Sebastián reparte folletos con su historia de vida en la plaza 9 de Julio.
El año pasado, a Sebastián Ibarra, de 19 años le detectaron leucemia aguda o cáncer en la sangre. Todo comenzó cuando sintió que tenía ganglios inflamados en el cuello, debajo de la axila y la ingle; sentía cansancio, le salían moretones sin ninguna causa, y no sentía dolor al tacto. Se hizo el control con la hematóloga y “me salió que la sangre periférica había blastos, me dejaron internado, dos días después ya tenia el diagnóstico y empecé con la quimioterapia”, así cuenta a todos los que quieran escucharlo. Si bien la leucemia no se cura del todo, el joven quiere dejar un mensaje de que «hay que aprender a valorar la vida y luchar por ella con fe».
Sebastián recordó que cuando aparecieron los primeros síntomas que mencionó no fue rápido al médico, «estuve dando vueltas como un mes, creo que debe hacerse la consulta rápida porque las células malformadas se reproducen más rápidamente, cualquier síntoma cualquier duda recurrir al médico», aconsejó.
Después de nueve meses de tratamiento que finalizó en agosto cree que debe contar su experiencia a la gente, y “es para aprender a valorar la vida”, dice. Ya hizo la quimioterapia correspondiente, ahora la enfermedad está en estado de remisión, que puede durar semanas, meses años o toda la vida, porque para la leucemia no existe cura, dijo.
Agrega que la remisión “es lo más cercano que existe a la cura”, y sabe que en caso de una recaída hay que volver al tratamiento.
El joven ya recuperado evalúa que en estos tiempos “la gente está tan eufórica que se hace problemas por pavadas, y cuando uno está tan mal no importa si tenés toda la plata del mundo porque ni eso te sacará de esa situación”.
Sebastián dice que «hoy en dia parece que el cáncer es un tema tabú y es muy común ver en el hospital de día, y en el ambulatorio cómo la gente que se interna, yo lo que quiero es mostrar cómo se puede salir de esa situación, es posible si uno la pelea, hay que tener mucha fe en Dios, el apoyo de mi familia en oración hizo también mucho la diferencia».
Debido a que tenía que ocuparse de su salud, este año no pudo estudiar nada, pero piensa seguir la carrera de kinesiología el año próximo en Corrientes.
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