Juan Emilio Bragado, consultor de JEB Ingeniería Forestal
Ante el escenario nacional con las oportunidades que se presentan con la Ley de Bosques, y a nivel internacional con la gestión forestal como piedra angular en la que se basan las actuaciones en materia relativas a la adaptación y mitigación del cambio climático, el consultor forestal Juan Emilio Bragado sostiene que “se torna fundamental el acompañamiento del gobierno con políticas que faciliten esta transformación, dando las garantías constitucionales en cuanto al derecho a la propiedad privada y ejercer un eficaz control de la intrusión de tierras con bosques nativos, que son dos asignaturas pendientes históricas para con el sector forestal en Misiones”.
Juan Emilio Bragado, propietario de la consultora JEB Ingeniería Forestal, realizó recientemente un análisis del escenario del mercado forestal en Misiones para Visión 2013 de MisionesOnline y consideró que “la Argentina está pasando por un proceso de transformación sorteando los cimbronazos económicos que se vive a nivel mundial y del cual el sector no puede ser ajeno. En este sentido creo en que hay que adecuarse de manera estratégica realizando los cambios y ajustes necesarios para ser competitivos y seguir creciendo”, dijo.
El especialista consideró que este año el principal desafío a enfrentar será lograr conquistar nuevos mercados con nuevos productos. “No hay que pensar tanto en el mercado externo sino fortalecer el mercado interno acompañando el crecimiento que se viene dando”, opinó Bragado.
Por otra parte, sobre las medidas que desde el gobierno deberían tomarse para impulsar al sector, en primer lugar, dijo que “en el sector forestal primario se tiene que distinguir a los productores de bosque nativo del implantado, con un fuerte acompañamiento para el primero con medidas que garanticen la seguridad jurídica por un lado, y que quite presión impositiva como muestra cabal de que verdaderamente considera que los recursos forestales nativos forman parte de una política de estado ambiental”.
En el mismo sentido, consideró que “los municipios deben acompañar esta visión con la quita de tasas retributivas que en muchos casos son confiscatorias como compensación de servicios ambientales de manera de incentivar la conservación del recurso”.
Y por último, remarcó que «el ejecutivo provincial tiene que arbitrar los medios para el efectivo cumplimiento de la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos, reclamando los recursos económicos establecidos en esta normativa y que desde su promulgación no ha cubierto las expectativas del sector público y privado”.
En este aspecto, en diálogo con ArgentinaForestal.com agregó que “en la medida de que no se cumpla la ley de bosques en cuanto a la asignación de los fondos establecidos para el fortalecimiento institucional, y para el incentivo de los planes de manejo y conservación, los bosques seguirán siendo amenazados. Si verdaderamente hay interés en la conservación y mantenimiento de las capacidades productivas de los bosques, las acciones del gobierno deberían reflejar con hechos este interés. El componente económico y social tienen el mismo peso que el ambiental por lo que si hay desigualdad en estos primeros, no se garantizará la sostenibilidad de los recursos”.
Gestión sostenible
Por otra parte, el especialista se refirió a la actividad del sector del bosque nativo. “La ley 26.331 de ordenamiento de bosques nativos exige la reformulación de los planes de manejo (prorrogado hasta el 28 de febrero próximo), con el fin de alcanzar una gestión forestal sostenible, fijando una serie de objetivos, actividades y resultados que tienen por objeto asegurar que los bienes y servicio que se puedan obtener del aprovechamiento forestal cubran las necesidades reales contribuyendo y haciendo posible al mismo tiempo el desarrollo a largo plazo”, remarcó el consultor.
En ese marco, Bragado advirtió que “este 2013 las adecuaciones de los planes de ordenación forestal deberán reformularse teniendo en cuenta los aspectos administrativos, legales, técnicos, económicos, sociales y medioambientales de la conservación y aprovechamiento de los bosques, donde los Estudios de Impactos Ambientales toman un protagonismo que antes no lo tenían”.
Asimismo, señaló que el nuevo escenario mundial conlleva a que los sistemas de gestión forestal se conviertan en la piedra angular en la que se basen las actuaciones en materia forestal relativas a la adaptación y mitigación del cambio climático, para así poder incorporar los conocimientos técnicos sobre silvicultura sostenible acumulados a través de la experiencia de manera de evitar daños a la hora de actuar sobre el recurso forestal nativo.
“Con este lineamiento, nacional e internacional, se torna fundamental el acompañamiento del gobierno con políticas que faciliten esta transformación, dando las garantías constitucionales en cuanto al derecho a la propiedad privada y ejercer un eficaz control de la intrusión de tierras con bosques nativos, que son dos asignaturas pendientes históricas para con el sector forestal”, indicó Bragado.
“Este año también es el de las oportunidades para buscar mercados para colocar los servicios ambientales que conforman la producción terciaria del bosque según los conceptos de la ordenación forestal tradicional, siendo hoy un productos de alto valor demandado por la sociedad para mejorar la calidad de vida, lo que hace imperiosa la necesidad de conseguir el financiamiento establecido por ley para hacer efectivos y viables los planes de manejos sostenibles, desarrollando su potencial como instrumento para avanzar y sus posibilidades de proporcionar beneficios para la sociedad misionera en particular”, explicó el consultor forestal.
Una alternativa considerada por el profesional como una oportunidad para Misiones son los programas REDD (reducción de emisiones por degradación y deforestación evitada). “Los REDD tienen que empezar a implementarse en la provincia ávida cuenta de que más del 50% de su superficie aún esta cubierta con bosque nativo y que es en Misiones donde se concentra la mayor superficie remanente de la Mata Atlántica, que ya ha perdido el 93% de su superficie original”.
Por Patricia Escobar
