Érica Cornejo: de Boston a Posadas, casi sin escalas

Una de las principales figuras del ballet mundial es argentina, y su calidad artística la ha convertido en Bailarina Principal del Boston Ballet. Érica Cornejo se presentará este viernes y sábado a las 21 junto al Ballet del Centro del Conocimiento en la puesta en escena del Ballet Giselle. A su llegada a Posadas nos dejó algunas palabras en exclusiva.

 

 


Érica Cornejo, bailarina. Radio Libertad

Menuda como toda bailarina, pero con una sonrisa tan grande como los escenarios sobre los que ha bailado, Érica Cornejo lejos está de corresponder al estereotipo de la “estrella mundial”. Sencilla y sumamente simpática, arribó a Posadas junto a su madre y Carlos Molina, su marido y también bailarín, para darnos la oportunidad de apreciar su arte junto al Ballet del Centro del Conocimiento en la obra Giselle, una historia donde el amor, la traición y la muerte, se disputan el protagonismo.

 

¿Qué hace que una estrella de fama internacional haya decidido pegarse una escapada a un escenario tan alejado de los centros mundiales de arte? Para Cornejo, como toda mujer sensible, las palabras de su madre y su hermano mayor son casi ley (recordemos que Herman Cornejo es uno de los bailarines de mayor jerarquía mundial y estuvo en Misiones hace sólo unos meses bailando El Quijote). “Tanto mi hermano como mi madre me han dicho que bailar aquí fue algo maravilloso. El público, los bailarines, el teatro del Centro del Conocimiento, que es un espacio fantástico con todo lo necesario para dar un buen espectáculo. Estoy muy emocionada, hace unos meses iba a venir a bailar el Quijote con Herman pero me lesioné y tuve cancelar la función. Gracias a Dios ya estoy muy bien y es un placer poder estar aquí.

 

Recién llegada al aeropuerto de Posadas, Érica nos relató que llega casi directo desde Boston (Massachusetts, EUA), lugar donde reside y trabaja. “Sólo hice una escala para buscar a mi madre para que nos acompañe a esta función en Posadas”. Érica habla en plural porque su llegada se ha producido junto a Carlos Molina, su marido colombiano y también bailarín de primera línea mundial quien hará de partenaire en la puesta en escena de Giselle.

 

“Estamos en plena temporada con el Boston Ballet, son 43 funciones entre noviembre y diciembre. El Cascanueces es una gran tradición en los Estados Unidos, pero hablé con el Director y le conté de mis ganas de venir a Misiones y lo que representa eso para mí, y no hubo problemas. Eso sí, termino de bailar y tengo que regresar urgente a Estados Unidos”, relata Érica mientras los pasajeros del vuelo de la noche pasan por el aeropuerto tratando de descubrir quién es la figura frente al micrófono.

 

Nadie es profeta en su tierra

Claro, Érica Cornejo, a pesar de ser una estrella del ballet mundial,  como tantas otras figuras, ha pasado desapercibida para los argentinos. “En agosto hice una función en el Teatro Colón en una función en honor a los Bailarines fallecidos en el Río de la Plata (El 10 de octubre de 1971, un accidente de aviación provocó la muerte de nueve bailarines pertenecientes al elenco estable del Teatro Colón cuando se dirigían a la ciudad de Trelew para presentarse en el Teatro Español. Después de despegar de Aeroparque, el avión se precipitó sobre las aguas del Río de la Plata, cuando intentaba regresar al aeropuerto por fallas en uno de sus motores.), pero fue una de las pocas veces que lo he hecho desde que me radiqué en los Estados Unidos.

 

El porqué a pesar de ser casi omitida de las grandes veladas artísticas del ballet en Buenos Aires, tanto Érica Cornejo como su hermano Herman han decidido tomarse un avión y venir a bailar sobre el escenario del Teatro Lírico del Centro del Conocimiento, se debe a su humildad particular y la gestión de Laura de Aira, Directora del Ballet del Centro del Conocimiento y una personalidad muy respetada en la escena del ballet mundial.

 

“Es muy curioso, pero ya nos ha pasado con Herman que nos invitan de las provincias pero en Buenos Aires no parece interesarles. En los últimos tiempos hemos bailado dos veces en mi provincia (San Luis), ahora Posadas, donde daremos una función muy especial, porque Carlos ya está con el plan de retirarse y quizás esta sea la última función que haga con él. Es una mezcla de emociones, bailar Giselle, que es un ballet que me encanta bailar, con mi marido, en un lugar en el que han tratado tan bien a mi hermano, que esté mi mamá, que nunca nos vio bailar juntos a Carlos y a mi. Son muchas emociones juntas.

 

 

 

 

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