Luthier alemán vino a buscar violines antiguos en Misiones para restaurarlos y recuperarlos

El taller de Walter Kirschfink en San Telmo, Buenos Aires.

El taller de Walter Kirschfink en San Telmo, Buenos Aires.

El reparador de violines antiguos, violas y violoncellos, Walter Kirschfink vino a Posadas para hacer conocer su taller de luthería, tasación de instrumentos de orquesta y un club de músicos. Con su pareja, Silvia Alegre, manager de músicos hablaron con el director del Coro de la UNaM, Emilio Rocholl en el Centro del Conocimiento. Explicaron que traen luthieres extranjeros a trabajar con su empresa, tanto en Chile como en la Argentina, y también dictan cursos de capacitación en ambos países. Nació en Alemania donde estudió música, es guitarrista, y cuando llegó a la Argentina en 1984, con 28 años, había pocas personas dedicada a la reparación artesanal de instrumentos de cuerdas, cree que hoy hay menos de 150 luthieres en el país que se dedican en forma profesional al tema.

Alicia Alegre siempre acompaña a su pareja Walter Kirschfink. Ella es manager de músicos.

Alicia Alegre siempre acompaña a su pareja Walter Kirschfink. Ella es manager de músicos.

 

Kirschfink, en entrevista en Misiones On Line contó que nació en Alemania, en una ciudad “triángulo” que limita con Holanda y Bélgica, donde estudió música y vino a la Argentina a los 28 años, en 1984, para estudiar en el Conservatorio nacional de Música. Le gustó el país y se instaló con un taller de luthería en San Telmo, Buenos Aires. En ese año publicó un libro sobre los valores de los violines que se vendió en todo el mundo. En Chile vivió 16 años.

Señaló que su taller es el único en la Argentina que garantiza que recibe todo de vuelta al mismo precio de lo que venden, si el músico quiere comprar otro producto.

Kirschfink es músico guitarrista de profesión y su oficio en el taller son los insumos y la tasación de los instrumentos. Dijo “una cosa es hacer orquestas, otra mantenerlos», dijo. En lo particular se dedica a la tasación de instrumentos antiguos y consideró que eso también es una ayuda para muchas personas que no saben qué valores tienen los instrumentos que lo tienen guardado y no lo usan.

Cree según su experiencia hay muchos instrumentos guardados, de los cuales en los casos mayoritarios que las personas «creen que tienen grandes fortunas y yo tengo la tarea desagradable de desilusionarlos».

 

Un poco de historia

Explicó que en la historia de la luthería (fabricación artesanal de instrumentos de cuerdas) en Alemania -entre 1900 a 1910- se llegaron a fabricar 1.000 instrumentos por día en el centro de Europa, y esos violines en general estaban previstos para el estudio del violín, pero estos instrumentos todos salieron con las etiquetas originales de los grandes luthieres, (Antonio) Stradivari, (Giuseppe) Guarneri, Los Amati, mi papá tenía instrumentos así, son como la guitarra criolla acá, que hay en cada tres casas, en esa época eran violines, ahora son antiguos y muy valiosos llevan como 300 años y la gente tiende a pensar que tienen originales y lo guardan en bóvedas de los bancos y ahora en casos de emergencia lo sacan a la luz para vender lo que creen una fortuna, hay personas que guardan instrumentos musicales que valen más de lo que piensan”.

Los violines más valiosos ya tienen más que 300 años, considerando que existen instrumentos desde 1.650 pueden tener 370 años. La característica que tienen es que con el tiempo suenan mejor, no se compara con otros instrumentos, si un piano tiene 50 años vale menos que un piano nuevo, salvo muy pocas excepciones, indicó el especialista.

La tarea que realiza el alemán es asesorar, ver las reparaciones del instrumento y “buscar la manera económica de hacer un buen trabajo y presentar al músico las dos opciones, que él pueda venir y probar su propio instrumento reparado y ver si le conviene pagar la reparación o comprarse otro”.

 

 El taller

La restauración, reparación, tasaciones sin cargo, encerdado de arcos el alemán lo hace en su taller conocido en San Telmo en Buenos Aires, con página web y teléfono 011 43615769/0032, página www.iviolini.com.ar, y para Chile, www.iviolini.cl.

En el taller trabaja con los arcos Miguel Leyes, un luthier argentino, que se capacitó «en el mejor taller del mundo en París». Para violines hay un luthier alemán, con un asistente rosarino.

Cuando llegó a la Argentina había pocas personas dedicada a este oficio, cree que hoy hay menos de 150 luthieres que se dedican en forma profesional al tema.

La esposa le trajo a Luis Salinas a dar shows en Posadas

La esposa de Walter Kirschfink es oriunda de Paraná, Entre Ríos. Silvia Alegre acompaña al alemán reparador de violines en la coordinación del club de músicos que tiene unos 3.000 socios en todo el país. Vino a Posadas varias veces, para traer shows como del guitarrista Luis Salinas en varias oportunidades y de un citarista hindú, en el escenario del instituto Montoya. Fue manager también de Chango Farías Gómez.

 

 

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