Símbolos y construcciones

Escribe Juan Carlos Argüello, jefe de Redacción de Misiones On Line 

La política necesita de los símbolos para reafirmar su construcción. Son necesarios para darle contenido y diferenciarse de otros modelos o estilos de Gobierno. La llegada de la Fragata Libertad es uno de esos símbolos que marcan una época.

 

 

Se la recuperó sin ceder ante el chantaje de los buitres financieros y la sumisión de los opositores locales, que hasta iniciaron una colecta para pagar lo que reclamaban los acreedores que se negaron a ingresar al canje de deuda.

 

 

La Fragata está de vuelta en la Argentina, con la bandera bien alta y con sus tripulantes orgullosos de haberla cuidado y defendido incluso con armas cuando amenazaron con moverla en el puerto de Ghana.

 

 

La Fragata es un símbolo. Su nombre ya lo era, aunque muchos pensaron que para recuperarla, el mejor camino era someterse para evitar el «escarnio» financiero. Ahora, a pesar de los errores que llevaron a su detención, se transformó en un nuevo símbolo del kirchnerismo, que ha construido varios a lo largo de estos casi diez años de mandato y en momentos en que nuevamente debe enfrentar a un conglomerado opositor que se ubica en las antípodas de las políticas vigentes.

 

 

Sin embargo, los símbolos en sí mismos no poseen ningún significado, excepto el que se les asigne. Se los interpreta, se les da valor. Sirven para construir un relato, pero no alcanzan para hacerlo creíble. Para eso, hacen falta signos, que puedan ser distinguidos, palpables e interpretables. Para interpretar, hace falta ver, tocar, conocer. La Fragata es un símbolo de un modo de gobernar.

 

 

Pero ese modo de gobernar, debe ser revalidado con acciones, que van más allá de lo abstracto de un modo de pensar. La sociedad acompaña a un gobierno en la medida que satisfaga sus necesidades. Que haga, que concrete.

 

 

En ese rubro, el kirchnerismo tiene mucho para mostrar y, obviamente, mucho en el haber. Pero sus decisiones buscaron beneficiar directamente a los sectores sociales que siempre quedan rezagados a la hora de fijar las prioridades. En ese andar, fijando otras prioridades, se ganó enemigos poderosos, acostumbrados a mandar en el país y a enriquecerse con el manejo de la economía. Son esos rivales, o sus representantes, los que deberá enfrentar en las elecciones legislativas de este año.

 

 

Como oferta electoral, los símbolos no alcanzan. Hacen falta hechos que puedan ser contrastados en la realidad. Hay varios, la Asignación Universal por Hijo, los beneficiarios del PRoCrear, la recuperación de YPF, el bajo nivel de desempleo producto de un crecimiento económico sostenido en los últimos años y una fuerte intervención del Estado a través de distintos incentivos, pero especialmente de la obra pública.

 

 

El kirchnerismo recuperó el rol del Estado como decisor de la economía. Y eso sostuvo al modelo. El Estado fuerte.

 

 

Con esa lógica de intervención, se llevaron adelante los principales cambios políticos y económicos de los últimos años.

 

 

Misiones no es ajena al fenómeno e incluso, tomó la iniciativa durante aquel lejano 2003, cuando se produjo la ruptura en el peronismo y la escisión en el radicalismo, que dieron forma a la Renovación. En paralelo, se trazaron rumbos similares y una alianza estratégica que se mantuvo incluso en los momentos más duros del kirchnerismo.

 

 

No es casual entonces que Julio De Vido, uno de los ministros más influyentes dentro del Gobierno nacional haya elogiado al Frente Renovador y pidió a los intendentes que no abandonen la vocación frentista, porque “la sociedad argentina no va a ir para atrás nunca más”.

 

 

De Vido, junto al ministro de Salud, Juan Manzur, fue el anfitrión de una inédita reunión con el gobernador Maurice Closs y los intendentes o sus representantes de los 75 municipios.

 

 

En el encuentro que se realizó en el microcine del quinto piso del ministerio de Economía de la Nación se presentó un nuevo plan de obras públicas para los municipios con la característica de que fue decidido por los propios alcaldes. Cada uno presentó su proyecto que ahora será evaluado por Planificación y probablemente puesto en marcha en los próximos 60 días, con financiación de la Nación.

 

 

Las obras buscan generar un fuerte impacto social y se fijaron como prioridades el agua potable, las redes cloacales y el acceso a las viviendas.

 

 

Como retroalimentación del modelo, De Vido planteó a los intendentes la necesidad de sostener estas políticas para enfrentar “la falta de proyecto alternativo que tiene la derecha”.

 

 

“Ahora vamos por más, más obras, más consumo. Pero para que este proyecto tenga éxito, las elecciones legislativas son fundamentales para la continuidad del proyecto político que lleva adelante la presidenta Cristina Fernández. La única garante es Cristina y junto a Néstor Kirchner fueron los únicos que se acordaron del interior”, expresó De Vido.

 

 

Las palabras de Closs estuvieron en sintonía.  “Siento que formamos parte de un equipo y lejos de ser petulante, creo que es el único en el país. El resto es una murga, una comparsa. Por eso hay que cuidar este modelo. En Misiones el cien por ciento de los intendentes responden al proyecto nacional y popular y la gran mayoría es de la Renovación. Los que no, igual están acá. Debemos trabajar para que tengamos el cien por ciento de los legisladores en las próximas elecciones”, exhortó. “Hay una nueva clase media, que no va a transigir» con la posibilidad de volver al modelo económico instrumentado desde la dictadura hasta el 2003, porque nadie que llegó a ser clase media quiere volver para atrás, insistió y sostuvo que “Ll Presidenta es la única garantía de la continuidad de este proyecto de inclusión”.

 

 

El Gobernador advirtió que la alianza con el kirchnerismo es la más conveniente para Misiones.  “Hay una crisis de crecimiento que hay que administrar y es mucho mejor si es con el acompañamiento de la Nación”, definió.

 

 

Y el financiamiento conseguido en los últimos días, le da la derecha. Se llamó a licitación para el asfaltado de la ruta 221 con un crédito del que se hará cargo la Nación por 460 millones de pesos, más el contrato para la ruta 8 por otros 350 millones y se confirmó el aval para avanzar con la autovía por la ruta 12 hasta Santa Ana. Más otros fondos para viviendas, totalizan sólo en lo que va del año, cerca 2300 millones de pesos en obras.

 

 

Además, De Vido prometió priorizar la extensión de la autovía por la ruta nacional 14 hasta su llegada a Misiones.

 

 

Los intendentes presentes en el encuentro con De Vido, Manzur y Closs, salieron convencidos de que hay que trabajar fuerte en la campaña para fortalecer el modelo que redunda en acciones para sus municipios. Incluso, algunos embanderados con el sello oficial del PJ, admitieron que tanto el kirchnerismo como la Renovación son elementos superadores de las viejas estructuras. El intendente de 25 de Mayo, Mario Lindhemann fue contundente: “Acompañamos este proyecto nacional y popular que encabeza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Y trabajaremos fuertemente para que en octubre el proyecto del oficialismo sea el elegido por la gente”.

 

 

Incluso, se animó a elogiar públicamente la convivencia política en Misiones. “Más allá de pertenecer, a nivel provincial de signos políticos diferentes, trabajamos en conjunto con el Gobierno provincial porque el gobernador Maurice Closs no discrimina a nadie”, destacó, al mismo tiempo que admitió que se alejará definitivamente del PJ por la conflictiva situación que se vive en un partido cuya conducción no garantiza transparencia en la elección de autoridades ni de candidatos y que, nuevamente podría estar al borde de la intervención. 

 

 

Misiones tiene otro motivo para celebrar el rumbo, que incluso la distingue. Durante 2012 mantuvo el crecimiento, mientras el país se ralentiza y otras provincias caen o se endeudan para sostener servicios mínimos.

 

 

La Provincia no sólo no se endeudó, sino que produjo un fenómeno inverso y cerró el año entre las cinco provincias que crecieron, por encima de la media nacional y el resto de las provincias.

 

 

Un reciente informe de la consultora Muñoz y Asociados, revela que en 2012 la economía nacional sufrió un enfriamiento: en 2011 había crecido poco más de 6 por ciento, mientras que en el año que acaba de finalizar la expansión  apenas rozó el 1 por ciento. Aún en ese escenario de estancamiento, el trabajo destaca el desempeño registrado en la economía de Misiones, donde observó un crecimiento de 4 por ciento, porcentaje solo superado por otras cuatro provincias. Sólo están arriba provincias con rentas petroleras o mineras.

 

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