Con servicio de psicopedagogas frenan deserción entre los alumnos terciarios

“Existe un mito sobre que la psicopedagogía es necesaria sólo en primaria y en secundaria, pero este apoyo es también una herramienta en las carreras terciarias y universitarias, y está dirigida a ayudar en los momentos clave en los que los alumnos se plantean la posibilidad de abandonar sus estudios o cuando se les dificulta seguir el ritmo porque no tienen técnicas de estudio”. Así lo expresó Laura Franco, licenciada en psicopedagogía y coordinadora de carreras del Instituto Superior de Estudios Terciarios y Técnicos  (ISET) quien junto a su colega Gabriela Bisinella, sostienen el Servicio de Orientación al Estudiante (SOE) y al profesor en esta institución.

 

 

 

Las dos profesionales se desempeñan en un ámbito que apunta básicamente a acompañar y aportar apoyo profesional a los mayores de 18 años que se inician en la vida de estudiantes terciarios o universitarios y que presentan problemas diferentes a los que se viven en la secundaria.

“Por lo general, vemos que los jóvenes tienen poca tolerancia a las frustraciones y esto se traduce, algunas veces, en la convicción de que tienen que dejar la carrera si algo no les va bien. Allí intervenimos nosotras con un abordaje que incluye a los profesores, ya que cuando hay alguna traba o problema recurrente, trabajamos con ellos programando clases de apoyo o determinada contención particular”, refieren.

Entre las problemáticas más recurrentes, la falta de continuidad y ritmo en los estudios es una de las más importantes que requieren la intervención del SOE, y que se activa cuando se detecta a un alumno que tiene ausencias reiteradas a clase o no se presenta a los exámenes parciales o finales.

“Nos contactamos con el alumno y vemos dónde reside su problema. Si tiene origen emocional o de vínculos familiares, lo contactamos con especialistas en psicología para que puedan abordar adecuadamente esas situaciones, pero si tiene que ver con un desconecte con la carrera elegida, con falta de estímulos, con imposibilidad de seguir el ritmo, lo ayudamos a usar las herramientas adecuadas para volver a enganchar”, explican. 

 

Orientación vocacional y mediación

Otra de las funciones importantes del Servicio de Orientación al Alumno es la de la orientación vocacional propiamente dicha, ya que en los primeros contactos con la carrera elegida, sea terciaria o universitaria (el ISET es sede de varias prestigiosas universidades con carreras a distancia) se realizan los test que ratifican la orientación elegida, para que existan márgenes menos grandes de posibilidades de error, ya que se dan casos de chicos que “vienen a estudiar sólo para hacer algo o por presión de los padres, y la idea es que entiendan que la elección de la carrera tiene que ver con un proyecto personal, es elegir quién va a ser”.

“También hay casos en los que el alumno tiene un buen rendimiento académico en clases, un ritmo adecuado, pero tiene miedo a ser examinado, y es entonces donde intervenimos”, explican.

En el ISET, los alumnos ya se acostumbraron a contar con el SOE, por eso “antes interveníamos cuando detectábamos un problema, pero ahora directamente vienen a consultarnos, somos un engranaje más de la institución y eso es positivo porque saben que ante una situación de conflicto, estamos para orientar”. La tarea de las profesionales incluye la mediación de problemas grupales y de relación, y hasta el momento “hemos tenido éxito en la tarea”. “La ventaja en estas instituciones chicas es que el seguimiento es mas personalizado, entonces el trabajo es mucho más productivo”, concluyen.

 

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