Carta del Obispo Martínez: «Los pequeños y el Reino»

Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas nos hace saber que con la celebración de este domingo “Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo”, culminamos el año litúrgico. Desde el próximo domingo empezaremos a prepararnos para celebrar la “Navidad”, el nacimiento de Jesús y lo haremos durante varias semanas en el llamado tiempo de Adviento. Esta celebración de “Cristo Rey”, puede confundir a varios, asociando esta denominación con el poder y la fastuosidad de los reyes contemporáneos. Aunque en realidad hay que señalar que hoy ya no quedan muchos reyes y no tienen tanto poder, tampoco en la época de Jesús entendieron demasiado qué tipo de reinado tenía Jesús y como era su Reino. Pilato en el Evangelio de este domingo (Jn. 18,33b-37), expresa lo confundido que estaba sobre la realeza que tenía el Señor. …

“LOS PEQUEÑOS Y EL REINO”

Carta de monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas

 para el domingo de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo  
(25 de noviembre de 2012)

Con la celebración de este domingo “Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo”, culminamos el año litúrgico. Desde el próximo domingo empezaremos a prepararnos para celebrar la “Navidad”, el nacimiento de Jesús y lo haremos durante varias semanas en el llamado tiempo de Adviento.

Esta celebración de “Cristo Rey”, puede confundir a varios, asociando esta denominación con el poder y la fastuosidad de los reyes contemporáneos. Aunque en realidad hay que señalar que hoy ya no quedan muchos reyes y no tienen tanto poder, tampoco en la época de Jesús entendieron demasiado qué tipo de reinado tenía Jesús y como era su Reino. Pilato en el Evangelio de este domingo (Jn. 18,33b-37), expresa lo confundido que estaba sobre la realeza que tenía el Señor. “Pilato” le dijo “¿Entonces tu eres Rey? Jesús respondió: tú lo dices. Yo soy Rey” (Jn. 18,37). De todas maneras el Señor explica a Pilato, algo que seguramente por su alejamiento de Dios y ceguera, éste no podía comprender. “Mi realeza no es de este mundo…” (Jn. 18,35).

Es cierto que en general la ceguera e incomprensión del “reinado de Jesús” o bien de la misión de la Iglesia, está ligado al alejamiento de Dios y a la necesidad de tener una cierta mirada de fe. Es clave recordar que como Iglesia y como cristianos debemos seguir apostando en la cotidianidad, no al éxito, ni a triunfalismos pastorales, sino a la fidelidad, al seguimiento de Cristo, el Señor, que siempre implica el tomar la cruz de cada día, considerando que el discipulado debe ser siempre pascual. El Apóstol Pablo en la carta a los Filipenses nos señala el camino que la Iglesia debe guardar mirando a Jesucristo, el Señor: “Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo: El cual, siendo de condición divina no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de si mismo tomando la condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre: y se humilló a si mismo obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz” (Fil. 2,5-8).

Para cumplir nuestra misión evangelizadora siempre deberemos ubicarnos en la pequeñez y en la humildad, desde donde podemos servir en la construcción del Reino, la justicia, la paz y el bien común: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mt. 5,1).

Si bien este código de la pequeñez es parte de la fe del discipulado cristiano, e implica a todos los bautizados, especialmente es necesario que aquellos que tenemos distintas responsabilidades públicas y sociales tengamos una especial captación de esta dimensión esencial de la vida cristiana, por las consecuencias que esto debe tener en el sociedad, traducidas en actitudes que hacen al servicio y al bien común.

Hace pocos días hemos celebrado en el centro de Espiritualidad de “Loreto” una verdadera fiesta diocesana, nuestra XI peregrinación, en donde como pueblo de Dios nos encontramos para iniciar masivamente“el año de la Fe”. Quiero agradecer a tantos que trabajaron para que se haya dado un momento que tanto bien nos hace en el camino de evangelización de nuestra Diócesis.

Este fin de semana, se está realizando un encuentro para nuestros jóvenes, sobre todo para los que no están, kerigmático e inédito, denominado “Sin Chamuyo”. Con muchos códigos musicales y símbolos de nuestros jóvenes y adolescentes, y con mensajes y reflexiones, y la Misa, buscamos una manera de encontrarnos, acercarnos y acompañar una de las prioridades que nos hemos puesto en nuestro primer Sínodo Diocesano, el tema de evangelizar a la juventud, ya que en nuestra provincia el 60% de la población tiene menos de 30 años.

Estamos celebrando el domingo de Cristo Rey. El texto del Evangelio de este domingo pone al descubierto que Pilato carecía de fe para comprender que le decía el Señor: “Pilato le dijo: ¿Entonces tu eres rey? Jesús respondió: “tu lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz…”. Nosotros también necesitamos desde la fe y la pequeñez captar y comprometernos con este reino que nos hace discípulos y testigos de Jesucristo, promotores de algunos valores como la vida, la familia, la justicia, la verdad, que nos permiten tener un horizonte de esperanza.

¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo!

Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas

 

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