La feliz historia de la beba trilliza que pesó 670 gramos al nacer

Mariana de Arrechea es madre de los trillizos sietemesinos Milagros, Pedro e Ignacio, quienes nacieron el 10 de julio y ya cumplieron cinco meses de edad gestacional. “Cuando me enteré que eran trillizos, tanto mi médico el doctor (Roberto) Luque como el del Hospital Italiano de Buenos Aires estaban de acuerdo con que 33 ó 34 semanas ya estaban para nacer”, contó la múltiple madre.

 

Acerca de cómo se organizaron en la casa para el cuidado de los trillizos, que además tienen una hermanita, Francisca de 7 años. Mariana dijo que “es difícil pasar de ser tres a seis en una casa, son bebés que demandan todo el tiempo, la de siete años que sigue demandando también, pero se puede, a pesar de que a veces dan ganas de llorar, pero se puede”, insiste mirando a Milagros, quien tiene los ojos fijos directos a la de su progenitora, a quien le sonríe y le habla en su media lengua.

 

Nacieron a las 33 semanas, Pedro e Ignacio  estuvieron en incubadora, el primero que salió fue Pedro al mes, es el más grande, pesó 1,900 kilos al nacer; Ignacio (1,750) salió a la semana y Milagros a los tres meses salió de la incubadora. Ella vino al mundo con apenas 670 gramos. Los varoncitos no necesitaron respirador, aunque Ignacio tuvo una bronqueolitis en neonatología. En general salió todo bastante bien, dijo la mamá.

“La beba está bien, y los cuidados están en el tema de la alimentación dado su bajo peso, a nivel de otros estudios está bien, hace todo lo que tiene que hacer un bebé de su edad, todo lo demás esta bien, aunque en la parte de kinesiología aun no levanta la cabeza como tendría que hacerlo, eso se trabajará con la kinesióloga”, agrega.

Recordó que el nombre de la pequeña iba a ser Paz o Inés, y en la semana 16 del embarazo empezó a quedar con retardo de crecimiento intrauterino. “Nos fuimos a Buenos Aires a hacer interconsulta y el pronóstico en el Italiano era muy malo, como los médicos de acá, salvo el Ecógrafo, el doctor Carlos Esperanza quien le ponía una fichita, no decían se iba a morir, pero era una de las posibilidades más grandes, en comparación con sus hermanitos que seguían desarrollándose, yo pensaba lo mismo, no tenía muchas esperanzas, cuando fui a Buenos Aires y hablé con un médico especialista de medicina fetal me había explicado, pero puede pasar que nazca y esté todo bien, o nazca y tenga diferentes problemas, pero es muy probable que no lo haga, pero no te puedo asegurar y me vine con esa idea y lo fui asimilando durante el embarazo”.

Pero la vida triunfó al final y los latidos del corazoncito de Milagros dentro de la madre se escuchaban en el eccodopler que se hacía cada tres días, y así aún con los pronósticos poco favorables la beba pudo superar el momento crucial del nacimiento.

Toma la leche para prematuros y ya estaría pesando 3,500 kilos dice la madre. Todos van a control de la kinesiología, neurólogos, ecografías de cadera y cabeza, la nena por el crecimiento va a la endocrinóloga, neonatóloga y el pediatra, el seguimiento es mes a mes bien estricto y hasta ahora es un milagro como va su crecimiento, contó Mariana, para indicar que todos los estudios le están dando bien, como los genéticos, el endocrinológico y del corazón.

 

El padre de los cuatro hermanitos trabaja y ella está de licencia en el Concejo Deliberante, por maternidad múltiple hasta el 9 de marzo del 2013. “A la noche nos despertamos los dos casi siempre, los varones duermen más de corrido pero la beba se despierta cada tres o cuatro horas para la mamadera”, acota la madre.

La familia cuenta con la ayuda de una señora hasta las 15:30 y a las 6 ó 7 vuelve el papá, luego les ayudan los abuelos. Mariana agrega que “ hay veces que lloran los tres a la vez, alrededor de las 8 de la noche, porque no son únicos hijos tienen que esperar para bañarse, tomar la mamadera y después irse a dormir los tres”.

 

Milagros «está muy bien»

 

El ginecólogo quien atendió a Mariana de Arrechea con sus trillizos, Roberto Luque  dijo que por suerte el pronóstico para Milagros la más chiquita «hasta ahora es excelente. Si bien preocupó porque tuvo ella una diferencia de peso muy significativa respecto a sus hermanos, todos los parámetros que podemos tener presente en controles de salud, vitalidad, desarrollo tanto desde el punto de vista neurológico, cardíaco y renal hasta ahora es muy bueno, su pronóstico hasta ahora es sorprendente,  está muy bien y hay que darle tiempo que de a poco vaya recuperando lo que dentro del útero la placenta no le pudo brindar, por suerte sus parámetros de vitalidad al ser tan bueno son muy alentadores como para tener la posibilidad de una vida normal”.

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