En las instalaciones del Club Alemán de la localidad de Leandro N. Alem, el último viernes se realizó el sorteo de ubicación de los dos barrios que construye el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA) en esa comuna. De un total de 567 familias convocadas en principio, 207 fueron las que cumplimentaron con todos los requisitos y finalmente participaron del sorteo de 85 viviendas.
Los complejos habitacionales conocidos con el nombre de “INDO” (por la empresa que tiene a su cargo la obra) corresponden a la categoría D-05 y D-10 (tipología tradicional) tienen desde este fin de semana designado a los que se convertirán en sus adjudicatarios (siempre que no surja ninguna objeción a los requerimientos establecidos por el IPRODHA).
Una vez más la modalidad de sorteo electrónico con proyección en amplias pantallas de la ubicación exacta de la casa asignada por el azar, puso emotividad a la mañana del viernes. Las muestras de alegría y festejos efusivos de los elegidos por “la suerte” se repitieron una y otra vez entre las familias presentes.
La actividad se llevó a cabo ante escribano público. Acompañaron la directora de Promoción Socioeconómica del Instituto, Silvana Giménez y el intendente local, Diego Sartori, quién destacó la “transparencia que se da con este proceso de selección de los adjudicatarios para las viviendas”.
“Mucha alegría es lo que siento”
Romina Olivera (DNI 30.430.917) es empleada citrícola de la Cooperativa Tabacalera de Alem y madre de Mauricio (11 años). “Mi hijo es discapacitado, hace cuatro año me había inscripto, siempre esperaba y actualizaba mi ficha. Esta vez cuando me llegó la carta de convocatoria del IPRODHA no podía creer. Por la situación de mi nene yo entré directamente al sorteo de la ubicación de la casa: Nos tocó la N º 26!!!! Salgo de acá y voy a ir a mirar, no importa que todavía no este terminada. Todo este tiempo vivimos en una casa de madera prestada a 10 kilómetros del pueblo, con luz pero sin agua potable, era la única forma de no pagar alquiler, que acá están caros. Me es sacrificado sacar todos los días a Mauricio hasta el camino donde pasa el colectivo municipal para llevarlo hasta la Escuela Especial Nº 11 y organizarme para ir al trabajo. La nueva casa es una bendición, aunque falta para mudarnos…Mucha alegría es lo que siento hoy”(Testimonio de Romina Olivera, tras serle asignada por bolillero la vivienda Nº 26)
