Lo confirmó el jefe de la Comisaría de San Ignacio, Sergio Viveros. El pequeño fue encontrado por tres jóvenes en la vereda de una vivienda. Estaba envuelto en una mantita y junto a él había una nota de quien sería su madre. Pedía perdón y explicaba que no tenía los medios para cuidarlo. Manifestaba que el bebé se llama Ezequiel. Ahora se encuentra en el hospital de la localidad, pesa dos kilos y mide 41 centímetros. Al ser encontrado hacía unas ocho horas que había nacido.
El comisario Sergio Viveros, jefe de la Comisaría de San Ignacio contó en diálogo con Radio República que este último sábado a las 21: 30 tomaron conocimiento del hecho por parte del hospital. Minutos antes tres jóvenes habían encontrado al bebé en la vereda de uno de los domicilios.
“Los chicos salieron al frente y escucharon un ruido, al ir a ver encontraron a un bebé envuelto en una mata azul con una nota que explicaba el motivo de haber dejado solito al bebé. Los jóvenes se trasladaron al hospital con el bebé. Los médicos examinaron al recién nacido que se encontraba en perfectas condiciones”, narró Viveros.-
Indicó que el bebé tendría unas ocho horas de nacido al ser encontrado, pesa dos kilos y mide 41 centímetros. Contó que en la nota la madre pide perdón por lo que hace y manifiesta que no puede cuidarlo, alimentarlo y vestirlo y expresa el deseo de que se entregue a una familia u hogar y que el bebé se llama Ezequiel.
“Todo hace suponer que se trata de un parto casero ya que al parecer el cordón está cortado con un encendedor, ya que está quemado la punta”, explicó el comisario quien manifestó además que la policía confía en que la madre se presente y asegura que se le dará toda la atención necesaria.
(Radio República)
