Absolvieron a los trece acusados de secuestrar y «vender» a Marita Verón

El tribunal que integran los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano, absolvió a los 13 acusados del secuestro y desaparición en 2002 de la joven Marita Verón, víctima de una red de trata de personas.

Los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano, dictaron sentencia cuatro horas después del horario fijado originalmente y absolvieron a todos los acusados tras lo cual se escucharon insultos y llantos.

La sala dos de la Cámara penal de Tucumán tampoco hizo lugar a la demanda civil y fijo para el día 18 de este mes la lectura de los fundamentos.

La lectura del fallo debió interrumpirse por los gestos de desaprobación de los allegados a Trimarco y los gritos de los acusados y sus familias.

«Fue un acto de corrupción», aseguró José Dantona, abogado de Trimarco, ni bien se conoció la sentencia del Tribunal y manifestó que «necesitaban tiempo» para leer el fallo con detenimiento y resolver los próximos pasos.

Los manifestantes que aguardaban en las afueras del Tribunal comenzaron a alentar a Susana Trimarco en medio del estupor y la indignación, mientras la mujer saludaba a la gente desde el interior de un automóvil al abandonar el lugar.

Marita Verón fue secuestrada el 3 de abril del 2002 cuando se dirigía a la Maternidad de la ciudad de Tucumán, tras lo cual su madre, Susana Trimarco, inició una investigación de 10 años para dar con los responsables de la desaparición de su hija.

El tribunal tucumano absolvió a María Rivero, la empresaria que habría ordenado el secuestro; su hermano Víctor, quien habría sido encargado de capturarla; Daniela Milhein, acusada de mantenerla secuestrada en Tucumán; «Liliana» Medina, que regenteaba prostíbulos en La Rioja en la década menemista y dueña de los burdeles más importantes.

También quedaron exonerados los dos hijos de Medina; Domingo Andrada, policía riojano que reclutaba mujeres para los prostíbulos de Medina.

De igual modo fueron absueltos María Azucena Márquez y María Natalia Bustos, sospechadas de formar parte de la red de trata de personas; Carlos Luna y Cintia Gaitano, regentes de prostíbulos en La Rioja; y los tucumanos Juan Humberto Derobertis y Andrés González. 

 

Trimarco: «Se viene el segundo juicio porque Marita no está»

Trimarco llegó temprano junto a Micaela, la hija de Marita, en un auto con custodia de Gendarmería a la casona antigua ubicada en Córdoba al 300 de la capital tucumana donde funciona la Fundación María de los Ángeles, que trabaja en la prevención y la asistencia de mujeres víctimas de trata.

En la entrevista con Télam contó impactada que “anoche la soñé a la Marita. La encontraba. Me estaba esperando sentada en una comisaría. No pude dormir más”. La noche, entonces, terminó para ella y su nieta “rezando, pidiendo a Dios que le dé inteligencia y sabiduría a los jueces para que hoy hagan justicia”.


Micaela no quiere hablar con el periodismo. “Mica es el doble de Marita”, dice Susana, y no se refiere sólo al parecido físico:  también pondera a la adolescente de 14 años que “es una niña ejemplar, con la mente de una adulta, que ayuda en la fundación, que quiere encontrar a su mamá”.

Trimarco adelantó que “vamos a seguir trabajando para que se juzgue a todos los desaparecedores de mujeres, porque en estos 10 años pude demostrar que en Tucumán, donde en el 2002 me trataban de loca, hay redes de tratantes de chicas”.

En un nuevo juicio espera sentar en el banquillo de los acusados a “Rubén “la Chancha”  Alé, uno de los autores intelectuales del secuestro de mi hija. No le tengo miedo, no me voy a callar”.

Alé es dueño de una de las empresas de remises mas grande de Tucumán, autos visibles por las cinco estrellas que identifican los vehículos de su propiedad.

“Me quisieron matar dos veces, me amenazan con secuestrar a Mica. ¿Por qué me amenazan si no tienen nada que ver con la desaparición de Marita?”, reflexionó la mujer que, con su lucha contra la trata, logró incidir en los cambios logrados en políticas públicas para la prevención y el ataque a este delito.

Recordó que “fue Néstor Kirchner el que me ayudó para tener esta casa donde funciona la Fundación, y lo hizo en silencio, porque me dijo que no iba a hacer política con el dolor de una madre. Cristina también sigue colaborando con nosotros”.

El domingo, durante los festejos por el día de los derechos humanos y la democracia, Trimarco recibió de manos de la Presidenta el premio Azucena Villaflor. “Ella me abrazó y me dijo al oído que Mica es una niña genio, que le mandaba un beso y me deseó que se haga justicia por Marita. Podés contar conmigo, me dijo”, contó.

Mientras habla, mira una foto del ex presidente abrazando a Cristina, imagen destacada junto a decenas de portarretratos de Marita y a diplomas firmados por referentes de distintas provincias y lugares del mundo que valoran el trabajo de esta mujer que se animó a denunciar las redes de tratantes de mujeres.

También hay fotos de mujeres desaparecidas en las paredes de un patio cálido, con mucho verde, que une las distintas oficinas donde trabajan abogados, psicólogos y asistentes sociales que acompañan a familiares y mujeres que atravesaron situaciones de trata.

Tucumán sigue con su rutina habitual, sólo interrumpida frente a la sede central del Poder Judicial por los más de 200 periodistas acreditados para cubrir el juicio, mientras en la plaza de enfrente, organizaciones sociales comienzan a concentrarse con carteles que piden por la aparición de Marita.

Dentro del Palacio judicial, la responsable de la oficina de ceremonial y prensa no pierde su amabilidad a pesar de que está coordinando la ubicación de los más de 44 funcionarios nacionales y provinciales de distintos poderes del Estado que escucharán el fallo de la Sala II de la Cámara en lo Penal.

Entre otros estarán Martín Fresneda, secretario de Derechos Humanos de la Nación; Juan Martin Mena, subsecretario de Política Criminal y jefe de Gabinete del Ministerio de Justicia nacional y Zaida Gatti, responsable de la Oficina de Rescate y Asistencia a las Víctimas de Trata.

También, los diputados nacionales Horacio Pietragalla, Victoria Donda, Stella Maris Córdoba y la legisladora porteña, María Elena Naddeo.

Las Madres del Dolor, Carlos Pisano, director del espacio Memoria y Derechos Humanos de la ex Esma, Rosa Schonfeld, mamá de Miguel Bru, y referentes de la CTA, se sentarán junto a Susana en la sala del tribunal.

“Me costó llegar hasta acá. También a las víctimas que testificaron en el juicio. Mica y yo esperamos que sean condenados los 13. Que se haga justicia”, pide la mamá de Marita.

 

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