El boliche está ubicado a 470 kilómetros de Misiones, en la localidad brasilera de Santa María. Durante un recital de varias bandas, uno de los músicos prendió una bengala que inició el fuego. Rápidamente, las llamas se propagaron causando una nube tóxica y estampidas. La presidenta de Brasil canceló su agenda para acompañar a familiares de la segunda tragedia más grande ocurrida en ese país.
Horror, desolación y espanto fue lo vivido en las primeras horas del domingo al conocerse la noticia sobre la muerte de 233 personas a raíz de un incendio en una discoteca de la ciudad de Santa María, a 470 kilómetros de Misiones en el estado de Río Grande do Sul, en Brasil. Otra vez el inicio de la tragedia fue una bengala prendida por uno de los músicos, lo que originó un fuego incontrolable que rápidamente se expandió por el lugar provocando una nube tóxica, pánico y estampidas letales. Las primeras investigaciones confirmaron que quien había manipulado el artefacto pirotécnico era uno de los músicos de la banda que brindaba un recital. El lugar se convirtió en pocos minutos en una trampa mortal, ya que los propios empleados del local, al ignorar lo acontecido, cerraron las salidas de emergencias para evitar que la gente salga del lugar sin pagar, desatando el infierno. La Presidenta del Brasil, Dilma Rousseff suspendió su agenda y viajó al lugar para acompañar a los familiares de las víctimas. El gobernador de Santa María decretó 30 días de luto y ayer por la tarde comenzaron las tareas de identificación y entrega de los cuerpos a los familiares.
Desde Argentina, el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, ordenó el envío de piel desde los laboratorios argentinos a los efectos de colaborar con la recuperación de los heridos que están siendo atendidos en distintos centros de salud de Santa María y zonas aledañas. El hecho fue catalogado como una de las tragedias más grandes de la historia de Brasil y la noticia recorre el mundo y en las redes sociales se multiplican los análisis de las similitudes con la tragedia de Cromañón ocurrida en Buenos Aires el 30 de diciembre de 2004, cuyo saldo fue de 194 muertos y más de 1500 heridos.
Los hechos
El incendio se produjo a las 2.00 de la madrugada de ayer (la 1, en hora argentina) en la discoteca “Kiss” de la ciudad brasileña de Santa María, ubicada a unos 307 kilómetros de Porto Alegre, capital del estado de Río Grande do Sul y a 470 kilómetros de Misiones.
Según testigos, las llamas se iniciaron en el escenario, en momentos en que se presentaba un grupo musical, durante una fiesta universitaria. Se trataba de un equipo de fuegos pirotécnicos conocido como “Lluvia de plata”, cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento, lo que habría provocado que las llamas se expandieran rápidamente.
El secretario de Seguridad Pública de Río Grande do Sul, Airton Michels, indicó a la radio CBN que el incendio fue “rápido y devastador” y recordó que por tratarse de una fiesta universitaria, la inmensa mayoría de las víctimas son jóvenes y adolescentes.
“Estamos haciendo la remoción de los cuerpos. Llevo más de 40 años de bombero y nunca vi una tragedia de esta proporción”, dijo el comandante de los Bomberos de Santa María, coronel Moisés da Silva Fuchs, a una radio local.
Apuntan al cantante
“(El artista) estaba cantando. Tenía en la mano, no recuerdo bien, un artefacto que despedía chispas. Ahí, no sé si levantó la mano, o cómo fue, pero las chispas llegaron al techo, que estaba cubierto de una espuma aislante. Ahí comenzó muy rápido el fuego”, dijo Taynne Vendruscolo, sobreviviente de 25 años, a la Radio Estadão.
Según la joven, cuando el cantante terminó, el techo encima del escenario estaba cubierto de llamas.
“Al principio creíamos que se apagaría con algún extintor y seguiría la fiesta”, pero lo que siguieron fueron interminables minutos de pánico, en los que centenares de personas trataban de llegar a la calle para huir de las llamas que devoraban la discoteca.
Vendruscolo, estaba en un área VIP de la discoteca cercana a la salida, lo que permitió dejar rápido el lugar. Contó que bomberos, policía y ambulancias “llegaron muy rápido” y comenzaron a romper ventanas y puertas para ayudar a la gente a evacuar.
En referencia a las informaciones que apuntan que la discoteca sobrepasaba su capacidad, la joven dijo que había mucha gente pero “no exceso de personas”.
Distintos relatos apuntan que en la discoteca estaban reunidas entre 1.000 y 2.000 personas cuando comenzó el fuego en la madrugada de hoy.
El Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militarizada del Estado de Río Grande do Sul informó que del total de víctimas fatales, 120 son hombres y 113 mujeres, difundieron las agencias EFE y DPA.
La tragedia dejó al menos 117 heridos, según el último reporte oficial, difundido por el diario O Globo.
La Brigada Militar de la ciudad había informado de 245 muertos, pero según las autoridades, el error se debió a la confusión en las primeras horas después de la tragedia. Muchos de los fallecidos son estudiantes de la Universidad Federal de Santa María, que celebraban una fiesta en la discoteca Kiss cuando se produjo la conflagración.
Brasil sepulta a los primeros muertos de la tragedia en Santa María
