Pretenden crear una filarmónica de la región de las Misiones Jesuíticas

Desde el programa de cooperación transfronteriza italiano denominado “Fronteras musicales abiertas” buscan crear una academia de formación de artistas, con vistas a formar una opera estable de la región de las Misiones Jesuíticas: Misiones (Argentina), Itapúa (Paraguay) y Rio Grande do Sul (Brasil). El emprendimiento es llevado adelante por el Centro Studi di Politica Internazionale (CeSPI) de Italia, el Instituto Italo-Latinoamericano (IILA) y Telecom Italia. El programa lleva tres años buscando la integración latinoamericana y en especial de los países del Mercosur;  a través de la cultura. 


José Luis Rhi-Sausi, presidente del directorio del programa Fronteras Abiertas.

Francesco Grigolo, director artístico de "Fronteras Musicales Abiertas".

El presidente del directorio del programa “Fronteras Musicales Abiertas”: José Luis Rhi-Sausi explicó que “este programa comenzó hace tres años con la colaboración transfronteriza para contribuir con la integración latinoamericana”. Indicó que “la cultura y en particular la música son un elemento de agregación muy importante para la integración”.

Remarcó que existe “una tradición musical muy importante en música culta en su región que es la barroca”, asimismo existen “jóvenes talentos, con ganas y con capacidades para hacer alta formación”. El programa se encarga de la capacitación y la profesionalización de los músicos en música clásica, especializándolos en música barroca, buscando la “alta formación”.

Rhi-Sausi remarcó que el objetivo final del programa es lograr conformar “una Filarmónica con jóvenes de Argentina, Paraguay y Brasil con capacidad de recuperar la tradición de música barroca y con la capacidad de hacer opera”. En este objetivo trabajaran todo este 2013, ya se pueden observar los primeros logros con las presentaciones de la orquesta compuesta por los músicos de Grillitos Sinfónicos (Misiones), de la Orquesta Ars Barroca (San Ignacio Guazú – Paraguay) y del Taller de Ópera Amadeus Lírica (Encarnación – Paraguay) que se presentan esta noche y el sábado en la Escuela de Música de Posadas.

El programa tiene como director artístico Francesco Grigolo, organista y director de orquesta, con gran trayectoria en Italia y toda Europa. Fronteras Abiertas se inscribe en el esfuerzo por integrar “desde abajo” los países del Mercosur. La cooperación cultural en las áreas fronterizas constituye uno de los mecanismos más importantes para abrir puentes de comunicación e intercambio y revertir los elementos que dividen y obstaculizan las relaciones fronterizas. La cultura tiende a unir las fronteras porque permite construir identidades abiertas, gracias a su particular vocación para absorber los valores de la diversidad y la universalidad.

Grigolo por su parte explicó que el programa se desarrolla desde hace tres años en el departamento de Itapúa, Paraguay y desde finales del año 2012 han comenzado a trabajar con los jóvenes de la provincia de Misiones (Argentina). Afirmó que se busca ampliar el trabajo de formación e integración a toda la región de las Misiones Jesuíticas, incluyendo a la región de Rio Grande do Sul (Brasil).

Se trabaja en formar a los jóvenes en música barroca, así como en otras expresiones musicales ligadas a la región. El objetivo final es recuperar los lazos históricos que unen a esta gran región latinoamericana a través de la recuperación de sus tradiciones musicales. “Se pretende crear un centro de producción artística misionera” afirmó Grigolo, que pretende que sea un “centro de desarrollo artístico que abarque toda la macro región”.

El director artístico indicó que en este centro de producción se trabajara sobre la música barroca, la música latinoamericana, folklore; así como música contemporánea. Reafirmó lo dicho por Rhi-Sausi, planteando que “queremos formar una orquesta con estos jóvenes, que no sea solamente sinfónica, sino que sea una opera”. Valoró la entrega de los jóvenes músicos, porque “lo que más aprecio de los chicos es la entrega de su tiempo, yo les pido muchísimo, llevamos más de tres semanas de ensayo diario desde las ocho de la mañana a las ocho de la noche, más las horas de las presentaciones”.

Grigolo planteó que “hacer una ópera barroca del 1700 no es fácil para una orquesta de profesionales de Europa o de cualquier parte del mundo, pero para chicos de quince años es algo absolutamente increíble, casi no se puede creer el nivel que lograron los chicos”. Consideró que debe resaltarse el nivel de profesionalización artística lograda por los jóvenes músicos.

 

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