Aseguran que necesitan una suba de 40 por ciento en las tarifas para cubrir sus costos. Argumentaron que en Buenos Aires se incrementó ese porcentaje, pero el pasaje allí vale un peso menos que en Posadas. Como cada vez que piden incrementos, prometieron cumplir con obras postergadas, como la segunda estación de transferencia.
Representantes de las prestatarias del Sistema Integrado de Transporte (SIT) aclararon que desde hace varios meses reclaman al poder concedente, un incremento tarifario de 40 por ciento. Reconocieron que no existe ningún agente externo a las empresas controla la cantidad de usuarios del sistema. Como todas las veces que piden un incremento tarifario, volvieron a prometer las mismas inversiones que ya estaban previstas a la hora de la puesta en marcha del sistema, hace más de cinco años, pero que todavía siguen pendientes, como la segunda estación de transferencia y la incorporación de un sistema de boleto electrónico.
Marcelo Zbikoski, representante del grupo empresario identificado con su apellido, fundamentó que el aumento de 2,50 a 3,50 pesos permitiría “ajustar los ingresos a los costos” que supuestamente enfrentan ese sector.
El directivo del grupo que maneja casi todos los servicios del SIT, justificó que en Buenos Aires se aprobó recientemente un incremento de 40 por ciento en Ciudad de Buenos Aires. Lo que el empresario no aclara, es que aún con el nuevo aumento, la tarifa mínima del transporte urbano en la capital argentina, está un peso por debajo de la que se cobra en Posadas.
El empresario reconoció que son las propias empresas las únicas que controlan la cantidad de boletos vendidos. “Nosotros los controles lo hacemos siempre y no tenemos problema en que sea auditado o que el mismo Gobierno los controle”, señaló, dejando en claro la falta de control del Estado.
Nueva suba, mismas promesas
Como cada vez que se discute un incremento tarifario, los empresarios plantearon que la “actualización” de los valores de los boletos permitiría cumplir con inversiones que fueron previstas pero nunca realizadas. “Si tenemos buenos ingresos se van a cumplir con los compromisos asumidos como la construcción de la nueva Estación de Transferencia”, aseveró el transportista.
La construcción de la segunda estación de transferencia, cuya entrada en funcionamiento permitiría que el sistema comience a funcionar en forma integrada, y otras promesas como la puesta en marcha de servicios urbanos en Candelaria y Garupá, ya fueron planteadas por las prestatarias todas las veces que debatió un aumento del boleto en los últimos años.
Pero como esa inversión nunca se cumplió, a más de cinco años del inicio del SIT, apenas un puñado de líneas están realmente conectadas entre sí, de forma que muy pocos de los miles de usuarios de colectivos pueden efectivamente pagar un solo boleto y hacer transferencias.
Lo novedoso es que esta vez ni siquiera se habló de instalar tickeadoras, ocurre que la demora de la Nación en implementar la SUBE en el interior, sirvió de excusa para la ausencia de un sistema de cobra electrónico que sea control fiscal.
