Su suegra aseguró que no le volvería a dar a sus hijos por temor a que los mate y reveló que el maltrato era constante. Un médico confirmó que le pidió que lleve a sus hijos al hospital y nunca lo hizo. Organizaciones de derechos humanos y feministas marcharon pidiendo la liberación de la mujer acusada de dejar morir a su hija
Pasadas las 8.30 se inició el juicio a María Ovando, imputada por el delito de abandono de persona seguido de muerte y agravado por el vínculo en perjuicio de su hija de 3 años (Carolina) en Colonia Delicia, en abril del año pasado. La mujer se abstuvo de declarar y no presenció el relato de los testimonios de los cuatro testigos iniciales, que no le fueron favorables.
«Si María sale libre no le entregaré a sus hijos porque no los quiere y tengo miedo que los mate», afirmó la suegra Eguarta Godoy ante la pregunta del fiscal Federico Rodríguez.
Godoy culpó a la imputada María Ovando de no cuidar a sus hijos. «Los dejaba tirados, inclusive cuando vivía en Paraguay junto a mi otro hijo Rogelio, padre de Carolina, no los cuidada. «Mi hijo se iba a trabajar y ella no atendía a sus hijos; los dejaba tirados», disparó.
El primer testigo que declaró fue el director del Hospital de Mado, Julio Cesar Benítez, quien relató que luego de que las promotoras de salud le contaran el caso, él concurrió al domicilio de Ovando donde pudo ver que las condiciones en las que vivían eran de total indigencia, y como indicadores citó el estado de la casa, la condición de los niños, la falta de agua potable, energía eléctrica y la ausencia de algo básico como la letrina. Benítez dijo que “se veía el estado de abandono de los niños” porque no solo tenían bajo peso y piojos, sino que además tenían costras en la cabeza por falta de higiene, lesiones e infecciones en el cuero cabelludo. María le contó en esa oportunidad que tenía 11 hijos y estaba embarazada de nuevo.
Y destacó que si bien varios de los niños se encontraban en ese estado, la que peor estado tenía era Carolina (la niña de 3 años fallecida) a quien se le detectó desnutrición crónica, pediculosis e infecciones en el cuero cabelludo. Afirmó que «María Ovando era una mamá nutrida».
El doctor sugirió antibióticos, tratamiento y una loción para piojos, además de agua y jabón y agregó que además le aplicaron las vacunas a los niños. Además contó que se le sugirió a María Ovando ciertas cosas para que los niños coman con el fin de que les aporten nutrientes y se le habló de la prevención de enfermedades, además de insistir en que asista a la salita o al hospital para controles de ella y los niños, porque pese a que no se notaba ninguna otra patología a simple vista, para detectar otras cosas con más profundidad hay que hacer análisis.
«También les proporcioné las vacunas porque ninguno de los chicos estaba vacunado. Y, luego le dije a Ovando que los lleve al Caps o al hospital de Delicia, pero nunca lo hizo porque no tenemos registrados los ingresos de esta mujer con sus hijos el centro de salud o al hospital».
Tras esto el fiscal le preguntó si en los CAPS le proveen de anticonceptivos a las mujeres, a lo que el médico contestó que sí, “hay de todo tipo, pastillas, inyecciones y preservativos entre otras cosas”.
Por su parte, el abogado defensor de María Ovando, Eduardo Paredes, le preguntó a Benítez si hay protocolos de actuación para familias en riesgo, a lo que el doctor contestó que no, porque ellos son de atención primaria, posteriormente Paredes le pidió que explique en qué consiste el programa Hambre Cero, y Benítez detalló que este plan busca la detección, tratamiento y protección de los niños desnutridos. Tras otras preguntas el director del hospital de Mado también dijo que por mes se les da entre 1 y 3 kilos de leche a las madres para sus hijos, pero aclaró nuevamente que María Ovando no se acercaba a la salita ni al hospital.
El médico forense Milton Rubén Rodríguez también declaró esta mañana y manifestó que no pudo determinar la causa de muerte de Carolina por el alto grado de descomposición del cuerpo porque tenía más de 15 días de deceso cuando tuvo contacto con el mismo. Y agregó que lo único que constatar es que no tenía lesiones óseas ni proyectiles de armas de fuego.
