Hace 5 años se fue de la provincia, después de haber sido clave en las elecciones convencionales del 2006. El martes a la noche ofició una emotiva misa en la parroquia San Antonio, donde la comunidad le dio una cálida bienvenida, le agradeció su presencia y después lo agasajó con una cena en el salón aledaño al templo ubicado en Rocamora casi López y Planes.
El padre Juan Carlos Belgrano volvió después de cinco años de ausencia en Misiones y anoche ofició una emotiva misa y posteriormente fue agasajado en la parroquia San Antonio, por celebrar 25 años en el sacerdocio, de los cuales 17 los cumplió en distintas comunidades misioneras. Mucha gente fue a saludarlo y a compartir con el sacerdote, quien en su breve visita a la provincia -esta noche viaja a Córdoba- estuvo participando en un curso de flores misioneras en Ruiz de Montoya, visitó otras localidades y también fue al hospital Madariaga a llevar el consuelo espiritual a una madre que ha perdido a su hija.
Se había ido de Misiones a fines del 2007, en el 2008 estuvo en la parroquia Inmaculada de Concepción en Pontevedra en la diócesis de Moreno en Merlo, donde estuvo hasta agosto de este año y ahora volvió a la diócesis de San Isidro. “Me tomo un tiempo de año sabático para ejercer en la parroquia Nuestra Señora del Carmen en Benavídez”, dijo en entrevista con Misiones On Line.
Cabe recordar que Belgrano fue, junto al obispo emérito de Iguazú, Joaquín Piña, uno de los convencionales constituyentes que con su voto puso un freno a las aspiraciones del por entonces mandatario, Carlos Rovira, quien intentó lograr la reelección indefinida para los cargos de gobernador y vice, impulsando la modificación del artículo 110 de la Constitución de Misiones.
Al ser consultado acerca de los mejores recuerdos que guarda en sus 17 años de labor misional en la provincia, el padre Belgrano destacó el “acompañar en las comunidades concretas, el encuentro entre vecinos, proyectos realizados, acompañar situaciones de dolor de los colonos cuando vinieron a Posadas, de los docentes en la carpa, los aborígenes en la plaza, y tantas situaciones dolorosas que uno ve que algunas se van pudiendo modificar, y otras tristemente siguen habiendo situaciones de desnutrición, de injusticia, creo que hay muchos recuerdos a lo largo de caminar la provincia y uno vuelve a Misiones y brota vida por todos lados, creo que también hay un compromiso de los misioneros de hacer una vida más digna para todos porque tienen un montón de recursos posibles para poder hacerlo”.
En la recorrida que hizo por el interior dice que “aún se sigue viendo que hay chicos con problemas de discapacidad, creo que los esfuerzos que se van haciendo deben ser cada vez mejor para abarcar cada vez a mayor cantidad de población”.
El padre Belgrano, quien ya tiene 50 años de edad ofreció la misa por momentos con tónica de nostalgia y tristeza, también contó que había tenido algunos problemas de salud, por lo que consideró que “este es un año de recuperación, creo que a veces se manifiestan algunos síntomas que pueden desaparecer más prontamente, es un año de poder recuperar afectos, situaciones y poder compartir con gente que uno trabajó junto y eso también sana el alma”.
Admitió que le entristece “recordar seres queridos que no están, situaciones de conflicto que hemos tenido que vivir, son cosas que afectan, ninguno de nosotros somos robots sino seres humanos y poder compartir los sentimientos nos hace bien a todos”.
Acerca de su futuro en las misiones pastorales, dijo que “hoy por hoy es buscar una sanación y Dios irá marcando el camino por dónde, en nuestra patria hay muchos lugares con muchas necesidades y será el lugar donde el Obispo también crea conveniente pueda estar”.
