Investigan a sicarios paraguayos por el crimen del remisero torturado y asesinado en Mado

La hipótesis principal es que el hecho tendría relación con el contrabando. En esa zona limítrofe con Paraguay, es frecuente el tráfico de drogas y contrabando de cigarrillos.

Los investigadores del crimen del remisero que fue castrado, golpeado y apuñalado en el paraje misionero de Mado, apuntan a una banda de sicarios paraguayos vinculados al narcotráfico e indagan entre los compañeros de trabajo por presuntas relaciones con el contrabando.     
  
Fuentes policiales y judiciales informaron a Télam que en esa zona limítrofe de Misiones con Paraguay es muy habitual el tráfico de drogas y el contrabando de cigarrillos.      
 
En ese sentido el jefe de Seguridad de la policía provincial, Juan Carlos Espíndola, señaló que las características del crimen de Miguel Ángel Rojas (23) hacen suponer que los asesinos serían sicarios paraguayos aunque, aclaró, no descartan «otras hipótesis».     
  
El hecho es investigado por la jueza de instrucción de la localidad de Eldorado, Susana Andino, quien se excusó de dar detalles de la pesquisa.      

Sin embargo fuentes judiciales dijeron a Télam que investigan a colegas de Rojas que podrían tener información sobre el transporte de cargamentos ingresados en forma ilegal a nuestro país.
       
En tanto, la autopsia reveló que Rojas murió desangrado tras sufrir el seccionamiento de sus órganos genitales, puñaladas y cortes en todo el cuerpo, y golpes en la cabeza que le volaron tres dientes.       

Según el médico forense Carlos Rodríguez, de la 3ra. circunscripción judicial, «Rojas murió a consecuencia de un shock hipovolémico ya que el corazón dejó de bombear por falta de sangre».       

Rodríguez agregó que el cuerpo tenía múltiples hematomas en la zona torácica y ano dilatado con herida sangrante, por lo cual se cree que le introdujeron un palo o algún elemento similar.       

Rojas desapareció el 24 de diciembre pasado de la localidad de Puerto Esperanza, donde vivía y trabajaba de remisero, y su cuerpo fue encontrado seis días después atado al pie de un pino, en la cercana Mado.       

Por el avanzado estado de descomposición del cadáver, los pesquisas creen que el remisero fue torturado y asesinado el mismo día que desapareció.

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