Hambre Cero cerraría este año con cerca de 9 mil recuperados

El ministro de Derechos Humanos, Edmundo Soria Vieta, explicó en el plenario de Defensores del Pueblo que sesionó en Posadas, que el Estado misionero no criminaliza la pobreza y detalló las acciones que se realizan para la protección social.

El IV Plenario de Defensores del Pueblo que se desarrolló en Posadas tuvo como corolario la exposición de funcionarios locales que mostraron la realidad del trabajo en materia de infancia y prevención de delitos en la tierra colorada.

El primer orador fue el titular de Derechos Humanos quien puntualmente detalló el desarrollo del programa Hambre Cero, puesto en marcha en mayo de 2010 y que en dos años pretende cerrar la primera etapa del trabajo con cerca de 9 mil recuperados. Soria Vieta reconoció que lo que se hizo fue comenzar a dar visibilidad a una problemática que por años y años estuvo escondida bajo la alfombra, y en ese marco se comenzó a desarrollar la travesía de articular con los estamentos, hasta entonces estancos, del gobierno, para dar respuestas inmediatas a familias en contextos de extrema pobreza.

“Muy bien ustedes podrían decirme que esto le cabría más a un área de Desarrollo Social y no a Derechos Humanos, pero yo les digo que el enfoque que se da a la problemática es desde una perspectivas de derecho”, añadió.

Tras describir que los primeros pasos se dieron con esfuerzos y revelando situaciones de extrema marginalidad, se comenzó con acciones directas para que esa “deuda social que luego se transforma en deuda biológica” deje de hacer tanto daño. Reflexionó y dio cátedra de la teoría de los mil días en un recién nacido, período que abarca desde la concepción hasta los primeros dos años de vida donde, en pocas palabras, el alimento es clave para el desarrollo de la materia gris de un ser humano y que esto determina de por vida sus capacidades.

Así detalló que los primeros casos ingresados al programa fueron los de desnutrición grave y que luego se incluyó a todo niño o adulto mayor que presenta algún grado de desnutrición.

 

Plan coordinado

Soria Vieta, comprometido con el trabajo que supervisa personalmente en el plan que contiene a beneficiarios de los 75 municipios de la provincia, contó también que a través de la tarjeta magnética de Misiones Salud se brinda una cobertura especial en todos los hospitales y que de ser necesario, también se trabaja con la red de sanatorios privados que articuladamente funciona como un proveedor más del Estado.

“El Hambre Cero es un programa que no tiene un no”, dijo y añadió que a todo lo anterior expuesto se suman la entrega de miel, mamaderas y utensilios como platos, vasitos con piquitos o bombillitas. “La mamita bien instruida hierve las mamaderas por suerte pero van a ver como quedan después de las hervidas en tres meses y eso es importante”, agregó el funcionario. 

Finalmente explicó que para las familias más carenciadas, se hace el esfuerzo de brindarles una casa de madera con núcleo sanitario que cambia hábitos de higiene y de vida, ya que muchos casos de promiscuidad en estos hogares se da por la falta de espacios para cada uno donde en un colchón suelen dormir hasta cinco chiquitos.

“Parece mucho, pero en realidad, es cuestión de ingenio y si uno compara las inversiones y ahora la posibilidad de que las madres continúen los estudios hasta en forma personalizada, porque para el año que viene pensamos en alfabetizadores que vayan hasta los hogares, el resultado vale el esfuerzo”, concluyó.

 

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