto a la política, no permitió ver señales sobre la fecha de las elecciones, aunque se estima que se harán en octubre. En Misiones, en cambio, trascendió que la decisión sería respetar la tradición de la Renovación de discutir los temas provinciales entre los misioneros, es decir elegir a diputados y concejales en una elección anticipada.
Fue un discurso que repasó diez años de gestión. “Es una década ganada”, fue la definición de la Presidenta, tras una larga enumeración de aciertos y escasas menciones a otros temas, como la inflación, que seguramente estará en la agenda, pero hasta ahora no ha sido debidamente controlada.
La definición bien puede adaptarse a Misiones, cuyo gobierno actual plantó sus simientes en el lejano 2003 para instaurar un nuevo modelo político y económico que tiene muchos logros en su haber, con crecimiento constante y reducción histórica de los niveles de pobreza y desempleo.
Por caso, Misiones fue una de las pocas provincias que nuevamente tuvo un inicio de clases con normalidad -hay que recurrir al archivo para encontrar el último conflicto, más allá de los diez años- y, como se anunció en esta columna el domingo pasado, el Gobierno mejoró la oferta inicial a los docentes para aumentar el básico, y adelantó la aplicación de una nueva grilla de antigüedad salarial, que eleva sustancialmente el salario de bolsillo. En cuatro días el gobernador Maurice Closs inauguró siete obras educacionales, entregó aportes y más de 100 netbooks del Gurí Digital. En pocos lugares del país el ciclo lectivo arrancó con tanta normalidad y nuevas obras.
También hubo novedades para los alumnos, ya que desde este año y en forma experimental, podrán pasar de curso aún adeudando tres materias. Pero tendrán que asistir obligatoriamente y contraturno, a clases con un profesor que los preparará para rendir esas previas en las mesas durante el año. No es una decisión antojadiza, sino que desde hace tiempo lo viene planteando como análisis el propio Gobernador. La consigna es clara: “Si un alumno fracasa en la escuela, termina en la esquina del barrio, con la cerveza, en la vagancia y sin dinero en el bolsillo, como no tiene estudios difícilmente tendrá trabajo y en algunos casos terminará en el delito y yo prefiero que los chicos estén en las aulas”.
Resuelta la situación salarial de los docentes, en las próximas horas se anunciará el pago de las horas extras a los policías, en el marco de los acuerdos alcanzados en la mesa de negociaciones. Seguramente durante la semana se conocerán detalles de fechas y montos, según anticiparon fuentes oficiales.
Con la fecha de las elecciones legislativas todavía a definir, habrá que ver si alcanza el tiempo para votar con el sistema electrónico, propuesta oficializada por el presidente de la Cámara de Diputados, Carlos Rovira, quien planteó que el Tribunal Electoral adopte el mecanismo para seleccionar cargos electivos provinciales y municipales, pudiendo hacerlo de manera gradual y progresiva, escogiendo una o varias secciones, circuitos electorales o mesas. «El Estado misionero, a partir del año 2003, ha iniciado un camino en la aplicación de las nuevas tecnologías en todos sus órdenes, y el proceso electoral no será la excepción, puesto que constituye el acto democrático por el que se manifiesta la voluntad del ciudadano en su máxima expresión de libertad, por lo que debemos tornarlo cada vez más ágil y seguro», señala Rovira en los fundamentos del proyecto.
También habrá que ver si los partidos de la oposición tienen tiempo para armarse de cara a los comicios. El radicalismo elegirá a sus candidatos el próximo domingo y dependerá de la voluntad de sus dirigentes de encolumnarse detrás de los ganadores. El peronismo está en ascuas. Luis Viana y Juan Manuel Irrazábal intentan evitar las internas con fecha en marzo y cuentan con el confuso respaldo del apoderado del partido, Jorge Landau, quien en una entrevista sostuvo que las internas en todo el país se harán recién en diciembre. Julia Perié, en cambio, exigió la realización de internas “ya sea que se le exija la renuncia o incluso se intervenga el PJ en la provincia”. Por lo pronto, nadie sabe nada del futuro del partido que alguna vez supo ser poderoso.
