Una misionera con vocación marinera

Mariela Ramírez, tiene 23 años y la convicción de estar en el lugar correcto, es cabo primera de la Armada Argentina. Siempre supo que quería ser militar, pero no se imaginaba estar en un buque de guerra desde donde ve solamente mar, mar que recién conoció hace unos pocos años cuando llegó desde un pequeño pueblo de Oberá (Misiones) a Puerto Belgrano para ser aspirante de la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESSA).

La cabo segundo de mar Mariela Ramírez habla pausado y, lejos de su lugar natal, añora la tierra colorada y el tiempo compartido con familiares y amigos.

 

 

 

Su incorporación a la Armada no fue casual; antes del ingreso se interiorizó acerca de lo que era la institución en una expocarrera y efectuó un test vocacional para confirmar su corazonada de que no se equivocaría al elegir ser una mujer de mar.

 

 

 

Luego llegó el momento de ver las caras de sorpresa de su gente al conocer la noticia y, tras el examen con resultado satisfactorio, el arribo a la ESSA. “Cuando llegué no conocía nada ni nadie pero la Armada me abrió sus puertas y dentro de la institución coseché grandes amigos”.

 

 

 

Entre ellos está una de sus compañeras, la sanjuanina María Fernanda Díaz, quien se convirtió en su mejor amiga; ambas se acompañan en el tiempo que están lejos de sus afectos y además comparten el actual destino, el destructor ARA “Sarandí”.

 

 

 

Mujer de mar

 

 

 

Hace dos años que Mariela Ramírez está a bordo del “Sarandí”; su especialidad de mar hace imprescindible que cumpla funciones en una unidad de la Flota.

 

 

 

Reconoce que su especialidad es un tanto masculina porque requiere de esfuerzo físico y convivir con muchos hombres, pero “la integración con los cabos de mi especialidad ha sido muy buena. Sobre todo, hay mucho respeto entre nosotros”.

 

 

 

Durante las navegaciones, Mariela junto a sus pares está a cargo de timonear y realizar maniobras marineras, ya sea traspaso de peso o con los botes. Además la cabo segundo de mar cubre cubierta de vuelo, que implica actividades como, por ejemplo, trincar (atar) el helicóptero.

 

 

 

2013 será un nuevo año a bordo del “Sarandí”, lo que para ella representa una gran alegría.

 

 

 

“La Armada para mí es un experiencia única. A veces no puedo creer que esté en la institución”.

 

 

 

Más mujeres a bordo

 

 

 

Además de Mariela, hay otras 22 mujeres embarcadas en el destructor ARA “Sarandí”. Entre ellas está la suboficial principal Patricia Schmidt, que es la primera mujer en ocupar el cargo de suboficial de destino en una unidad de la Flota de Mar.

 

La lista se completa con la suboficial segundo enfermera Silvia Condorí Fernández y una veintena de cabos femeninas cuyas especialidades son mecánico de sistemas control tiro, comunicaciones, mar, mecánico de sistemas artillería, operaciones y servicios.

 

 

 

Por www.gacetamarinera.com.ar

 

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