La mujer está acusada de abandono de persona seguido de muerte, por un episodio que terminó con la vida de uno de sus doce hijos. El fiscal del caso asegura que hay sobrados elementos que señalan la responsabilidad de la acusada. En el expediente consta que la mujer tiene un largo historial de maltrato a sus hijos.
Mañana comenzará en Eldorado uno de los juicios más polémicos de los últimos años en Misiones. En una causa caratulada como “abandono de persona, seguida de muerte y agravada por el vínculo”, María Ovando enfrentará una de las peores acusaciones que se le puede imputar a una persona: ser responsable de la muerte de su propia hija.
ONGs, abogados y asociaciones de derechos humanos, denuncian el proceso como un caso de “criminalización de la pobreza”. Sin embargo, desde la fiscalía señalan que hay elementos que comprometen seriamente a la acusada. El expediente del caso, da cuenta de que Ovando tenía una larga historia de violencia hacia sus doce hijos e incluso habría perdido a otro de ellos en similares circunstancias.
La víctima del caso que mañana va a juicio era una niña y se llamaba Carolina, fue hallada enterrada al costado del camino, en cercanías del Arroyo Aguaray Guazú, después de varios días de búsqueda. Todo empezó cuando el cuñado de Ovando advirtió que la salud de la pequeña estaba en serio riesgo y le dio dinero a la mujer para que fuera al médico.
Tras unas horas, la acusada regresó sin la niña y dijo que la abuela se la había llevado al Paraguay. Las sospechas de los familiares y vecinos motorizaron la denuncia y la búsqueda policial que finalizó con el macabro hallazgo. Cuando la policía comenzó a indagar sobre la desaparición de la niña, terminó reconociendo que su hija se murió en el camino, que ella se asustó y decidió sepultarla en el lugar y no decir nada a su familia.
Ovando era asistida por el Estado y los promotores de salud, desde antes de la muerte de Carolina, advertían la difícil situación por la que pasaban ella y los otros hijos de la mujer. Incluso, después de su detención, según consta en el expediente, Ovando mostró desprecio hacia algunos de sus hijos e impidió que la visitaran.
Durante la investigación, la madre de la acusada relató a los trabajadores sociales que su hija tenía “muy mal carácter y castigaba a sus hijos de forma habitual”.
“A Carolina, la hija de María Ovando se le arrancó el derecho a la vida”, asegura el fiscal Federico Rodríguez, quien sostendrá la acusación en el juicio. “Esta señora es culpable de abandono de persona seguida de muerte agravado por el vínculo”, dijo. El funcionario no descartó convocar a Julia, de seis años, hermana de Carolina, a declarar como testigo en Cámara Gessel y a otro hermano.
El fiscal también rechazó los planteos de Amicus Curiae, presentados por organizaciones sociales que reclaman la liberación de Ovando. “Parten de un hecho que no es el de la causa. Plantean otras cuestiones como la responsabilidad del Estado. En el caso que surja alguna cuestión que sea imputable a esta causa, no le quita la responsabilidad a María Ovando. Desde mi punto de vista la responsabilidad de Ovando es clara: abandonó a su hija que luego murió”, señaló el funcionario.
En eso coincide el juez Roberto Saldaña, quien primero estuvo a cargo de la causa: “Ovando no está presa porque se le murió una hija por desnutrición”, fue tajante el magistrado.
El fiscal quiere llevar a declarar a Julio Cesar Benítez, director del hospital de Colonia Mado, quien al momento de la muerte de Carolina, era intendente, para que explique ante el Tribunal, qué tipo de asistencia se le daba desde el municipio. Lo mismo haría con los promotores de salud.
El objetivo es acreditar que la muerte de Carolina se produjo por el abandono, ya que cerca de la casa de Ovando había un comedor y, pese a las advertencias de los promotores, no se la llevaba al médico.
Varios testimonios serán claves. El de la madre de María es uno de ellos. Contó a la Justicia y a la prensa que días antes de la muerte de Carolina, la halló golpeada y llorando a gritos en un lodazal al fondo de la casa. “Dejá tirada a esa plaga de mierda que se muera porque me tiene podrida”, habría sido la respuesta de María.
Organizaciones piden la absolución
Organismos públicos y dirigentes políticos reunieron 20.000 firmas con las que solicitaron la absolución de María Ovando, la mujer misionera que será juzgada a partir del lunes, acusada de la muerte de una de sus hijas.
Las presentaciones se hicieron ante el tribunal Penal Nº 1 de Eldorado que será el encargado de juzgar a la mujer por el cargo de “abandono de persona seguida de muerte y agravada por el vínculo”. El pedido fue realizado por la Defensoría General de la Nación, la asociación Pensamiento Penal, la dirigente socialista Vilma Ripoll y Perla Prigoshin, coordinadora de la Comisión Nacional Coordinadora de Acciones para la Elaboración de Sanciones de la Violencia de Género (CONSAVIG). Los amicus curiae presentados por las organizaciones públicas y privadas solicitaron que se considere el contexto cultural de la mujer, las desigualdades sociales y pidieron su liberación.
