El titular del hogar de Día de Posadas, Samuel López, confirmó la resolución de la clausura a dos farmacias, una del microcentro posadeño y otro en las cercanías del Hogar de Día ubicado en avenida Monteagudo casi López Torres, por vender psicotrópicos al menos a diez chicos de los casi 200 que concurren a dicha institución, dedicada a brindar apoyo y contención a chicos en situación de calle.
La denuncia la había hecho el Ministerio de Salud Pública ante la Justicia Federal el año pasado. Díaz recordó que el 25 de julio del año pasado se había hecho la segunda denuncia pidiendo investigación a una farmacia que proveía de psicotrópicos a niños en situación de calle que asisten al Hogar de Día.
La investigación
Salud Pública a través de la dirección de Farmacia se puso a investigar el caso y en poco tiempo comprobó el ilícito. “Pasaron alrededor de seis meses hasta que me comunicaron extraoficialmente que habían tomado una decisión porque se había confirmado lo que se había denunciado, y a la vez habían encontrado otras en irregularidades”, aseguró el funcionario quien ratificó su total repudio hacia la aberrante comercialización de drogas a menores de edad. El farmacéutico habló que la adquisición y venta de esos medicamentos no debería ser fácil, porque según la legislación hay condiciones que restringen como la exigencia de receta archivada presente, y no vender a menores de edad.Las autoridades desde el primer caso denunciado en 2010 , siempre se focalizaron a partir de las maniobras de una farmacia cercana al Hogar de Día.La segunda denuncia realizada en estos tres años y medio casi de funcionamiento del Hogar, “se ha tomado en los dos casos la determinación de clausurar en forma definitiva de la farmacia porque se ha comprobado que se expendía psicotrópicos sin recetas a menores de edad”.
El riesgo del consumo
Samuel Díaz también señaló los riesgos de expender este tipo de drogas a menores, siendo que es de uso de adultos, porque son ansiolíticos y antidepresivos. Cuando consumen niños “lo hacen en sobredosis y asociado con alcohol producen un efecto rebote, el efecto contrario al destinado el medicamento, por eso los niños pierden conciencia de la realidad, lo hacen para mejor pasar debido a la situación que les toca vivir”, agregó.
