Para recuperar a esos alumnos que dejaron sus estudios para insertarse en el mercado laboral, la Nación lanzó esta semana el “Plan Estratégico de Formación de Ingenieros”. En este sentido Aldo Caballero, miembro del directorio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), indicó que las personas que vuelvan a la Universidad y se gradúen de ingeniero percibirán una beca por un monto de hasta 50.000 pesos.
El exrector de la Universidad Nacional de Misiones (UNAM) y miembro del directorio del CONICET, Aldo Caballero, indicó que en el país existen 28.000 estudiantes de ingeniería con las tres cuarta parte de la carrera cursada, pero que dejaron sus estudios para insertarse en el mercado laboral.
Dijo que para lograr que estos estudiantes se gradúen de ingenieros, la Nación lanzó la semana pasada el “Plan Estratégico de Formación de Ingenieros”, Orientado a aumentar en 2016 en un 50 por ciento el número de graduados y duplicarlo para 2021 respecto a 2010, hasta llegar a 10.000 al año.
“La meta es llegar a un ingeniero cada 4.000 habitantes”, expresó Caballero.
Señaló asimismo que para incentivar la finalización de los estudios de esos ciudadanos, el plan contempla becas de hasta 50.000 pesos para quienes se gradúen.
Reveló que por año solo el 10 o 12 por ciento de los estudiantes que ingresan a la Universidad optan por la carrera de ingeniería, mientras que la gran mayoría del porcentaje restante se inclina hacia carreras humanistas y económicas.
En un comparativo entre la carrera de abogacía, con la de ingeniería, precisó que “de cada 100 graduados en abogacía, se gradúan tres ingenieros”.
“Tenemos que mejorar la cantidad de graduados que tienen que ver con la producción y por eso es que apuntamos a los ingenieros”, resaltó.
Por otra parte, Caballero indicó que de 2001 a 2011 la Argentina incrementó en un 54.6 por ciento el número de profesionales.
Señaló que en la actualidad en el país hay más 3.300.000 profesionales, mientras que hace diez años atrás el número era de más de 2.100.000.
En cuanto a la inversión en Educación marcó que en 2002 “se invertía el 3.6 por ciento del PBI, mientras que en 2012 ese porcentaje trepó al 6.4 por ciento”.
Remarcó además que el 80 por ciento de los graduados en la Argentina lo hacen en la Universidad Pública. Asimismo resaltó que en los últimos diez años se abrieron nueve Universidades Nacionales.
Mejorar el rendimiento de los alumnos
La cartera educativa nacional diseñó el Plan Estratégico de Formación de Ingenieros 2012-2016, con el objetivo de mejorar los indicadores de rendimiento de los alumnos; incrementando en un 50 por ciento la cantidad de graduados para 2016, sobre la base de 2009, y duplicando la cantidad para 2021.
La propia Presidenta destacó –a fines del año pasado- que es una decisión del Estado nacional llevar adelante políticas activas para atraer estudiantes y aumentar la cantidad de graduados de las ingenierías: “La meta tiene que ser un ingeniero cada cuatro mil habitantes. En 2003, se graduaba uno cada ocho mil; gracias a una política muy intensa, que ha significado una importante inversión de más de 500 millones de pesos a partir de 2005, hemos logrado un ingeniero cada 6.700 habitantes”.
Efectivamente, la Argentina pasó de tener un graduado cada ocho mil habitantes en 2003 a uno cada 6.700 en 2009, mientras que una estimación preliminar con datos a 2011 ubica al indicador en un graduado cada 5.700. Una de las metas del plan que se presentará mañana es llegar a un graduado cada 4.000 habitantes en 2016, un número adecuado a las pautas de crecimiento expresadas en los Planes Estratégicos Industrial y Agroindustrial 2020.
En ese sentido, el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, indicó: “Para asegurar un desarrollo sostenible del modelo productivo y del sistema científico, tecnológico y de innovación se necesita que se reciban al menos 10.000 ingenieros por año. De ese modo, el país estará entre los mejores niveles de América latina, alcanzando un promedio de un ingeniero graduado cada 4.000 habitantes por año”.
A su vez, el ministro señaló: “Debemos transmitirle a la sociedad la convicción de que la tarea del ingeniero está asociada al desarrollo sostenible del país, a la competitividad de las naciones, a la inclusión de las personas en el sistema productivo. Y por eso, la formación de ingenieros es una política prioritaria del Estado que exige la articulación de las acciones del gobierno, el sistema universitario y la sociedad”.
Sileoni destacó también la importancia de seguir alentando y fortaleciendo a las escuelas técnicas. “En este modelo de país productivo en el que necesitamos más ingenieros, la educación técnico profesional juega un papel central para despertar vocaciones y aportar una base importante de conocimientos entre los potenciales estudiantes de las ingenierías. Así lo entendemos desde el Estado nacional y, por eso se ha incrementado sustancialmente la inversión destinada a la modalidad, entre otras acciones específicas”, remarcó.
En relación con las políticas destinadas a la educación técnica, durante la presentación se precisó que a partir de la sanción de la Ley Técnico Profesional, sancionada en 2005, el gobierno nacional avanzó en el diseño y la implementación de 7.978 Planes de Mejora destinados a profundizar la calidad educativa de la modalidad, dotando a las escuelas de insumos técnicos y pedagógicos. La Ley, además, permitió perfeccionar la capacitación docente, generó vínculos entre las escuelas y el mundo productivo y del trabajo, y apoyó la inserción de los alumnos en el mercado laboral.
Estos planes de mejora se enmarcan dentro del aumento de la inversión que el Ministerio de Educación Nacional destina a las escuelas técnicas, la cual pasó de $ 6.700.00, en 2003, a $ 1.030.000.000, invertidos este año.
La Mesa Grande
