Deportistas trasplantados alcanzaron la cumbre en Mendoza

 

La expedición, integrada por cinco representantes de las provincias de La Pampa, Jujuy, San Juan y Tucumán, llegó hasta los 4.350 metros de altura en el cerro Penitentes, para dar un mensaje de solidaridad y esperanza.

 

 

Cinco deportistas trasplantados de diferentes provincias argentinas alcanzaron hoy la cumbre del cerro Penitentes de Mendoza (4.350 metros de altura), en una expedición destinada a promover la donación de órganos que contó con el auspicio del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), organismo dependiente del Ministerio de Salud de la Nación.

 

“Estamos orgullosos de haber podido alcanzar este objetivo para decirle a toda la sociedad que después de un trasplante se puede tener una mejor calidad de vida y practicar deportes de todo tipo”, dijeron los integrantes del grupo, que habían iniciado el ascenso el domingo pasado. La expedición también tuvo como propósito difundir la realización de los XX Juegos Mundiales para Deportistas Trasplantados, que se llevarán a cabo en 2015 en la ciudad de Mar del Plata, con apoyo del Gobierno Nacional y bonaerense.

 

Los deportistas trasplantados que participaron son Pablo Gaiser, médico nefrólogo y trasplantado renal de La Pampa; Jorge Carrizo y Julián Jairo, ambos trasplantados hepáticos de Jujuy; Gustavo Escudero, trasplantado hepático de San Juan; y Víctor Frías, trasplantado renal de Tucumán. Algunos de ellos, además de tener experiencia en montañismo, han participado en Juegos de Deportistas Trasplantados tanto a nivel local como internacional, representando al país de manera ejemplar.

 

“Si bien soy un deportista trasplantado, hago una vida perfectamente normal y estoy agradecido a Dios y la vida por darme otra oportunidad. Subí al cerro Penitentes en homenaje a los pacientes trasplantados, a los pacientes que están en lista de espera y especialmente quiero dedicar este ascenso a la familia de mi donante, además de a mis cinco hijos y mis cinco nietos, que son el sentido de mi vida y el motor que me lleva a realizar este tipo de eventos solidarios”, aseguró el docente jujeño Carrizo, de 56 años y que recibió un trasplante de hígado hace siete años.

 

Este proyecto, que une la donación de órganos con el deporte de montaña, también contó con el apoyo institucional de las jurisdicciones provinciales de Mendoza, Jujuy, Tucumán, San Juan y La Pampa.

 

“Si bien no tenía experiencia previa en montañismo, la tengo en ciclismo y atletismo, ya que competí en dos mundiales para deportistas trasplantados”, expresó el sanjuanino Gustavo Escudero, de 48 años. “Como entrenamiento para subir al cerro Penitentes, escalé el cerro Tres Marías de San Juan, de 1.500 metros y con un desnivel ideal para simular condiciones de montaña, además de salir a correr y andar en bicicleta. Mi objetivo como participante de esta expedición es dar el mensaje a la sociedad de que después de un trasplante se puede tener una mejor calidad de vida y practicar deportes de todo tipo”, agregó.

Por su parte, el tucumano Víctor Frías, de 38 años, también contó su experiencia y las sensaciones vividas durante la aventura. “Estoy muy feliz de haber podido alcanzar la cumbre del Penitentes. Si bien no tengo experiencia en subir cerros, desde el año 1995 participo en los Juegos Argentinos y Latinoamericanos para Deportistas Trasplantados y estuve en ocho mundiales. Con este ascenso quiero que la sociedad sepa y tome conciencia de la importancia de la donación de órganos, ya que hay mucha gente que está en lista de espera”, dijo.

El grupo que realizó el ascenso también estuvo integrado por Alejandro Routurou, comunicador social del área de Prensa del INCUCAI y montañista amateur; Orlando Valdez, experimentado médico de montaña del hospital San Bernardo de Salta; Dante Rodríguez, documentalista y fotógrafo profesional, y los experimentados montañistas Martín Iglesias, Arturo Diehl, Alejandro Madia y Horacio Fontana. En tanto, Guillermo Testa, trasplantado renal en tres ocasiones y vicepresidente de ADETRA (Asociación de Deportistas Trasplantados de la República Argentina), se ocupó de la logística de la expedición y permaneció en la base del cerro.

“Llegué a esta expedición con experiencia en montañas como el Lanín, el Aconcagua y recientemente el Everest y cada una significó algo muy importante. Cerro Penitentes tuvo la misma importancia que cualquiera de ellas debido a que me dio nuevamente la posibilidad de fomentar la donación y el trasplante de órganos, compartir y conocer nueva gente de montaña y la felicidad de volver al ambiente donde uno siente que pertenece”, sostuvo el nefrólogo pampeano Pablo Gaiser, de 41 años.

Julián Jairo, de 25 años y que es el otro jujeño participante de la aventura, dijo sentirse “agradecido a la vida por tener una nueva oportunidad y porque este es un desafío nuevo”, para luego recordar que en su provincia ya había escalado “el Nevado de Chañi (de más de 5.000 metros de altura) para difundir la donación de órganos, porque donar órganos es dar vida y de eso puedo dar testimonio”.

 

La finalidad del trasplante es brindarle una mejor calidad de vida a la persona que en otro momento estaba muy enferma o en una situación crítica. El INCUCAI y las jurisdicciones provinciales apoyan este tipo de actividades, ya que permiten a las personas trasplantadas reunirse, mostrar la buena calidad de vida que pueden tener y fundamentalmente apoyar la promoción de la donación de órganos.

 

“Participé en este emprendimiento siendo parte de la logística. Lo más importante son los mensajes que intentamos transmitir, que son la importancia de la donación de órganos, el espíritu solidario y la posibilidad de la reinserción en la sociedad de la persona trasplantada, ya que además llevamos donaciones a la Escuela 1476 ´María Luisa Duhagon´ de Puente del Inca. De esta manera, estamos devolviendo a la sociedad parte de lo que somos”, aseguró Guillermo Testa, de 39 años y vicepresidente de ADETRA.

Antes de que el grupo iniciara el ascenso, el ministro de Salud de la Nación, Juan Luis Manzur, aseguró que “este tipo de actividades permite demostrar la buena calidad de vida que pueden tener las personas trasplantadas, además de poner de relieve el enorme acto de solidaridad que es donar órganos, un rasgo distintivo de nuestra sociedad que permite salvar vidas. Y combina todo eso con el deporte y la importancia de superar la adversidad, que en este caso es el ascenso a una cumbre montañosa, en pos de un objetivo que amerite el esfuerzo”.

 

Durante el año pasado hubo un total de 630 donantes reales de órganos que permitieron que 1.458 personas reciban un trasplante, cifras que representan un récord histórico a nivel nacional, según estadísticas del INCUCAI. Con estos indicadores, Argentina alcanzó una tasa de 15,7 donantes por millón de habitantes, lo que la posiciona a la vanguardia en la región en materia de donación.

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